ME LO DIJO ADELA

¿Qué debemos hacer los medios para preservar la libertad de expresión y tener una relación más productiva con el poder, en términos del interés de nuestra audiencia?, pregunta Enrique Quintana, vicepresidente y director general editorial de El Financiero.

Para Adela Navarro, directora del semanario Zeta en Tijuana, lo que debemos hacer es “apoyar el periodismo de investigación y ponderar el periodismo colaborativo”.

“Hay periodistas colaborando con Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y otros organismos de la sociedad civil porque los medios de comunicación no les dan la oportunidad, el tiempo ni los recursos para hacer periodismo de investigación, para hacer reportajes de largo aliento que evidencien lo que está sucediendo en las esferas del poder”.

“No voy a desacreditar a los compañeros que han hecho periodismo colaborativo con MCCI o con alguna asociación de periodistas. Ellos encontraron la manera de continuar evidenciando y revelando la información que las entidades de poder se niegan a que sea revelada. Los medios de comunicación tendríamos que tener el compromiso de apoyar a ese mismo periodismo de investigación que se está intentando limitar desde el discurso presidencial.

“En el pasado colaboraron, en investigaciones contra Enrique Peña Nieto, grandes periodistas de medios y plataformas digitales con MCCI, y el debate no era éste. Por eso debemos unirnos para publicar los temas delicados, sea de corrupción institucional, narcotráfico, inseguridad o crimen organizado. Hacerlo con rigor periodístico y colaborando para propagar el reportaje”.

Así lo expuso Navarro en el foro virtual (MeetPoint) ‘Prensa y poder en tiempos de conflicto’ que se realizó el 3 de marzo de 2022 en el canal de El Financiero-Bloomberg (https://www.youtube.com/watch?v=nekC5eBpfug), donde participaron también Ricardo Raphael, Julio Hernández ‘Astillero’ y Raymundo Riva Palacio.

LATINUS ES PRENSA MILITANTE

Para Raymundo Riva Palacio, la clave de una relación más productiva entre prensa y poder está en la publicidad oficial. “Se puede establecer claramente en qué momento el gasto público en ese rubro pervierte el trabajo periodístico y cuándo no. El mecanismo para la distribución de la publicidad oficial en México, está mal. En otras partes del mundo es fácil saber cuándo caes como medio en un conflicto de interés, es decir, cuándo la publicidad oficial afecta tu política editorial”.

“Si al momento en que le asignan publicidad oficial el medio empieza a girar su línea editorial, evidentemente hay un conflicto de interés. Por el contrario, si el medio recibe publicidad oficial y no cambia su línea editorial significa que ejerce su libertad de expresión sin estar sujeto a presiones, chantajes ni extorsiones. Analizando el comportamiento editorial de un medio con y sin publicidad oficial, se puede saber qué tanto incide el presupuesto público en la gestión periodística.”

Para el autor de la columna Estrictamente Personal, “en México tenemos dos tipos de prensa. Ambos absolutamente legítimos, más allá de que podamos evaluarlos o analizarlos en función de sus méritos. Se trata de una prensa militante y una prensa comercial, pero ambos tipos de medios de comunicación requieren de mayor transparencia”.

“Desde los setenta se decía que en México no existe libertad de prensa, sino libertad de empresa. Eso se da en todo el mundo, tanto en las democracias más avanzadas como en las imperfectas como la nuestra. Hay libre empresa y hay una prensa militante, son las grandes líneas editoriales que se tienen. Ya si se hacen bien o mal, es otra discusión.

“Esta división es clara para los académicos, mas para los consumidores de información es inexistente y genera muchísima confusión. Prensa militante, en este caso, es la que se utiliza como instrumento de propaganda para apoyar una causa o un proyecto. En esos medios la pluralidad y los equilibrios no existen, pero es una prensa legítima y legal. Otra cosa es que le falte transparencia. Por ejemplo, LatinUs es una prensa militante, aunque la estructura de propiedad te llevaría a pensar en una prensa comercial.”

