En la mañanera del 15 de marzo de 2022 se hizo evidente la sinergia que pueden crear las plataformas periodísticas alternativas a los medios corporativos, cuando trabajan en combinación con el aparato de comunicación social de la presidencia de la república.
La reportera de la revista Contralínea, Nancy Flores, reseñó que ese portal publicó una investigación acerca de la triangulación de recursos del erario para el fondeo de la plataforma LatinUs, a través de nueve empresas farmacéuticas ligadas al hijo y al yerno del político priista Roberto Madrazo Pintado, las cuales obtuvieron contratos con 11 gobiernos estatales por más de cinco mil millones de pesos, el 90 por ciento de ellos como gasto del gobierno de Silvano Aureoles Conejo en Michoacán.
Para López Obrador, acabar con este negocio de medicinas y equipos que realizaban traficantes de influencia desató “la campaña tan fuerte en contra nuestra, incluso utilizando a los niños con cáncer” que no tenían sus medicamentos porque esos mismos empresarios generaron el desabasto.
Costó muchísimo acabar con el monopolio de intermediarios que tenía la protección de medios de información. Y “una vez que tomamos las decisiones de enfrentarlos”, empezó la ofensiva. Tras convenir con la ONU la compra de “medicamentos en todos los países del mundo”, con lo que estamos “ahorrando mucho”, surgieron los cuestionamientos a “lo que estábamos haciendo en materia de salud” de parte de Carlos Loret de Mola, quien “recibe financiamiento cuando menos de una de estas empresas”.
El presidente justificó dar a conocer “cuánto gana” Loret y “cuáles son sus bienes”, porque todos esos periodistas “actúan como mercenarios” y se dedican a “golpear para defender a grupos de intereses creados”. Son “defensores de la corrupción”: Claudio X. González “y su equipo” en Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), no están en contra sino a “favor de la corrupción”. Están enojados “porque se les acabaron los negocios jugosos que hacían al amparo del poder público; saqueaban” con la complicidad de “la mayoría de los medios de información”, sostuvo AMLO.
Los periodistas honestos, con ética, “se deben de sentir muy orgullosos. Cruzaron el pantano y no se mancharon”, no obstante que durante el periodo neoliberal se subvencionó a los medios para silenciarlos “con la máxima de obedecer y callar, aplaudir y callar”, dijo el presidente.
Hubo quienes resistieron, no cayeron en la tentación y “esos merecen todo nuestro respeto. Pero otros se volvieron inmensamente ricos: mansiones, departamentos en el extranjero, hasta yates”. Son periodistas que recibían y siguen recibiendo dinero “para defender al régimen de corrupción, de injusticias, de privilegios”.
…PARA ESTE OFICIO
El presidente explicó sus señalamientos en la mañanera a “periodistas famosos” pero corruptos, por la necesidad de “estigmatizar la corrupción”, de mostrar que son tan ladrones como el que roba una gallina. Antes “ni siquiera perdían su respetabilidad, y cuánto daño le han hecho al país”. Por eso, hay que seguir insistiendo en que son delincuentes de cuello blanco.
No teme que lo ataquen porque tiene como “escudo protector” su “autoridad moral”, y eso le da también autoridad política. De otra forma, ya lo “hubiesen hecho papilla o minilla de peje”, bromeó haciendo alusión al platillo tabasqueño con base en pejelagarto, pez de agua dulce.
Tras explicar cómo funcionará el nuevo sistema de salud (gratuito, con médicos especialistas y abasto de medicamentos), López Obrador pidió a Contralínea que pregunte a LatinUs cómo obtienen su financiamiento y cuánto ganan. “El periodismo, en el periodo neoliberal, se convirtió en una de las empresas más lucrativas de México”. Eso molestaría a Daniel Cabrera, a los hermanos Flores Magón y a Filomeno Mata, “periodistas que arriesgaron su vida” para luchar por la justicia, la libertad, la democracia y la defensa de la soberanía. No es casualidad que, “ahora que los diputados de Europa hacen este cuestionamiento injerencista, son esos mismos periodistas famosos los que se lanzan en contra de nosotros”.
Nancy Flores aclaró que, en una segunda entrega del reportaje, Contralínea publicó las 13 propiedades que tiene Carlos Loret de Mola solamente en la Ciudad de México, por un valor superior a 100 millones de pesos. Lo que llevó a la reportera a citar al “gran periodista de guerra” polaco, Ryszard Kapuściński, en su libro Los cínicos no sirven para este oficio:
No existen los periodistas ricos, escribió el ya fallecido reportero. Si alguien tiene esa aspiración, debe buscar otra profesión. Dueños de medios, directivos, opinadores o reporteros ricos, son evidencia de corrupción “y no puede haber sectores abstraídos de la fiscalización de la sociedad”.
Los cuatro principios básicos e irrenunciables de la ética periodística que menciona Kapuściński son: la búsqueda de la verdad, la independencia, la responsabilidad social y la honestidad. Cuando un periodista renuncia a uno solo de estos principios, renuncia a todos. No se puede ser ético un día y al otro no, resumió Flores.
