Fue el Foro de Consulta Estatal Participativa número 18 realizado en el país de manera conjunta por el equipo de transición en materia educativa del presidente electo Andrés Manuel López Obrador y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). Y el magisterio colimense no esperaba de él más que lo siguiente:
Un desahogo para los reclamos de una reforma educativa que se centró en los aspectos laborales, al condicionar la evaluación magisterial a la permanencia del empleo; una crítica sistemática a una reforma que, si bien supuso grandes avances en cuanto al modelo educativo, es indefendible ante la determinación mostrada por López Obrador para cumplir con una de sus promesas de campaña: cancelarla.
Como se trata de una modificación constitucional, revocarla implica un proceso de reforma estructural equivalente a la que emprendió la administración de Peña Nieto. Y, según las autoridades de los estados, la actual legislación seguirá vigente hasta que no sea derogada.
Aunque también podría ocurrir que, una vez iniciado el sexenio de AMLO, las leyes que emanan de esa reforma, especialmente la del Servicio Profesional Docente, simplemente queden como letra muerta en tanto no se apruebe un nuevo esquema para evaluar el desempeño laboral.
No en todo hay regreso:
Por lo demás, resulta inimaginable que el nuevo gobierno renuncie a la posibilidad de concursar las plazas y promover los ascensos por méritos, en aras de regresar a prácticas tan criticadas como el derecho a heredar la plaza a un familiar, incluso a uno que carezca de un perfil magisterial.
De la misma manera, suena inviable que el Peje se comprometa a garantizar un empleo a todos y cada uno de los egresados de las escuelas normales.
Hay elementos de la reforma educativa que el sentido común y la racionalidad financiera impondrán necesariamente, pero también son fuertes los compromisos que Andrés Manuel tiene con las diferentes corrientes del magisterio: el Sindicato mismo, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y los grupos emergentes.
De ahí que muchos vean con escepticismo el resultado de los foros, argumentando que el presidente electo ya tiene claro qué conviene cambiar y qué no de la reforma educativa, pero intenta darle atole con el dedo a los sectores involucrados: maestros, educandos, SNTE, CNTE, padres de familia y autoridades estatales.
Con todo, entre lo que seguirá igual aunque le cambien de nombre, y aquellas cosas que el nuevo gobierno modificará para cumplir con sus promesas de campaña, hay una gama de posibilidades sobre las que la comunidad educativa se está pronunciando en estos foros.
La tercera vía:
Y en Colima esta visión que apunta a nuevos derroteros en la educación, se manifestó en muchas de las ponencias.
En foros anteriores, algunas de las ponencias defendieron la continuidad de lo que ya se reformó. Otras abonan a las posturas más radicales en cuanto al reconocimiento de derechos de maestros, alumnos y padres de familia que fueron conculcados en esta y en anteriores administraciones federales.
En ese sentido, no pocos han luchado porque regresen políticas públicas como, por ejemplo, las que regían a las normales rurales cuando fueron creadas; las que garantizaban la existencia de escuelas internados (como lo fueron en su momento las normales federales, Chapingo o el Politécnico); o las que impulsaban el papel del maestro como agente de cambio en una comunidad rural.
Pero al mismo tiempo ha habido ponencias que apuntan hacia una redefinición de la política educativa y a modelos educativos que no han sido tomados en cuenta hasta ahora.
Esas deben ser las propuestas más interesantes que valdría la pena recabar, pero también son las más difíciles de procesar porque no corresponden a ninguno de los paradigmas en pugna: ni al de la educación funcionalista que impulsó el modelo económico neoliberal ni al de la educación nacionalista, gratuita, laica y, se quiere, hasta socialista que hace varios sexenios se abandonó.
Acercamiento ANUIES-SEP:
Por lo pronto, el Foro en la Universidad de Colima arrojó resultados que rebasan el ámbito académico y se instalan en el tema de la política-política.
En el video que se grabaron juntos Esteban Moctezuma y Eduardo Hernández, el futuro secretario de Educación Pública del gobierno de la cuarta transformación se ve exultante.
No es para menos, después del escándalo en el foro realizado en Chiapas era importante que éste saliera bien. Y la organización fue impecable gracias a la experiencia que tiene la comunidad universitaria en la realización de este tipo de eventos, y al liderazgo del rector José Eduardo Hernández Nava.
Buscando reducir las tensiones que surgieron entre la ANUIES y el equipo de AMLO, especialmente por el manejo que se le dio en la campaña electoral al tema de la estafa maestra, Hernández Nava puso la estructura de la UdeC al servicio del equipo de transición.
La Universidad buscó, dijo el Rector, “abonar a la construcción del Acuerdo Nacional sobre la Educación con Equidad y Calidad para el bienestar de los mexicanos”.
El foro interesó al magisterio colimense pero, en forma especial, a los universitarios. Y en ese sentido la casa de estudios hizo honor a su vocación de ser una espacio para la libre discusión de las ideas.
Entre los mil 300 asistentes al polideportivo del campus central, hubo alumnos y académicos universitarios, muchos de ellos expertos en educación. Se habla oficialmente de un total de 594 propuestas, pero de la mayoría que no se leyeron en voz alta no quedó registro documental. Ojalá sea posible recuperarlas.
Fortalecerán el normalismo:
Esas ponencias, dijo Esteban Moctezuma, fomentan “el poder de escuchar, del diálogo”, ya que “para construir el futuro, todos tienen que estar incluidos, porque todos tienen algo que aportar”.
Del foro Moctezuma se llevó la mejor impresión. “Felicidades a Colima, es un ejemplo para todo el país”, dijo.
Fue un foro, comentó, “lleno de propuestas, de claridad. Hemos encontrado profundidad, experiencia y preparación en las ponencias. Ha sido una experiencia enriquecedora que nos llena de orgullo e inspiración de lo que es el sector educativo mexicano”.
Entre otros temas, y dando respuesta a las ponencias de los colimenses, Esteban Moctezuma dijo que en la próxima administración fortalecerán las escuelas normales de educación en el país, y que seguirán capacitando a los docentes.
Se pretende, además, que en todas las escuelas haya conectividad y así impulsar una educación integral, de equidad y con calidad. Además, aseguró que se debe impulsar la investigación y el desarrollo en la Educación Superior.
Construir un acuerdo educativo, dijo, “es la gran oportunidad de México para hacer de la educación un derecho auténtico, un privilegio para construir una sociedad armónica que predique y practique valores universales”.
Por último, Esteban Moctezuma señaló que el elemento esencial de la cuarta transformación en México es la educación, “que es capaz de impulsar una nueva cultura política en el país, que rescate la dignidad, la honorabilidad de lo público, y que abone el contenido ausente del modelo educativo actual: la equidad, que no es dar a todos lo mismo, sino dar más a quien más lo requiere”.
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