LUCES EN EL CIELO

Aunque las celebraciones pirotécnicas por el Año Nuevo se remontan en Mazatlán y Acapulco hasta antes del cambio de milenio, Manzanillo incorporó hace 20 años estos espectáculos a su oferta de atractivos para esa temporada turística.

El impacto ha venido creciendo a tal grado que, como dijo la gobernadora Indira Vizcaíno en los Diálogos por la Transformación de esta semana[1], Manzanillo se Ilumina fue la fiesta de fin de año más importante del Pacífico mexicano en 2023, con más de ocho mil personas sólo en el escenario principal.

Si no tuviera ese plus, el número de visitantes a nuestro principal destino de playa habría venido disminuyendo conforme el puerto comercial gana terreno. Manzanillo ha ido perdiendo competitividad en el mercado de vacaciones familiares frente a los otros balnearios que le disputan ese nicho en la región: Barra de Navidad y Melaque, Jalisco.

En este vigésimo aniversario el gobierno estatal sumará sus esfuerzos a los de la ciudad portuaria, a diferencia del inicio de 2024 cuando la pugna entre Rosi Bayardo y la entonces alcaldesa Griselda Martínez –siendo las dos, todavía en ese momento, del mismo partido– se tradujo en dos festejos inconexos y excluyentes entre sí.

Las tensas relaciones entre el gobierno estatal de Indira Vizcaíno y los gobiernos municipales de las hoy consejeras de Movimiento Ciudadano en la entidad, Griselda Martínez, en Manzanillo, y Margarita Moreno, en Colima, hicieron también inconcebible que a los festejos por el Año Nuevo en el puerto se sumara la capital.

Hoy, con Riult Rivera como alcalde, para recibir 2025 en el centro histórico se llevará a cabo el festival de luces ‘Colima Resplandece’, siguiendo el mismo esquema de fuegos artificiales de Manzanillo. Y esperamos que llegue para quedarse, dijo la gobernadora.

VELADORAS VOLADORAS

Ignorada por el sector hotelero y las operadoras logísticas, la edil Martínez concentró su festejo en el puerto viejo y, quienes nos instalamos a ver ‘las luces’ en alguna otra zona de la bahía, sólo pudimos ver a lo lejos la pirotecnia pagada por el municipio.

Ya para ese momento ministra sin cartera de Fomento Económico y, por ende, de Turismo en la entidad, Rosi Bayardo no sólo era la funcionaria polivalente que se había hecho cargo de la dirección general del DIF estatal, sino que estaba en plena precampaña electoral y seguía siendo, como lo fue desde el arranque del sexenio de Indira, el enlace gubernamental para los municipios costeros.

Anfitriona de la transmisión televisiva del espectáculo de Año Nuevo, Bayardo Cabrera vio cómo se frustraba la realización de algunas partes del programa que prepararon entre ella y el subsecretario de Turismo, Jorge Padilla, como la elevación de globos con aire caliente y figuras gigantes infladas con gas.

El espectáculo se suspendió porque a la descordinación entre Gobierno del Estado y Ayuntamiento, se sumó la costumbre que los porteños guardaron de años anteriores cuando los convocaban a lanzar globos de Cantoya. Esas ‘veladoras voladoras’, de alcanzar suficiente altura, habrían quemado la tela de los aerostatos dejando escapar el aire caliente que los sostiene en el aire, o hecho estallar los globos de gas.

No sabemos si por iniciativa de los hoteleros o como travesura de la munícipe Griselda, también se lanzaron desde algunas playas bengalas que suponían el mismo riesgo de incendiar a los globos, poniendo en peligro a sus tripulantes y al público que miraba desde abajo.

Para el advenimiento de 2025 nada de esto ocurrirá, porque Rosi Bayardo es ahora presidenta municipal y el Ayuntamiento contará con todo el respaldo del gobierno estatal para celebrar el 20° aniversario de ‘Manzanillo se Ilumina’.

MANZANILLO SE ILUMINA

Por primera vez, adelantó el subsecretario Padilla, habrá espectáculo de fuegos artificiales en la bahía de Santiago, con cinco puntos de lanzamiento en mar, y en su bahía gemela, con catorce puntos de lanzamiento en tierra y siete en el mar. Las luces arrancarán a las 12:00 de la noche y durarán 10 minutos. En la “zona comercial gastronómica” (que a saber cuál es) habrá comidafest.

Las formaciones aéreas de 500 drones que el año pasado fue visto “por más de 120 mil personas”, el 31 de diciembre se ubicará en el escenario principal Playa Azul a un costado de Plaza Punto Bahía.

Para el programa musical ya no habrá escenarios por separado del municipio y del gobierno estatal, aunque se promete diversidad de géneros para satisfacer diferentes gustos, y distribución geográfica para acercar los festejos a los habitantes de la mancha urbana más extendida del estado.

Tocará un grupo versátil en Playa Azul y, en la plazoleta del Pez Vela, otro conjunto musical será el telonero de Mi Banda El Mexicano de Germán Román. Por su parte, la alcaldesa Bayardo adelantó que en próximos días dará a conocer la sorpresa para esta festividad. ¿Otra vez la MS?

En el centro de Manzanillo habrá fuegos piromusicales (“un show más impactante y vistoso” que las luces de bengala ya conocidas, que además usa menos pólvora) y pirotecnia tradicional. Así como su propio espectáculo luminoso con 300 drones sobrevolando al Pez Vela.

De acuerdo con Rosi, en este evento incluyente, “con una zona especial para personas con discapacidad, (todas) con vista al escenario principal y estacionamiento exclusivo”, se esperan no menos de cinco mil personas.