FALTA PUBLICIDAD COMERCIAL

“Coincido con Adela en cuanto a la importancia del periodismo colaborativo –sigue diciendo Raymundo Riva Palacio–. El mercado publicitario está muy distorsionado, aun cuando la publicidad oficial se ha reducido de manera significativa.

“Un dato reciente, en una economía mexicana más o menos similar a la brasileña, cuando no más chica, el mercado publicitario tiene la tercera parte de su tamaño en Brasil. La asimetría entre los dos mercados publicitarios no corresponde a la pequeña asimetría en el tamaño de la economía.

“En México, el mercado publicitario privado realmente es muy limitado. Y esa es una restricción no sólo para hacer periodismo de investigación, sino periodismo básico siquiera. Para una cobertura nacional o internacional. Por ejemplo, no hay ningún periódico mexicano que tenga un enviado en Ucrania, salvo Excélsior, cuyo director general fue para allá. Los mexicanos no tenemos cobertura de prensa en el evento más importante para esta generación, por el cambio que está generando.”

“Al no existir fuentes de ingresos publicitarios que vayan más allá de los propios gobiernos, aquellos medios que luchan por sacar las nóminas recurren al periodismo colaborativo. MCCI jugó un papel fundamental en la exhibición de la corrupción durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, pero no fue actor único. Hicieron un gran trabajo los periodistas de a pie que reciben financiamiento de fundaciones extranjeras porque, sin esas subvenciones, no hay manera de hacer el trabajo de trinchera que realizan.

“No están comprometidas las líneas editoriales ni están siguiendo una agenda que nada tenga que ver con los propósitos para los cuales fueron creadas esas organizaciones y medios de comunicación. Pero, además de buscar informaciones, plataformas de periodismo colaborativo dan también capacitación [como ocurre con Connectas] y hacen una defensa de los periodistas absolutamente legítima.

“No hay que estigmatizar al periodismo colaborativo, porque no apesta. Es una manera de seguir haciendo periodismo de investigación. La idea original de MCCI viene de ProPublica en Estados Unidos, que tiene una redacción de periodistas talentosos y recibe financiamiento privado sin que eso comprometa su línea editorial. El dinero se lo entregan empresas o fundaciones en forma altruista, porque entienden que al fortalecer una prensa independiente se fortalece al sistema democrático. El debate de fondo es si queremos ser una democracia liberal o un régimen autocrático, en eso estamos revolcándonos todo el tiempo los medios de este país”, señala Riva Palacio.

DOS MODELOS DE PERIODISMO

En palabras de Julio Astillero, “estamos presenciando una batalla entre dos modelos de país y, al mismo tiempo, dependiendo de este emplazamiento, entre dos modelos de periodismo”.

“Por un lado, un periodismo que beatifica hechos que han constituido a lo largo del tiempo complicidades con los poderes políticos y económicos. Se habla de independencia, libertad de expresión y democracia, cuando lo que se ha vivido en México es todo lo contrario. Se ha vivido el silencio, las explicaciones y esos intentos de canonización desde ciertos espacios mediáticos.

“Hay una prensa militante, la ha habido efectivamente. En general, la prensa mexicana (radio, televisión e impresos) ha sido militante al servicio de los poderes políticos, de los anteriores presidentes de la republica y de las complicidades con las grandes empresas.

“Los dueños de medios de comunicación utilizaron al Estado y sus formas de financiamiento, para sanear su economía interna. Los industriales de radio y televisión suelen presionar al gobierno a través de esos mismos medios para mantener las concesiones del espectro radioeléctrico o conseguir contratos para nuevos negocios.

“Es la batalla de dos modelos de nación: uno, el modelo anterior, donde el nombre que está en muchas de estas referencias es Carlos Salinas. Voceros del salinismo siguen encaramados en muchos puestos directivos y encajados en espacios de locución o conducción, como comentaristas o articulistas.

“Ese presunto periodismo es espurio. Por eso me sumo a la exigencia de mayor transparencia y claridad absoluta en la forma de asignar la publicidad gubernamental a los medios de comunicación. Esa es una tarea pendiente.

