LORET NO ES PERIODISTA

La respuesta al movimiento #TodosSomosLoret se dio en las redes sociales y también en los medios tradicionales. Uno de los primeros en señalar que Loret, “el conductor”, no representa a los periodistas y que el mejor indicador de que no todos somos Loret son los salarios que reciben los reporteros de a pie, fue Jorge Espejel Lomas quien publicó el 12 de febrero de 2022 ‘No todos somos Loret, no todos somos presidentes’, en su columna Red es Poder que reproducen diversas plataformas (https://www.redespoder.com/destacadas/no-todos-somos-loret/).

“Carlos Loret de Mola no representa a las y los periodistas ni al gremio en general. Si bien no están verificados los datos exhibidos por el presidente López Obrador en la mañanera, testimonios de personas que trabajaron cerca de él confirman que durante gran parte de su carrera ha presumido como suyos los trabajos de otras personas. Se ha ensuciado premeditadamente la cara y las manos para que la audiencia piense que está en pie de guerra, como un reportero creado por Arturo Pérez-Reverte, como un informador raso, de cualquier estado de la república, que pone en riesgo su vida por 8, 9 o 10 mil pesos mensuales.”

En México “el periodismo no es un trabajo que ofrezca buenas posibilidades de tener estabilidad económica”. En cambio, Loret es “uno de los conductores mejor pagados de México”. Y aunque su empleador tiene el derecho a pagarle “lo que se le venga en gana”, lo lamentable “es la inequidad”. Mientras Loret y otros periodistas “se levantan el cuello con el trabajo de los y las reporteras, quienes producen la información son asesinados, ganan salarios miserables, trabajan horas extras, los exhiben en las mañaneras y en las redes sociales y nadie hace nada”.

En contraparte, los periodistas tampoco somos el presidente de la república que puede “marcar la agenda informativa todos los días desde Palacio Nacional. No todos tenemos el poder para destruir la reputación de cualquier persona en un comentario”. Y lo grave es que todo ese poder del presidente no impide que, “en lo que va de 2022, cinco periodistas y el hijo de un reportero que trabajó como editor ya fueron asesinados. Prácticamente cada semana han ejecutado a un informador o informadora en México”.

En conclusión, si “el periodismo está en crisis”, figuras como Loret lo manchan aún más, “pero también el presidente López Obrador ha abonado a que el clima sea más hostil y peligroso… Ojalá, desde la cúpula, ellos y otros más entiendan que el periodismo debe respetarse, cultivarse y promoverse como una herramienta de sano contrapeso”.

NO TODOS SOMOS LORET

Muy comentada fue la opinión de Sabina Berman publicada el 13 de febrero de 2022 en El Universal, el mismo diario donde aparece la columna de Loret (Historias de Reportero), con un texto titulado: ‘No Todos Somos Loret’ (https://www.eluniversal.com.mx/opinion/sabina-berman/no-todos-somos-loret).

Para la dramaturga y novelista, al exhibir documentos del SAT que muestran que el periodista Loret de Mola gana 35 millones de pesos al año, el presidente “utilizó su poder de forma excesiva”. Aunque es cierto que “días antes Loret había exhibido fotografías de la casa gris donde el hijo del presidente vive en Houston —siempre dando a entender que exhibía un acto de corrupción, pero sin jamás probarlo, haciendo gala de un periodismo descuidado”.

Decir que “sólo hay dos bandos en México”, los pro AMLO y los anti AMLO, es “una simplificación” que “empodera y glorifica” a ambos, “les gana adeptos incondicionales y salva a cada cual de una mirada objetiva”. Pero esa simplificación “no le conviene al ciudadano: borra sus intereses de la conversación pública y aun de su propia conciencia y lo coloca como un mero espectador de una guerra en la cima”.

La Derecha mexicana infló el suceso y se activó en Tweeter con frases como: ‘Un acto jamás visto’, ‘Hoy se cruzó una línea terrible’, ‘Este es un acto fundacional’ y el increíble ‘#TodosSomosLoret’. Pero no, incluso aceptando que el presidente cometió un error de desproporción, “es ridículo” afirmar eso.

“¿Quiénes son esos ‘todos’? Los ciudadanos no lo somos. No podemos sentirnos representados por un periodista que tiene una deuda con la ciudadanía de décadas. Un periodista de elite que ejerció un periodismo acotado por los intereses de Televisa, que no solo incluyó la censura y el veto a personas, sino en su momento de mayor poder, inventó ficciones, en coordinación con las presidencias del momento.”

Ficciones como la que tramó con “la policía de García Luna” para exhibir como ‘secuestradores’ a quienes, como Florence Cassez, habían sido puestos en el rancho Las Chinitas y torturar en tiempo real a Israel Vallarta, o “como la telenovela ominosa de Frida Sofía, la niña oculta en los escombros, que Loret narró durante horas, para que de pronto Carmen Aristegui nos revelara que la tal niña nunca existió”.

“Y tampoco Loret nos representa a todos los periodistas. Los que hemos perdido espacios por sublevarnos ante la dictadura de los dueños económicos de la prensa, nos sentimos insultados de la insinuación. Y los que han arriesgado la vida —o la arriesgan— en las zonas del silencio del país, deben estar ofuscados. Qué vil comparar su trabajo heroico con un trabajo hecho en traje y corbata, pagado con millones de pesos y bajo la protección de grupos políticos. En este caso, el Grupo Tabasco: el exgobernador Roberto Madrazo que lo comanda, ha confirmado de propia voz a la prensa que son sus herederos quienes financian a Loret.”