COLIMA RESPLANDECE

Al inicio de su administración, Riult Rivera anunció un festival navideño en el centro de la ciudad para darle continuidad al docenario guadalupano. En el empeño por recuperar los espacios públicos, el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Colima unen fuerzas para acercar la celebración de Año Nuevo a esos cientos de capitalinos que se trasladan (ida y vuelta, dada la falta de cuartos o los precios del hospedaje) a Manzanillo.

En esos días de cruda moral luego de la Nochebuena, dentro de la ciudad los colimotes no tienen mucho que hacer en el periodo vacacional. Quienes cuentan con recursos viajan al extranjero o se pagan vacaciones a destinos como Puerto Vallarta o Cancún con una relación costo-beneficio más clara que Manzanillo, donde, en cambio y especialmente en esos días, los prestadores de servicios turísticos suelen quedarnos a deber.

Por lo menos quienes tienen coche, se trasladan a Comala para disfrutar una de las tantas ferias sin nombre que realiza ese municipio al año para incentivar al turismo local. En esos días los hombres de a caballo y los amantes de las fiestas charro-taurinas ya se movieron a Coquimatlán, donde los más devotos acabarán acompañando al Señor de la Expiración en su retorno a Rancho de Villa.

‘Colima resplandece’ arrancará a las 7:00 de la tarde con un espectáculo de drones, pirotecnia y luces láser. Todo en el marco del festival navideño con venta de comida típica de la temporada, en una dinámica que Riult, a quien no se le agota el repertorio de eslóganes, denominó ‘Colima sabe bien’.

En la continuación de estos eventos gratuitos que de la dinámica de teatro del pueblo pasaron a la de los shows en escenarios monumentales, siguiendo la pauta de los conciertos masivos en el Zócalo, promete el alcalde capitalino que “se tendrá la presentación de un artista sorpresa”. ¿Estará acá, entonces, la MS?

LA CAPITAL SABE BIEN

Congregar a los colimenses con el pretexto de escuchar a un artista de los que hace años uno sólo podía ver en el palenque, los bailes o el Teatro Hidalgo, ha demostrado en el caso de la ciudad de Colima ser una exitosa medida para recuperar el espacio público.

Es durante esos festivales que la zona recreativa se extiende del perímetro del jardín Libertad hasta el jardín Núñez. En su mejor momento, el Festival del Volcán llegó hasta el jardín de La Concordia (oficialmente, jardín Juárez).

Poblar esos espacios durante las horas de la noche ayudó a desterrar de lugares como el propio jardín chiquito (el Torres Quintero) o la calle Zaragoza, la oferta de prostitución femenina, transgénero y masculina que se dio como consecuencia de la baja afluencia al centro.

Hace unos días criticábamos al Ayuntamiento de Colima porque ha pretendido disimular con este tipo de festivales que se realizan en la vía pública, la falta de trabajo en el mantenimiento de la infraestructura urbana o en la prestación de los servicios públicos. Y hasta dijimos que lo mejor que podía hacer esta administración naciente, era dejar que la gente se organice en el docenario como siempre lo ha hecho.

Debo reconocer, ahora, que Riult se sacó la espina.

Qué bueno que sus colaboradores entendieron que hay en la Comuna personal de base y sindicalizado, así como servidores públicos de carrera que han aprendido a hacer las cosas tan bien o mejor que como las diseñan esas empresas organizadoras de eventos a las cuales el alcalde o la alcaldesa en turno les concesionaron la planeación de festivales.

MOLE, POZOLE Y PINOLE

Descritos con frases publicitarias, estos encuentros no dejan de ser mercados municipales a los que los artesanos y comerciantes locales acuden para ofrecer los productos que los consumidores requieren en esta temporada.

El verdadero festival navideño, por ejemplo, es el de las peregrinaciones a Catedral. Y sucede lo mismo que en las parroquias consagradas a la Virgen de Guadalupe en Villa de Álvarez, Comala, Armería o Manzanillo: son ferias con más puntos de venta de figuras para el nacimiento, que expendios de ropa de manta.

En todo el mundo cristiano, estos mercados cobran vida previo a la Navidad porque ahí se pueden adquirir esferas, listones, figuras y toda clase de adornos para el árbol; lo mismo que coronas y figuras de cerámica con forma de arcángel, demonio, pastor, rey mago o animal. Las más grandes y detalladas son las representaciones de San José y la Virgen María, mas no tanto como la pieza central del pesebre: el Niño Dios.

Los navideños son mercados populares que, como el de los juguetes, tienen que competir con los supermercados que venden todo el año los productos de las trasnacionales que se anuncian en televisión. En el Parque Hidalgo instalan un tianguis navideño, donde se pueden encontrar muñecas, carritos y triciclos a precios más accesibles para los Santos Reyes.

Hace bien Riult Rivera en atender a un comercio casi informal con el que se fortalece la economía doméstica. Con excepción de los artesanos foráneos y hablando de expendedores de comida o bebidas típicas, la mayoría de los puestos son negocios familiares sostenidos muchas veces por mujeres que los sábados, en los barrios del centro y en las colonias de la periferia, hacen ‘pozole para vender’, o que en las noches de la semana salen a la calle a ofrecer ‘cena’.

Los antojitos son el alma de una gastronomía ajena por completo al menú de la industria restaurantera. Y la virtud de estos mercados populares es que acaban siendo, como dice el investigador Jorge A. González, “frentes culturales” donde los colimenses de diferentes estratos sociales, linajes familiares y costumbres se saludan.

Mi correoe electrónico: carvajalberber@gamil.com


[1] ‘Indira anuncia 20° aniversario de Manzanillo se Ilumina y presentan Colima Resplandece festival de luces’. Gobierno del Estado de Colima, Coordinación General de Comunicación Social. Boletín de Prensa, 4 de diciembre de 2024.

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