Con base en un reporte de Noé Torres, editado por Diego Oré —según averiguaría después Federico Arreola, director de SDP Noticias—, la agencia informativa británica Reuters difundió el miércoles 23 de octubre de 2019 una pieza titulada: ‘La austeridad de AMLO pone en jaque a medios de comunicación’.
Arreola sintetizó el reporte “para facilitarle su lectura a mi amiga Adela Micha, conocida periodista con quien varias veces he discutido en su programa de El Heraldo Radio la situación del periódico El Financiero, propiedad de Manuel Arroyo y en cuyo canal de TV (asociado a Bloomberg) participa esta apreciada señora” (https://www.sdpnoticias.com/columnas/federico-arreola-adela-micha-financiero-medios-publicidad-oficial-amlo.html).
El staff de la revista Forbes México colocó este reportaje en su portal (https://www.forbes.com.mx/la-austeridad-de-amlo-pone-en-jaque-a-medios-de-comunicacion/), con un sumario que lo dice todo: “López Obrador tiene presupuestado este año unos 250 mdd para gastos de comunicación social, la mitad del presupuesto designado para medios por Peña Nieto”.
Reuters dice que la promesa electoral que hizo López Obrador de reducir el gasto público para dar más recursos a los más pobres, se materializaron al arranque de su administración en una serie de planes de austeridad que “pusieron contra las cuerdas las finanzas de muchos medios de comunicación”.
Según la Secretaría de la Función Pública (SFP), entre enero y agosto de 2019 el gobierno destinó 88 millones de pesos (4.6 millones de dólares) a gastos de comunicación social, apenas un 3.6% del monto desembolsado en el mismo lapso de 2018 por la administración de Enrique Peña Nieto.
“Si bien el mayor gasto por publicidad oficial suele darse durante los últimos meses del año, se trata de la cifra más baja desde que comenzaron los registros en el año 2012 y muy por debajo de lo presupuestado”.
Por falta de recursos, en los medios se han dado despidos y cese de proyectos cuando ya de por sí esta industria sufría desde hace años los efectos del auge de medios digitales, con la consecuente desaparición alrededor del mundo de muchos medios tradicionales.
¡ALÍNIESE EN LA LÍNEA!
La crisis afecta los mismo a pequeños medios regionales que a grandes jugadores como Televisa y TV Azteca. Y los analistas temen que la compra de espacios para publicidad estatal se convierta en moneda de cambio del gobierno para presionar a los medios a tomar partido a favor del proyecto autodenominado Cuarta Transformación.
“El mandatario no ha ocultado sus anhelos por contar con una prensa más afín a su proyecto, avivando las preocupaciones entre algunos expertos y opositores”, comenta Reuters. Y cita al mandatario, quien a finales de julio en una de sus habituales conferencias de prensa matutinas declaró:
“Estamos buscando la transformación y todos los buenos periodistas de la historia siempre han apostado a las transformaciones”. Para agregar: “Los periodistas mejores que ha habido en la historia de México (…) todos, tomaron partido”.
Sin elementos para cuantificar el impacto de López Obrador en la línea editorial de los medios, el analista político Fernando Dworak observa que algunos de ellos se están volviendo más amigables con su administración.
“Es una pérdida de pluralidad y no sabemos exactamente si es por financiamiento, si es por una presión pública o si es por conveniencia”, dijo Dworak, quien reconoce que –con sus casi dos horas de duración– las mañaneras han obligado a los principales medios a dedicar más tiempo aire a la línea oficial del gobierno.
Reuters relaciona esta política de publicidad oficial centrada en la austeridad con las estrategias que siguieron Alberto Fujimori, presidente de Perú entre 1990 y 2000, para comprar la línea editorial de periódicos y canales de televisión, o Nicolás Maduro en Venezuela, cuyos allegados compraron un diario opositor como El Universal, mientras la revolución bolivariana niega la renovación de concesiones de radio y televisión o limita el acceso al papel periódico.
