MEDIOS CONVENCIONALES

Sobre la base de que el gobierno del presidente López Obrador ha mantenido una política de respeto absoluto al ejercicio del periodismo, de la libertad de expresión y de la opinión pública, Julio Astillero reitera varios meses después de la vez anterior que conversó con Kimberly Armengol en Debate 22 sobre el tema de ‘Los medios de comunicación y la 4T’, que no conoce “hasta este momento un solo caso comprobado y demostrado de presión gubernamental para desplazar a un periodista o para quitarle su espacio de opinión”.
En la emisión del 15 de abril de 2021 (https://www.youtube.com/watch?v=4D8KUNybuQU&t=102s) de la barra en Canal 22 donde se alternan conductores a lo largo de la semana, el periodista Julio Hernández López, autor de la columna Astillero en La Jornada y conductor de espacios de opinión e información en las plataformas digitales bajo la marca de Julio Astillero, reconoce que desde el arranque del sexenio “ha habido movimientos de personajes en diferentes espacios o empresas de comunicación, pero obedecen a otro tipo de razones”.
En México “se sigue ejerciendo a plenitud la crítica a Andrés Manuel López Obrador, y el presidente se defiende desde el espacio que tiene: el atril en Palacio Nacional de la conferencia mañanera de prensa”. Sin embargo, “el proyecto político de López Obrador no ha podido consolidar una alternativa, sobre todo en los medios públicos, frente a esta línea comunicacional que se sostiene sobre los medios convencionales”.
Esos medios tradicionales siguen defendiendo las viejas estructuras y añejas prácticas, pero en el fondo también están sufriendo el embate económico que implica la reducción de los recursos públicos en materia de convenios de publicidad. Esa batalla entre el gobierno federal y los medios fue muy importante para definir el resultado de la elección intermedia de junio de 2021 y para lo que vendrá en el marco de la sucesión presidencial en 2024, resume Astillero.
 
LOS MEDIOS PÚBLICOS

En ese sentido, pregunta Armengol, ¿cuál debería ser el papel de los medios públicos en estos momentos de tanta crispación social?
“Creo que deberían de ofrecer una visión y una información muy equilibrada, puntualmente respetuosa de la pluralidad nacional, de tal manera que no se conviertan en caja de resonancia de los boletines o las declaraciones gubernamentales”, sino que ofrezcan al televidente, al radioescucha otros puntos de vista.
Luego está “el caso de la agencia informativa del Estado mexicano, Notimex. Es otra pérdida. Sin meterme en el terreno de la lucha sindical y judicial, simplemente diré que no ofrece los instrumentos para proveer al ciudadano de alternativas de información”.
En ese sentido, “los medios públicos deberían ser hoy un refuerzo muy importante de la pluralidad y del proceso de alternancia política que estamos viviendo”.
 
MEDIOS TRADICIONALES…

¿El ciudadano de a pie se siguen informando en los medios de comunicación tradicionales o está volteando a las redes sociales, específicamente a YouTube?, pregunta Kimberly Armengol.
“En general, sigue teniendo importancia la difusión a través de los medios convencionales de comunicación, particularmente de la televisión, un poco menos con la radio y mucho menos la prensa. Sin duda el periodismo escrito está en desventaja respecto a las nuevas tendencias de atención del público, en materia de información, opinión y debate.
“Las redes sociales han irrumpido con mucha fuerza y están suministrando alternativas informativas a segmentos que, sobre todo, ya están definidos o decididos a prescindir de los medios tradicionales de comunicación. Es decir, hay una postura política e ideológica en quien decide prescindir de lo convencional para buscar lo alternativo.
“Sin embargo, hay todavía una preponderancia de los medios de comunicación convencionales a pesar de las críticas constantes que se les han hecho, especialmente de parte del propio presidente de la República, quien a veces se convierte en un esmerado promotor de esas mismas páginas, medios y comentaristas u opinantes que, tal vez, de otra manera no tendrían tanta exposición pública como las que el propio presidente les da a través de la conferencia mañanera”.
 