Ahora que Loret trabaja por primera vez fuera del círculo del Poder, publica “posibles actos de corrupción”. Qué bueno. Pero “sus reportajes no se detienen en trasladar lo probable a lo cierto, que es donde el buen periodismo se esfuerza y se dilata”. Malo que “el presidente se pleitee con él, en lugar de ordenar una averiguación completa sobre la posible corrupción de su hijo, que es lo que le corresponde hacer como funcionario”.

Tontería de la Derecha inflar lo ocurrido “hasta volverlo épico. Si esto es el ‘acto fundacional’ de algo, no se adivina de qué. ¿Acá empieza la nueva democracia mexicana? Pues que la Derecha nos presente a los ciudadanos un proyecto de ese futuro promisorio. Por lo pronto, esto es solo un petardo de luz en su largo deambular por la noche oscura, sin proyecto, sin mapa y sin rumbo”, remata Berman.

NO ES LORET, ES CLAUDIO

Para Álvaro Delgado, ‘No es Loret, es Claudio, es el poder…’ En la opinión que publicó en El Heraldo de México el 15 de febrero de 2022 (https://heraldodemexico.com.mx/opinion/2022/2/15/no-es-loret-es-claudio-es-el-poder-378809.html) reconoce que, por supuesto, fue “indebido” divulgar sus ingresos, aunque “en el caso de Carlos Loret de Mola y otros debe sancionarse si lava dinero y/o evade impuestos”.

Pero no se puede reducir el tema a “un periodista inerme agredido”. Ese es otro “grotesco montaje: Busca ocultar el entramado económico, político y mediático que disputa el poder literalmente al costo que sea”.

“Tampoco es un conflicto anodino ni espontáneo”. Ahora es el jefe de Estado, pero este choque de López Obrador con las élites “es otro episodio de un ciclo que inició en Tabasco, en 1988-1994, y que escaló con el Fobaproa, en 1998, el gobierno de la Ciudad de México, en 2000, y las tres candidaturas presidenciales, con casi los mismos protagonistas”.

“Y una vez más, en medio de esta tremenda lucha por la nación, de sus recursos y de su futuro, está el periodismo”, ahora con un reportaje “que no acredita” que José Ramón López Beltrán “incurrió en conflicto de interés en contratos de Pemex a la empresa Baker Hughes.”

Para el director de investigación en el diario digital Sin Embargo, si el hijo mayor del presidente “cometió ese delito, u otros, el reportaje no lo prueba y todo periodista profesional sabe que ese género se sustenta en información documental y testimonial, no en inferencias, creencias, especulaciones y deseos, que en todo caso suelen usarse en los géneros periodísticos de opinión y sobre todo en la política”.

“Es otro montaje”, el reportaje busca generar “la percepción que quiere imponerse como verdad de que López Obrador es un impostor, porque él y su familia son tan corruptos como Enrique Peña Nieto”. En un tweet, el magnate Claudio X. González, fundador de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y “patrón de la oposición”, estableció el domingo 13 de febrero claramente el objetivo político: equiparar la ‘Casa blanca patrocinada por Grupo Higa’ y la ‘Casa Morena patrocinada por Baker Hughes’.

Heredero de una fortuna construida al amparo del poder, Claudio X. González es el autor intelectual de la narrativa sobre la corrupción del lopezobradorismo con su asociación civil MCCI, un medio informativo cuya agenda no es el interés público sino la defensa de privilegios económicos y políticos –sostiene Delgado–. Lo mismo Latinus que, como grupo de presión, es propiedad del clan de Roberto Madrazo.

Con la experiencia de la coalición Va por México (PRI-PAN-PRD), el político y el magnate arman e impulsan un proyecto para vencer a López Obrador, y redactan el plan de gobierno ante la eventual candidatura a la Presidencia de México de González.

Detrás de la estrategia para manipular información y fabricar mentiras están, pues, estos dos personajes que forman parte del mismo proyecto político que instauró Carlos Salinas desde 1988 y que busca recuperar la hegemonía que López Obrador les arrebató. El Space “que tanto enloqueció a sus participantes y corifeos, fue justamente el escaparate de los mismos políticos, periodistas e ‘intelectuales’ que disfrutaron del poder y ahora engrosan la oposición, incluyendo obviamente a salinistas”.

En la velada del viernes 11 otra vez se escuchó la letanía de que vivimos en una dictadura. Curiosa dictadura, por cierto: “los ciudadanos se reúnen y se asocian para combatir al grupo gobernante y hasta insultan al Presidente de México sin que nadie sea reprimido, como sí ocurrió cuando uno de los participantes, Felipe Calderón, estaba en el poder”.

“Y sí: Se entiende que se asuman como #TodosSomosLoret, porque son los mismos adoradores de Genaro García Luna, de Calderón, de los montajes, de las mentiras, de los fraudes.

“Del otro lado, la tardía respuesta de López Beltrán y de su esposa, Carolyn Adams, 17 días después de difundido el bodrio, tampoco abona en su propio beneficio y del “proyecto”, porque tuvo que ser otra vez el Presidente de México el que le enmienda la plana a su hijo sobre su trabajo en Houston: Resulta que cobra en la empresa de los hijos del amigo del papá. Carajo”, exclama Álvaro Delgado.

MI correo electrónico: carvajalberber@gmail.com

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