La administración cuauhtemense de Rafael Mendoza introdujo en el imaginario social de nuestra entidad a las mototaxis como una opción viable de traslado, a menor costo que un taxi tradicional, especialmente ajustadas a ciertas zonas poblacionales donde los camiones urbanos llegan como deberían.
Ante la nula modernización y mejora de los servicios de transporte público que constantemente reafirma la Secretaría de Movilidad del gobierno estatal, los municipios han tomado el ejemplo del alcalde del norte colimense para darles viabilidad a un servicio de transporte que se adecue a las necesidades de su población.
Caduco el mito de que este servicio pone en peligro la vida de los usuarios, la politiquería tampoco ha mermado el ímpetu social por tener mototaxis disponibles; por ello, se han sumado municipios como el caso de Comala, donde las quejas de los habitantes de la cabecera municipal sobre sus servicios de taxi han sido aliviadas por la disponibilidad de éstas; en Coquimatlán hay vistos de que pronto podría abrirse una opción como la de las mototaxis, y por supuesto, volviendo a la politiquería pura, es en Manzanillo donde ya ha habido manifestaciones para que este servicio no llegue a la capital económica del estado, situación recientemente olvidada por el infame ataque a la edil porteña, Griselda Martínez.
Ante el descaro de los transportistas de camiones urbanos por pretender un alza en el cobro del servicio, pese a que han incumplido de manera constante los compromisos que ellos adquieren cada vez que se les concede un aumento a la tarifa, la sociedad ve cada día con más rechazo las opciones de movilidad que se le están proveyendo actualmente.
Quejas del mal estado de los camiones, del excesivo cobro de los taxis tradicionales, que han derivado en el auge de los servicios de plataforma como Chofer Pro, ahora nos dejan ante el inminente éxito de las mototaxis en algunas zonas de nuestra entidad.
En Manzanillo, la población aprobó de manera abrumadora las encuestas digitales donde se les pedía su opinión sobre este medio alternativo de transporte. En Villa de Álvarez, por ejemplo, los habitantes del Tercer Anillo Periférico hacia el norte, en Villa Izcalli-Solidaridad, es muy probable que vean con buenos ojos un servicio de transporte barato y eficiente que los conectara más rápido con la inmensidad de calles y avenidas que son el flujo de los camiones urbanos tradicionales, y que tienen una sola salida hacia el gran eje vial.
Se trata de servicios que además de necesarios, traerían consigo otros beneficios: en Manzanillo Griselda Martínez habló incluso de impulsar un modelo de mototaxi eléctrico, a bajo costo, cuyos habitantes mayores de edad lo usaran incluso gratuitamente.
Lo más importante es que la sociedad colimense ya no está dispuesta a que se les siga viendo la cara de cuando en cuando con alzas injustificadas en el transporte. Este viernes, la Coordinadora Socialista Revolucionaria (CSR) entregará al titular de la Secretaría de Movilidad, Rafael Martínez Brun, 1 mil firmas recolectadas sólo esta semana en lugares públicos, y realizarán un mitin en forma de protesta contra el aumento a la tarifa del transporte público.
Aunado a eso, el diputado local morenista, Vladimir Parra, impulsor de la #LeyFEC, que derivó en el descuento universal a estudiantes del 50 por ciento sin distingo, ya ha citado a comparecer al mencionado secretario del gabinete estatal ante el Legislativo, para que intente explicar (si es que se puede) por qué motivos se consideraría un aumento a la tarifa del transporte, cuando es visible que el servicio que se ofrece es tan anticuado y los automotores tan antiguos, que más bien se debería estar hablando de una disminución del costo o, mejor aún, cambios en las concesiones.