“Es necesario también que el gobierno federal y los gobiernos de los estados establezcan mecanismos, financiados adecuadamente, para proteger a periodistas y a defensores de derechos humanos.

“Y otra de las grandes reformas que no se han intentado en nuestra historia, es la de los medios de comunicación: que las concesiones que son de interés público en radio y televisión abierta sean congruentes con el interés público, y no se conviertan en trincheras para el enriquecimiento de las élites, por una parte, y, por otra, en espacios para la guerra política e ideológica desde esas mismas trincheras.

“Urge una profunda revisión de las concesiones de medios de comunicación electrónicos. Deben someterse al genuino interés público. Televisa y Televisión Azteca han sido entes promotores de una percepción distinta de lo que en realidad sucede, y ello ha contribuido a un atraso en la vida política y democrática. Los canales televisivos, más otras cadenas de radio y de periódicos, se han convertido en espacios que con un disfraz de periodismo y encubriendo sus verdaderos propósitos políticos de regresión, buscan reintegrar los valores comunicacionales que les dieron privilegios y relevancia”, sostiene Astillero.

PERIODISMO Y MÁS PERIODISMO

Para Ricardo Raphael, “privilegiar el periodismo de investigación equivale a privilegiar las condiciones bajo las cuales se hace periodismo de investigación en México. Lo que está en riesgo no es sólo la información sino que, sin investigación periodística, este país muere en la oscuridad como decía la cabeza de un diario estadounidense”.

“Primer tema: por la crisis del modelo de financiamiento, las condiciones para hacer investigación han tenido que emigrar. Cualquier método legítimo para acercar recursos a la investigación, es bueno. En ese sentido, el periodismo filantrópico con el esquema de donaciones es bueno. No creo que MCCI se parezca en nada a ProPublica. Detrás de ProPublica no hay un Claudio X. González, pero sí hay una aspiración a defender el periodismo filantrópico.

“Es clave que los suscriptores asuman la importancia de la investigación periodística y estén dispuestos a financiar parte de este esfuerzo. El dinero se ha agotado, pero el periodismo de investigación es urgente.

“Segundo tema: tenemos que generar condiciones materiales para hacer reportajes, al mismo tiempo de garantizar seguridad social, estabilidad en el empleo y medidas de protección para los reporteros que están investigando temas delicados.

“Los protocolos de cuidado a los reporteros son clave para el periodismo de investigación. Las condiciones materiales para realizar reportajes, para salir a la calle e ir al lugar de los hechos, son muy pobres en este país. Ese es parte del problema central.

“Tercer asunto, ni un paso atrás en el modelo de acceso a la información que hemos construido en este país. Más bien, demos pasos hacia adelante porque el día en que el modelo de acceso a la información que hoy tenemos resulte lesionado, el ejercicio periodístico va a sufrir seriamente para cumplir su misión.

“Cuarto elemento: la protección del propio gremio por parte de la institución, el Estado y la sociedad, ante los embates del poder y del crimen organizado, desde luego también de los intereses económicos.

“Y, por último, lo que me parece más importante y de lo que menos hablamos: la cohesión del gremio. Hagamos un llamamiento a que el gremio discuta, como lo estamos haciendo aquí, sus propios problemas. Que no sea en la mañanera sino en un esfuerzo gremial donde analicemos los problemas que estamos enfrentando todos, desde diferentes ángulos y con distintos énfasis.

“Tendríamos que estar repensando el oficio, redefiniéndolo a partir de eso, emplazándolo hacia el siglo XXI. Lamento mucho que conversaciones como estas las tengamos generalmente cuando hay alguna víctima entre los periodistas. Yo celebraría que, en algún momento antes de que se agoten los años que me restan de vida, se fortalezca el gremio porque ahí está la palanca para salir del atolladero [de la inseguridad].

“Concluyo: estoy convencido que, estos embates, la crisis que estamos enfrentando se resolverá con periodismo, más periodismo y mucho más periodismo. Esa es nuestra principal arma, ojalá y podamos seguir siendo capaces de ejercerla”, sostiene Ricardo Raphael.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com

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