Como le adelanté en mi participación anterior, al Poder Ejecutivo del Estado le quedan un año y 8 meses de vigencia, contados desde este mes de febrero de 2020 y hasta el último día del mes de octubre de 2021. Siendo el tramo restante del viaje, el Gobernador del Estado puede y debe poner en ello su acumulado de conocimiento, experiencia y sapiencia. ¿El objetivo? Culminar bien un gobierno que, aunque ha demostrado ser técnicamente viable, ha quedado a deber en la construcción de los tejidos político y social y, por ende, en tener de aliada a la mayor parte de la población de la entidad.
Gobernar es una tarea sumamente compleja por sí misma, pero si se hace sin una red política y social de protección, es decir, de personas y grupos de personas que no sólo están de acuerdo sino apoyan activamente las políticas y proyectos emprendidos, se vuelve casi imposible. Si a esto le sumamos fuerzas políticas de oposición eficaces, como Morena, Movimiento Ciudadano y el PAN, cuyos liderazgos un día sí y al otro también vierten mensajes y argumentos en contra de esas políticas y proyectos, esa dificultad gubernamental se acrecienta multiplicativamente.
En estas circunstancias ha estado gobernando el licenciado José Ignacio Peralta Sánchez y, hasta ahora, no se muestran indicios que señalen eso vaya a cambiar. Lo técnico es bueno y necesario, pero no es lo más importante. Los gobiernos se definen en mayor medida por la percepción que la población tiene de éstos, y esa no deviene de hacer un gobierno técnico, sino de un trato diario y constante que es cálido, cercano, empático, franco y armonioso del Gobernador, primero a toda la estructura burocrática y, segundo a toda la población, comenzando por la menos favorecida. Por supuesto que las políticas de gobierno y el entregar resultados importan, pero deben constituirse sobre una base fundamental de buena relación y confianza entre el gobernante y la gente.
Ser evaluado de manera continua en las encuestas –las cuales se basan en la percepción de la gente- como un gobierno sin un buen desempeño, tiene más que ver con el tipo de relación que se ha decidido construir con el pueblo, que con las acciones de gobierno que se han emprendido. ¿Cómo se debe gobernar en los últimos 20 meses del Poder Ejecutivo del Estado de Colima? ¿Qué requiere hacer el licenciado José Ignacio Peralta Sánchez para cerrar bien un gobierno que ha tenido circunstancias difíciles? Aquí algunas sugerencias de su servidor, sustentadas en diversos años de experiencia en el sector público y otros más como consultor de gobierno y político.
Lo primero es reconciliarse plena y totalmente con el PRI. El licenciado José Ignacio Peralta Sánchez es un Gobernador priista, electo por este partido y militante desde hace muchos años del mismo. Inclusive de familia históricamente priista. Por eso suena a contrasentido que desde el primer día de su gobierno haya existido un alejamiento del partido tricolor, a tal grado que la estructura burocrática estatal, en su ADN, no lleva esos colores. Si este alejamiento se dio de manera anterior, en lo que queda del Poder Ejecutivo Estatal se debe tener la mayor cercanía y apoyo posible. Tiene que haber una reconciliación plena. Esto incluye descartar de una vez por todas cualquier tipo de alianza fáctica establecida con candidatos de otras fuerzas políticas. Si alguien servirá de escudo y protector del legado del licenciado José Ignacio Peralta Sánchez como Gobernador, serán los priistas.
También, se sugiere una mayor incidencia en la agenda pública del estado, es decir, tener una mayor capacidad para posicionar los temas de interés público a los que medios de comunicación y la gente deben tomar atención y dar prioridad. ¿Por qué? Porque al no ser el Poder Ejecutivo quien determine la agenda pública de la entidad, lo hacen y harán otros actores, como las fuerzas de oposición. En este escenario, no sólo los medios de comunicación y la gente habla sobre los temas que define la oposición, sino el mismo Gobernador y su equipo se ven obligados a reaccionar y trabajar condicionados por lo que la oposición establece.
Asimismo, aunque parece trivial, se requiere reconformar el gabinete. Es bien sabido que uno de los mayores costos de un gobernante es permitir que en su organigrama permanezcan las personas incorrectas. Cada segundo que esto sucede tiene consecuencias que podrían llegar a ser hasta irreparables. Sin sugerir nombres, al Gabinete estatal le hacen falta personajes que se deban a la gente, que surjan de esta, con capacidad y preparación, pero que conozcan las carencias y las dificultades de una vida basada en la cultura del esfuerzo. Los técnicos deben ser retirados de las principales posiciones para dar paso a una gama de personajes sociales y políticos que reflejen de manera directa y clara la voluntad popular y expectativa de los colimenses.
De manera adicional, conviene recuperar la buena o excelente relación con los sindicatos, cámaras y agrupaciones: los del magisterio, los burocráticos, los patronales, los de comerciantes, los de organizaciones de la sociedad civil, los empresariales, entre muchos otros. Nadie más debería ser mejor amigo ni tener relación más estrecha con sindicatos, cámaras y agrupaciones, que el Poder Ejecutivo del Estado. El PRI será el primer círculo de influencia y defensa del licenciado José Ignacio Peralta Sánchez, el segundo lo serán, si se desea, los sindicatos, cámaras y agrupaciones. Por lo que aquí se ha dicho y muchas cosas más, el Poder Ejecutivo del Estado merece un viraje, que sólo el Gobernador podrá decir en qué sentido será. Lo que no puede permitirse es continuar siendo calificado como uno de los peores gobiernos, percibido así por la población. Así sugiere su servidor los últimos 20 meses de Nacho Peralta.
Colofón
El día lunes 24 de febrero de 2020 su servidor tomé protesta ante el Honorable Congreso del Estado como integrante del Consejo Consultivo del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos del Estado de Colima (Infocol), siendo el Consejo Consultivo el órgano colegiado que apoya al Infocol a cumplir su función de organismo garante de la transparencia y que coadyuva a mejorar el acceso a la información pública. Este nombramiento es el resultado de una decisión que tomó la LVIII Legislatura mediante el Decreto número 266 de fecha 22 de febrero de 2017 y en el que se designó a mi persona como Consejero suplente del Lic. Mario Acevedo Manzano, pero la LIX Legislatura es la que materializó tal designación dando cumplimiento legal al referido decreto.
Es propósito de su servidor sumarse al Infocol, ahora desde el lado institucional, como un soldado más que protege, da estabilidad y fortalece la consolidación de un organismo garante de la transparencia y de la protección de datos personales en el estado de Colima. Quienes me conocen de manera personal y a mediana distancia saben que llevo varios años exigiendo, desde la “trinchera ciudadana” y sustentado en mi formación académica como licenciado en administración pública y maestro en políticas públicas, así como en mi experiencia profesional en el sector público y como consultor de gobierno, el diseño de mejores instituciones en materia de transparencia y combate a la corrupción. Agradezco la oportunidad otorgada a mi persona en quien se puede confiar se trabajará representando la voluntad de la gente y dando estricto cumplimiento a la ley. Les invito a sumarse haciendo equipo con el Infocol.