MIGRACIÓN DE AUDIENCIAS

¿Las concesiones de radio están sirviendo al interés público o responden, simplemente, a pleitos entre grupos empresariales como el que detonó la toma administrativa de W Radio por parte de Miguel Alemán Magnani, el nuevo socio paritario de Prisa?

Para responder a esta cuestión, Julio Hernández López, autor de la columna Astillero que se publica en La Jornada, entrevistó a la doctora Alma Rosa de la Selva, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

¿Qué ha sucedido con la radiodifusión en México?, ¿está a la altura de lo que hoy necesita el pueblo mexicano: una mejor información, de mayor calidad, sin el peso encima de poderes empresariales que la manejan de acuerdo a sus intereses?, pregunta el anfitrión en el espacio de Astillero Informa del 27 de agosto de 2020 (https://www.youtube.com/watch?v=mtXdPtwol4I).

“La industria radiofónica comercial en México ha visto en los últimos tiempos una migración de las audiencias hacia las plataformas digitales, en gran medida entre los sectores de audiencia de menor edad. Los jóvenes se han convertido en usuarios de las redes sociodigitales o, comúnmente llamadas, redes sociales”, apunta De la Selva.

“Y si bien la radio sigue manteniendo un arraigo importante en México, donde llegó a ser el medio masivo de mayor envergadura (hace no mucho tiempo, la televisión estaba incluso por debajo de las audiencias de la radio), hoy se ha producido esta migración de las audiencias y el medio tiene fuertes presiones para posicionarse de nuevo.

“Ofrecer contenidos programáticos novedosos es algo que no ha ocurrido en muchos muchos casos. Las emisoras han tenido también problemas financieros y enfrentado situaciones tecnológicas cambiantes. Por ejemplo, la amplitud modulada está disminuyendo sensiblemente en el cuadrante. Y las emisoras de FM tienen su propio reto en el marco de la convergencia tecnológica: hibridarse con los medios digitales que son ahora los que han captado amplias audiencias en el país, no obstante que la brecha tecnológica impide mayor crecimiento en el número de usuarios de esas redes.

SE IMPUSO LO COMERCIAL

¿Qué ha pesado más en la actual situación de la radio mexicana: ese sistema de concesiones repartidas entre gente cercana en su momento al poder; empresarios con poca proclividad a realizar un auténtico servicio periodístico e informativo; o el abandono de las obligaciones del Estado?, sondea Astillero.

“Has mencionado varios de los factores que intervienen en esta situación de la radio. Por una parte, la industria radiofónica comercial coexiste con medios públicos que tienen una presencia importante, pero la política del Estado siempre ha favorecido el esquema privado”, sostiene Alma Rosa de la Selva.

“Desde hace décadas se ha protegido el modelo lucrativo. En los orígenes del medio, el régimen de Álvaro Obregón quiso un modelo mixto y, más tarde, el presidente Lázaro Cárdenas pugnaría por el servicio público como una solución distinta para el funcionamiento de la radio. Pero al final se impuso el esquema comercial.

“A eso hay que agregarle un pacto político suscrito entre los grandes industriales y el gobierno. Los privados vieron favorecidos sus intereses a nivel de marco legal y en cuestiones arancelarias, entre otras. Eso se tradujo en un pacto simbiótico, de ayuda mutua entre los grandes radiodifusores y los poderes políticos articulados durante décadas por el partido oficial.

“Y derivó en la estructura oligopólica de la radio. Siguen siendo, desde hace ya muchos años, unas cuantas familias o unos pocos grupos radiofónicos los que poseen el mayor número de concesiones y, con ello, la mayor cobertura. Eso no se vio alterado, ni siquiera nominalmente, con la creación en 2013 del Instituto Federal de Telecomunicaciones.

“La estructura de concentración sigue inalterada, aun cuando a nivel de las radios comunitarias se haya abierto un poquito la puerta. Sólo un poco, porque las condiciones de ley las mantuvo, igual que a otras radios con fines no lucrativos, atadas de manos y no se pueden desarrollar ampliamente.

