“Desesperadísimo” (dijera un amigo) está Joel Salgado, líder del Sindicato al Servicio del Ayuntamiento de Manzanillo, DIF y Organismos Descentralizados (STSSDODM), quien junto a numerosos trabajadores han intentado a toda costa descarrilar el gobierno municipal de Griselda Martínez, a la clásica y ya predecible usanza de estas apéndices priistas desde que incendiaron el trienio de Elías Martínez en Tecomán y ocasionaron un daño irreversible para el municipio limonero.
Después de algunas semanas de baja intensidad, el sindicalismo más dañino para cualquier ente pública ha vuelto al ataque para tratar de socavar el funcionamiento de la capital económica del estado, a sabiendas de que tienen el respaldo del PRI-Gobierno, como se vio ayer en la visita del gobernador José Ignacio Peralta, quien no dudó en prestar oído para analizar las inquietudes de este grupo de “trabajadores”.
El STSSDODM ya se ha dado cuenta que sus exigencias de un aumento del 6% a su salario no procederán ante el actual gobierno municipal, no solo por haber sido signado con ¡la anterior administración!, sino por el hecho de que al otorgarles una excesiva partida presupuestal para su aumento, la comuna tendría que descobijar servicios importantes para la población de aquí a fin de año.
Mientras el gobernador extiende apoyo a los sindicalizados priistas, mediáticamente estos “trabajadores” han salido desprestigiados, especialmente en la jornada del martes, cuando la ciudadanía manzanillense se dio cuenta que el paro laboral de más de los integrantes de este sindicato no afectaron el funcionamiento de la administración municipal; se recogió basura en 12 de 13 rutas, se hizo el trabajo de mantenimiento de calles y jardines, mientras los quejosos dejaban de laborar en las inmediaciones a la presidencia, en medida de presión por una exigencia no pactada, que además no vulnera sus derechos, pues sus más de 130 prestaciones (sí, ¡130!) continúan impolutas.
Quisieron aprovechar la visita del miércoles de Nacho Peralta y el director de la API, Héctor Mora, para vender humo a la actual administración porteña; lo único que consiguieron fue ser grabados en acciones casi vandálicas que circulan por redes sociales, evidenciando su intolerancia y su espíritu porro, además de exhibir ante el ojo ciudadano que hay “trabajadores” de más en una nómina que cuesta al erario 300 millones de pesos cada año.
También, la intromisión de Nacho Peralta en la discordia sindical se debiera interpretar como un pésimo gesto político. En el Gobierno del Estado hay problemas laborales a los que el gobernador ha hecho caso omiso, como la pretensión del cambio de modalidad en el IMSS, que no ha caído nada bien en los colaboradores de la administración peraltista, ni siquiera entre los más priistas.
Seguros están los de ese sector sindicalizado en Manzanillo, que una alianza con el gobernador Peralta les resultará redituable en su lucha; ignorando el hecho de que en 2018 hubo un cambio de régimen en las urnas porteñas, y el efecto es totalmente contrario al que ellos imaginan.
De paso, los “trabajadores” manzanillenses han logrado que la presidenta Griselda Martínez se mantenga firme: aumento solo del 3%, para no descobijar el funcionamiento adecuado del Ayuntamiento porteño.
API-Gob Col, como agua y aceite
La alianza político-mediática que ha hecho el director de la Administración Portuaria de Manzanillo, Héctor Mora, con el gobernador del estado, José Ignacio Peralta Sánchez, no deja bien parada la imagen de la Cuarta Transformación ante esos mismos que votaron en todo Colima por un cambio de régimen en las últimas elecciones.
No se puede mezclar agua con aceite. Pese a la guerra sucia, la 4T sigue teniendo una abismalmente superior aceptación a la del Ejecutivo estatal (ni mencionar la del propio presidente López Obrador), aunado al hecho de que el voto masivo que se dio en las urnas colimenses fue un rechazo implícito a la administración estatal con la que el director de API mediatiza de manera constante.
Habrá de decir que tampoco se trata de generar conflicto en las relaciones interinstitucionales entre el ente administrador del Puerto y el Ejecutivo estatal; se trata solamente de representar a la 4T en toda su extensión, por ejemplo, presumiendo logros con actores ligados al nuevo régimen.
¿Virgilio parecido políticamente a AMLO? Tal vez en Narnia…
El intento de reposicionamiento que realizará el regidor de Manzanillo, Virgilio Mendoza, incluirá una campaña para asociar sus acciones, como la entrega de zapatos a bajo costo, con los programas sociales de AMLO. El mero intento es ya un chiste.