Supera gratamente la expectativa de los matrimonios colectivos en Manzanillo, la tarde de ayer 15 de febrero, en la emblemática explanada del Pez Vela, 200 parejas dijeron “SÍ, al amor”. La ceremonia cívica, fue encabezada por la Presidente Municipal del H. Ayuntamiento de Manzanillo Griselda Martínez, quien fungió como jueza del matrimonio civil de todas las parejas.
Por su parte la Secretaria General Martha Zepeda, dirigió la ceremonia y dictó los votos matrimoniales de las parejas. El ambiente festivo invadió la plaza central, con la presencia de más de 1,800 espectadores, entre familiares, amigos y público en general que asistieron a la boda del año. Quienes deleitaron sus oídos con la música romántica de la Rondalla de la Universidad de Colima, cuyas canciones enmarcaron el día tan esperado de los enamorados y las enamoradas.
La presidenta fungió como jueza, dirigió un caluroso mensaje a los recién casados: “Celebro que hoy nos reúna el amor libre, el amor fuerte, el amor valiente, el amor que les trajo hasta aquí a todas y todos. Algunos han trazado recientemente un camino y con éste matrimonio reafirman su andar. Pero hay quienes han recorrido décadas de la mano, y con éste matrimonio sellan por siempre su vida compartida.
Deseo para cada uno de ustedes, que la unión legal que inician hoy, fortalezca su relación, les llene de confianza, responsabilidad, mucha felicidad y amor. ¡Felicidades por decirle sí al amor!” Como en todas las bodas, la fiesta masiva celebró con el clásico beso de los recién casados, de igual forma las novias lanzaron el ramo de flores y no podía faltar la “víbora de la mar” amenizada por el grupo versátil Ataide.
La fiesta continuó con la rifa de regalos, que dirigió el padrino de brindis, Jorge Padilla, representante de los comerciantes del Paseo de las Brisas, cuyos premios emocionaros a las parejas, pues iban desde noches románticas en hoteles, cenas románticas en restaurantes hasta vales para alguno de los negocios del barrio con encanto. Las parejas recién casadas, se mostraron felices por consumar su ilusión de matrimonio, ante una histórica boda colectiva.