LOS SIETE GOBERNADORES DEL APOCALIPSIS

En el balance general del viernes de los siete gobernadores del Apocalipsis en Colima, la administración de José Ignacio Peralta Sánchez no salió bien librada; JIPS evidenció, una vez más, nulo entendimiento del sentir ciudadano de las y los colimenses, algo que lo ha distinguido en sus diversos cargos, donde ha dejado en claro su desapego social.

Los colimenses no solamente reprobaron el despliegue de fuerzas policiacas como si de una visita de Obama se tratara, sino que terminaron reclamando en redes sociales la realización de un evento innecesariamente presencial que pudo haberse realizado a través de la plataforma Zoom, por decir lo menos, y que además se realizó en un municipio que hasta el momento ha salido bien librado de Covid-19, al que arribaron un estimado de 150 personas de diferentes entidades del país.

Además de la mal cálculo del sentir ciudadano, el mensaje de los siete gobernadores del Apocalipsis fue más que lastimoso y cuestionable. Dan a entender que con el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, no hay entendimiento, pero ¿cómo es que habría entendimiento si cada uno de los pasos que el Gobierno de México ha tomado antes y durante la pandemia ha sido desafiado por parte de la mayoría de estos siete caballeros de la mesa maquiavélica?

Sus afirmaciones son sumamente contradictorias; anuncian que se desprenden de la estrategia del Gobierno de México, desestiman el semáforo anunciado por López-Gatell, pero reniegan que entonces la responsabilidad de lo que suceda en cada una de sus entidades durante esta pandemia recaería en ellos.

Lo más preocupante es que no disimulan mucho las razones de su molestia; dejan entrever un amplio desasosiego porque los recursos no les llegan directamente a las arcas de sus estados, sino que llegan en especie desde la Federación.

“El Brinco” (Noroña dixit), o “El Bronco”, gobernador de Nuevo León, seguramente sigue muy disgustado por la revolcada electoral que le propinó AMLO en 2018. Tiene un amplio desprecio por el Tren Maya, al que se refiere como “trenecito”,  y en general por los proyectos del presidente AMLO, pero no nos habla de la falta de austeridad con la que se maneja, y mucho menos explicó por qué es que a su entidad no le prestaría dinero “ni un Oxxo”, afirmando que AMLO sí puede pedir prestado, pues el “país es solvente”. ¿Entabló entonces un servicio de mensajería del Fondo Monetario Internacional?  

Y es que la secuencia discursiva continúa en un siguiente punto: en teoría dicen que no buscan endeudar a sus entidades, pero Alfaro ya lo hizo en Jalisco. Nacho Peralta dice, en torno a la contratación de la deuda, que hay dos partes: “la política”, pasar por los congresos estatales, mientras que la otra es la “parte técnica”, que implica salir al mercado a ver quién ofrece una mejor tasa. Lastimosamente para él, y afortunadamente para los colimenses, la primera parte es la que se le complicará.

El exceso de lujos, los aviones privados, la llegada en helicóptero de Alfaro, la gran caravana de camionetas suburbans, y en general la antítesis de lo que se ve en las visitas de AMLO a los estados, terminó generando una boomerang de negatividad de los colimenses hacia la cónclave fifí de los 7 gobernadores del Apocalipsis.

¿La mejor muestra? A la hora que estaba programada la rueda de prensa de estos personajes, el periódico del tío de JIPS difundió, y luego reculó, una #FakeNews sobre la supuesta localización del cuerpo de la diputada Anel Bueno, que ayer cumplió un mes de desaparición. Mayor intento de distractor no pudo quedar en evidencia.

A ese preocupante tema habrá que sumarle la noticia nocturna de que desaparecieron en Jalisco diez policías estatales de Colima. Había trabajo pendiente, que fue desestimado por el turismo político.

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