“POQUITO PORQUE ES BENDITO”
Peña Nieto asignó durante su sexenio unos 2,500 millones de dólares en publicidad, privilegiando a Televisa y TV Azteca. A López Obrador le importa mantener el gasto en publicidad pero “nada más que con moderación, poquito porque es bendito”, argumentó a principios de octubre.
Según un reporte del Reuters Institute for the Study of Journalism sobre la situación de la industria, los ajustes podrían poner en aprietos a muchas compañías del sector local.
“Las nuevas disposiciones políticas están teniendo repercusiones en los medios de comunicación, que se han acostumbrado a que el gobierno sea su principal anunciante”, escribió la académica María Elena Gutiérrez, en el capítulo del informe dedicado a México.
Al corte del estudio, el Padrón Nacional de Medios Impresos mostraba 833 periódicos y revistas registrados, un 52% menos que al cierre de 2018, según datos de la Secretaría de Gobernación.
¿UN NEGOCIO ARTIFICIAL?
“Desde que asumió en diciembre del año pasado, la relación de López Obrador con algunos medios ha sido ríspida, llamando ‘prensa fifí’ (un vocablo usado en el país para describir despectivamente a la clase acomodada) y ‘mafia del periodismo’ a quienes han cuestionado las decisiones de su administración”.
En su más reciente informe trimestral, Televisa reportó un descenso del 9% en sus ingresos totales, su mayor caída desde que se tienen datos disponibles en el año 2000. La firma del magnate Emilio Azcárraga reconoció que parte del declive se debe a una menor inversión del gobierno en espacios publicitarios, especialmente, durante el segundo trimestre”. Dato significativo cuando los ingresos por la contratación de espacios del gobierno representaron el año pasado un 11% del total de las ventas totales por publicidad de Televisa.
“En el mismo período, las ventas de publicidad de su rival TV Azteca también se contrajeron un 29%, como resultado de la menor demanda gubernamental por espacios publicitarios.
“El menor gasto también ha golpeado a la cadena de emisoras Grupo Radio Centro, cuyos ingresos retrocedieron un 24% en el segundo trimestre. A principios del año, la empresa anunció la salida del aire de algunos programas y el despido del personal que trabajaba en ellos. Pero su caso no es el único.
“En medio de los recortes del gobierno, el diario El Financiero, que también opera un canal de televisión, ha despedido en los últimos meses a gran parte de su equipo. Además, prescindió de sus secciones impresas de cultura y deportes y dejó de publicar algunas ediciones regionales.
“Según datos de la SFP, la empresa recibió entre enero y agosto menos de un 15% de los recursos por publicidad que percibió del gobierno en el mismo período del año pasado”.
Los cesados recibieron la noticia con lágrimas y, quienes permanecen trabajando allí, durante meses se quejaron de retrasos en sus sueldos ante la debilidad financiera de su matriz, Grupo Lauman.
No está clara la cifra de personal despedido por la compañía, ni la situación actual de los retrasos en los pagos, porque El Financiero declinó hacer comentarios sobre el tema.
HASTA LOS DE CASA
La falta de recursos también ha alcanzado a los principales medios públicos del país. Las televisoras Canal 11 y Canal 22, la agencia estatal de noticias Notimex y el Instituto Mexicano de la Radio, en conjunto, han recortado su nómina en un 14% hasta principios de agosto, de acuerdo con información oficial obtenida por Reuters.
“El reto de los medios en México es encontrar un modelo de negocio que refleje más sus ventas y les permita ser menos dependientes de la publicidad oficial, mientras que el gobierno tiene que buscar la manera de fortalecer el sector, sobre todo a los medios de comunicación más pequeños, dijeron expertos”.
Como afirmó Justine Dupuy, investigadora del centro de análisis Fundar, “si se cierra mucho la llave de la publicidad oficial, ¿qué tipo de apoyo debe proveer el gobierno para garantizar una pluralidad de medios, que es vital para la democracia?”
Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.