Corrupción en el periodismo no es sólo el sobre amarillo que se entrega a los reporteros de la fuente con dinero para contribuir a su economía, el chayote que todavía existe; o la que tiene que ver con la asignación discrecional de publicidad, sea del sector público o del sector privado, explicó Nancy.
Hay muchas formas de corrupción en el periodismo: no publicar ciertas informaciones para afectar ciertos intereses o para beneficiar otros intereses, es una de ellas. También es corrupción confeccionar informaciones a partir de información falsa o parcial, para que la población tenga una idea errónea de ciertas situaciones y con ello influir en la opinión pública, afectando a ciertos grupos y beneficiando a otros; grupos de poder fáctico, de poder económico, pero también de poder político.
El periodismo, como cualquier otro sector social, “no puede estar sustraído de la fiscalización de la sociedad”. Es una herramienta para ejercer el derecho humano a la información, un derecho que no es patrimonio de los medios de comunicación ni de los comunicadores, periodistas o reporteros, sino de todos. “Todos tenemos derecho a saber”.
PARA LEER A KAPUŚCIŃSKI
López Obrador estuvo “de acuerdo con todo lo que planteas. Hasta la admiración por este periodista polaco, Kapuściński, que ha escrito libros que deben de ser de lectura obligada porque es uno de los mejores periodistas del mundo, ya fallecido, pero hizo periodismo y reportajes en África, en Irán, en América Latina, tiene libros sobre el sha de Irán, tiene muchos libros muy buenos”.
“…de primera como periodista, nada que ver con los periodistas famosos de los grandes periódicos mundiales o de las grandes empresas del periodismo mundial… un ejemplo de periodismo. Y yo espero que… Bueno, hay muchas mujeres y hombres jóvenes que están formándose y haciendo un nuevo periodismo en México a partir de esto, no el periodismo que trafica, negocia la libertad de expresión, utilizan la libertad de expresión para negociar, para traficar, no usan la libertad de expresión para defender causas justas, defender al pueblo.
“Nosotros nunca vamos a perseguir a ningún periodista ni vamos a reprimir a nadie, no le voy a pedir nunca al director de un periódico, porque además eso es inmoral, que quite a un periodista incómodo, no”, reiteró el presidente.
Y contó que cuando “no aparecía Loret”, deseó que volviera a la W “porque, si no, iban a decir que ya lo estábamos censurando”. Y más porque empezó a circular el rumor de que “Daniel Chávez, empresario turístico que tiene desde luego amistad conmigo”, iba a comprar acciones de la W para “correr a Loret de Mola”.
Igual cuando Ciro Gómez Leyva “no salía”, AMLO deseó “que salga porque si no van a decir que nosotros estamos presionando al dueño [de Grupo Imagen] Olegario Vázquez Aldir”, también “una buena persona”.
Al proyecto de transformación “nos ayuda mucho… tener como adversarios a periodistas como Loret u otros”. Porque si la labor de un dirigente es la concientización, informar, orientar; si la 4T “es revolución de las conciencias”, esos reportajes para “atacarnos” hacen evidente para mucha gente que el periodismo no es “el castillo de la pureza”.
Revelar que un periodista gana tres millones de pesos mensuales o 15 millones sumando lo que perciben en Estados Unidos y en México, le da a López Obrador la “oportunidad de confrontar” a esos periodistas. Y aclara que son adversarios, no enemigos. Al tiempo que reconoce que los conservadores no son pocos: “son como 25, 30 millones con pensamiento conservador… y no sólo en México, en todo el mundo”. En el Parlamento Europeo, ahora mismo, hay una mayoría de conservadores.
CIEN HORAS CON FIDEL
Nancy Flores encuentra una “coincidencia entre Kapuściński y otro gran periodista que se llama Ignacio Ramonet”, respecto a cómo los medios de comunicación en el mundo convirtieron a “la información en una mercancía sujeta a las reglas del mercado, y esto ha dado pie a montajes como lo que ya sabemos, del caso Florense Cassez y también del montaje de la niña Frida Sofía”.
López Obrador primero ubica a Ramonet como francés. En realidad, es español radicado en Francia, aclara su interlocutora. Y el presidente menciona que leyó la entrevista que le hizo al comandante Castro: Cien horas con Fidel.
Luego, señala que el móvil para el periodismo alineado al conservadurismo no son la defensa del medio ambiente o los derechos humanos, ni la lucha contra la corrupción. Son “gente sin autoridad moral, pero, bueno, hay libertades en nuestro país y afortunadamente también existe la mañanera. No creo que [el INE o el Poder Judicial] se atrevan a censurarnos”. Y adelanta: “vamos a seguir ejerciendo nuestro derecho a la réplica”.
(Cfr. https://presidente.gob.mx/15-03-22-version-estenografica-de-la-conferencia-de-prensa-matutina-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador/).
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