MANZANILLO, MODELO A SEGUIR PARA CUATROTEÍSTAS

No cabe duda de que en tiempos en los que salen neocuatroteístas en distintos distritos legislativos y en las precandidaturas municipales, todos debieran detenerse a analizar la contundencia en el discurso, pero sobre todo de las acciones acordes a esta propuesta de gobierno que ha implementado el Ayuntamiento de Manzanillo.

Conocido ahora por ser el ente municipal que más obras desarrolla en beneficio de la población de todos los sectores, incluso llegando a superar la inversión estatal de obra pública, este ha sido solo uno de los ejes que han generado el consenso de que la presidida por Griselda Martínez es la mejor administración del presente trienio.

Si bien la inversión en obra pública, que tiene un promedio de $100 millones de pesos por año en lo que lleva de administración, es en sí el más rimbombante de los programas de desarrollo municipal de la presidenta municipal, habrá que recordar una serie de acciones que han dado certeza y viabilidad financiera a un municipio que históricamente vivía en la parálisis (pese a ser la capital económica de la entidad), inexplicablemente endeudado de manera crónica hasta la llegada de Martínez Martínez, quien no escatimó esfuerzos para encontrar todas las fugas que afectaban las arcas porteñas e impedían su desarrollo.

Entre sus acciones están el diagnóstico para darle número a la afectación que tenía el erario municipal hasta antes de su llegada, un adeudo calculado en más de $700 millones, de los cuales ya ha abonado pagos para mitigar las deudas del pasado, que impedían que la ciudad puerto tuviera liquidez para mejoras sustanciales, además de una serie de denuncias que han evidenciado los malos manejos de las administraciones del viejo régimen en Manzanillo.

Los buenos manejos financieros y la austeridad, han permitido que Manzanillo sea la administración municipal que más invierte en vialidades, agua potable y alcantarillado, pero que también ha implementado programas de atención al Covid a aquellas familias que pararon totalmente su actividad laboral durante la etapa más dura del confinamiento, así como programas de financiamiento y capacitación a pequeñas empresas que ahora son promovidas en los estantes de Consume Local en distintos puntos turísticos de la ciudad, sin olvidar la promoción de la cultura.

Griselda Martínez ha aportado también una opción distinta en cuanto a presencia mediática. Pese a que obras son amores, y su administración además ha brillado por una importante cantidad de programas que abonan a una mejor convivencia y desarrollo social, la alcaldesa porteña es sensible en su actuar pero implacable con sus detractores. Su contundencia asusta a los aliados al régimen estatal y la mejor muestra es la forma en que doblegó el discurso oficial sobre el Relleno Sanitario que lideró el gobierno de José Ignacio Peralta Sánchez, que no buscaba otra cosa que justificar la privatización de este inmueble.

El énfasis en la transparencia y el buen uso de los recursos municipales fue la bandera con la que miles de manzanillenses respaldaron a Griselda en el tema de la preservación de este activo municipal y denostaron el burdo intento del régimen estatal.

Una bandera y una gestión que deberá ser analizada por los cuatroteístas que miran hacia el futuro.

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