PERIODISMO ANTIGUO

En los primeros años del gobierno de López Obrador, ¿cómo evalúa Astillero el papel de los medios de comunicación?
“En términos generales los medios tradicionales o convencionales siguen aferrados al esquema de un periodismo antiguo o hecho con métodos poco adaptados a la nueva realidad.
“Hay un enorme descrédito, una descalificación pública constante de muchas de las figuras periodísticas que, en el pasado, eran los más importantes conductores, difusores e, incluso, líderes de opinión pública. Sin embargo, a muchos de ellos la nueva realidad los ha ido colocando en una circunstancia marginal y de mucho descrédito público.
“Empero, la incapacidad del Gobierno federal para desarrollar nuevos espacios de información pública, que no sean la conferencia mañanera sino los medios públicos, es una de las fallas del proyecto de la 4T y del obradorismo.
“Pudiera ser que, al final de este recorrido, la 4T se tope con ese monstruo que quisieron definir como tal: los medios de comunicación convencionales, frente a los que no fue capaz de ofrecer una alternativa eficaz. Ese mismo aparato de comunicación tradicional podría cobrarle al obradorismo enormes réditos políticos, e influir en la definición del candidato presidencial.”
 
MÁS ALLÁ DE LAS REDES

Con una sociedad tan polarizada, ¿cómo siente Astillero el ánimo nacional?
“Muy crispado, sobre todo en las redes socio digitales que hoy parecen un campo minado y un espacio envenenado. A tal grado que, en muchas ocasiones, lo que antes fueron redes que permitían el análisis y la discusión en un marco de tolerancia y pluralidad, hoy son ríos tóxicos de insultos, descalificaciones y polarización absoluta.
“Sin embargo, el México real está más allá de las redes socio digitales. Fuera de ese campo de batalla [de esa guerra constante por la narrativa, añadiríamos], en México hay una sociedad necesitada de cambios y de que se consolide este gobierno.
“Va a ser muy importante que los mexicanos no nos quedemos al margen de estas decisiones, que no veamos la política, el voto o las urnas como algo desdeñable o reprobable, sino, al contrario, como una oportunidad de expresar el punto de vista ciudadano. De no ser así, vamos a seguir permitiendo que otros decidan por nosotros. Votar es la primera obligación ciudadana.”
 
NOBLEZA RADIOFÓNICA

A lo largo de su carrera Julio Astillero ha estado en prensa escrita, televisión, radio y, ahora, en redes sociales. ¿Cuál es el medio en el que se siente más cómodo?
“Lo que más me gusta es lo radiofónico, disfruto también las redes socio digitales aunque en YouTube hay cada vez más restricciones, prohibiciones para el uso de ciertas palabras o ciertos conceptos. Manejarlos o utilizarlos implica que no haya la monetización que permite que el proyecto continúe.
“Por esa obstrucción, las redes me cansan un poco. No puedes tocar ciertos temas críticos ya que YouTube lo prohíbe o busca imponer que no se traten. Todo lo que suene a masacre, violación sexual, asalto, golpe o impacto puede hacer que te manden un recado: el título y el contenido de este programa contiene palabras que motivan se suspenda en este momento la monetización.
“Viene entonces una revisión manual de los contenidos del programa para decidir si se reanuda o no la monetización. Pero cuando te dicen que reanuda, es porque ya pasó el 90 por ciento del público que se asomó a tu producto y, en consecuencia, el programa monetiza muy poco. La verdad es que estamos haciendo siempre malabares para no tocar estos temas en YouTube. Y ya no se diga en Facebook, que es todavía más quisquilloso.
“Por eso me gusta más la radio. Con todo, las redes sociales digitales ofrecen un espacio interesante, no tan libre como se dice pero interesante.”
 
CENSURA DIGITAL

Internet suponía la promesa de libertad y democracia, de igualdad y equidad, pero por lo visto se está convirtiendo en un órgano de autocensura –acota Kimberly Armengol.
“Sí, en temas como la pandemia, darle espacio a opiniones que no vayan en la línea oficial del tratamiento del covid 19 también es materia de censura.
“Finalmente YouTube es una empresa privada que impone sus reglas. Si dice: no toques estos temas, es porque sus clientes no se quieren anunciar asociando sus marcas a cierto tipo de conceptos.
“Hay que seguir luchando, es lo que hemos estado haciendo en todos estos espacios de comunicación por los que ya he pasado”, concluye Julio Astillero.
 

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