“Este esquema lucrativo y comercial en la radio arrastra, también, una inercia de poca creatividad e innovación”, agrega la autora de Radio e ideología (1982) entre otros textos sobre medios de comunicación electrónica, legislación de medios y brecha digital.

HACE FALTA UN IMPULSO

¿El actual gobierno tiene una política bien definida respecto a la radio pública o sólo está dejando pasar el tiempo, permitiendo la continuidad de la inercia comercial de la radio privada?

“Con la creación hace algunos años del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR) se hizo patente el interés por potenciar a los medios públicos y, en particular, a la radio como uno de los medios más importantes para la sociedad mexicana”, señala De la Selva.

“Sin embargo, en tiempos de pandemia y con todos los estragos que esto ha causado, no se ha podido dar un fuerte impulso a los medios estatales. La llamada radio pública tiene un papel relevante. Por ejemplo, en el caso de las emergencias sanitarias participan en forma importante. Y se ha visto la necesidad de darles mayor atención de la otorgada hasta ahora. Este gobierno tiene interés en potenciarlos, pero los medios públicos necesitan un impulso todavía mayor”.

MEDIOS MÁS CIUDADANOS

¿Qué recomendar al gobierno del presidente López Obrador en materia de radio, tanto de la pública como de la privada?, pregunta finalmente Julio Astillero.

“La sociedad mexicana de hoy no es la misma de hace tiempo e identifica con mucha claridad quiénes le ofrecen un servicio más amplio en materia de radio y de información; uno que dé micrófonos a todas las voces. Además, los medios digitales están marcando la pauta en ese sentido: hay mucha mayor pluralidad en ellos que en las emisoras de radio tradicionales o convencionales.

“Este gobierno, al margen de fortalecer a los medios públicos, debe construir una verdadera radio pública, en el sentido de una radio más ciudadana, con mayor participación de la gente. En los espacios digitales ya estamos viendo eso, pero en la radio convencional todavía no. Tenemos que fortalecer a los medios públicos para transformarlos en medios más ciudadanos.

“Esta administración puede también alentar una revisión del marco legal promulgado en 2013, como parte de las reformas estructurales que impulsó el régimen de Peña Nieto, la llamada reforma de telecomunicaciones. Sólo a nivel legislativo se pueden equilibrar los pesos para que la radio comunitaria, los medios indígenas y los medios públicos tengan mayor presencia. Urge desaparecer las condiciones de inequidad establecidas en la normatividad.

“Son inequitativas las condiciones para conseguir, por ejemplo, una concesión sin fines de lucro. Para un medio no comercial, son cuesta arriba comparadas con las facilidades otorgadas a los medios comerciales. Con mayor equidad, esos medios públicos que apenas sobreviven desde hace muchos años podrían desarrollar el proyecto que no ha sido posible hasta ahora”.

MOMENTO DE LO PÚBLICO

Para Alma Rosa de la Selva, el momento de los medios públicos es este, y lo es también para medios más plurales. Ya no podemos seguir teniendo medios tan concentrados, con visiones parciales y con supuestos periodistas que, muchos de ellos, no son profesionales en el manejo de la información y sí, en cambio, muy oportunistas.

“Por eso, cuando se presenta un suceso como la toma de la Radiópolis que claramente corresponde al ámbito empresarial, muchos periodistas relacionan equívocamente la maniobra administrativa y legal con una intención política.

“En cambio, para la sociedad mexicana el trasfondo del conflicto entre Grupo Coral y Prisa es claro. Las estrategias de desinformación ya no funcionan, pero algunos medios siguen operando de acuerdo a esas dinámicas. De ahí la importancia de analizar el comportamiento de los medios frente a una sociedad mexicana que está en transformación”, concluye la académica.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.

Comentarios

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *