Como directores de medios de comunicación, René Delgado, quien hasta 2017 fue director editorial del diario Reforma, y Daniel Moreno, actual director del portal Animal Político, en el pasado recibieron presiones desde el poder. Pero la pregunta que les hace Yuli García es si esas presiones persisten o son distintas ahora, con López Obrador, a como lo fueron con los presidentes del PAN o tras el regreso del PRI a Los Pinos.
En la conversación que la conductora de Debate 22 tuvo con sus invitados de la emisión transmitida el 19 de junio de 2019 (https://www.youtube.com/watch?v=OrnZNYe8Pzs&t=10s) por Canal 22, Daniel Moreno responde:
“En la actual relación entre el poder presidencial y el periodismo, hay una clara desconfianza del presidente López Obrador hacia el periodismo, pero sobre todo hacia el periodismo de opinión que el generaliza como todo el periodismo.
“En las mañaneras, casi todas las referencias al periodismo que hace el presidente son del género de opinión. El presidente lee a columnistas y editorialistas, pero lee muy pocas notas. Le han preguntado sobre la principal de El Universal de ese día, y reconoce que no la ha visto. Pero en esa misma conferencia de prensa comenta lo que escribieron determinados articulistas del mismo periódico.
“El presidente le da un peso particular a la opinión, y yo insisto en que eso va en detrimento del periodismo, del periodismo de veras, el periodismo de hechos, el periodismo de investigación. Es preocupante, la opinión no debería ser la marca central de los medios. Para mí Reforma es el periodismo que durante tantos años ha hecho ese diario, no tal o cual columna. Y lo mismo pasa en otros medios. Nosotros intentamos que el periodismo de Animal Político sea su periodismo informativo, las secciones de opinión son cosa distinta.”
INFORMACIÓN Y PODER
Pero incluso algunas investigaciones tan importantes para el país como son las de Animal Político, a veces tiene más respuesta en Twitter, observa Yuli García. En esa red social, que es la más intensa y abarca todos los temas de opinión pública, con frecuencia tienes más reacciones cuando dices algo respecto a un partido o a la presidencia porque la gente quiere opinar y sentirse atendida. Ha habido una proliferación de periodistas de opinión, pero también de youtubers. ¿Esto es síntoma de algo?, ¿nos coloca a la vanguardia de la tendencia? ¿o vamos para atrás?
Para René Delgado, como dice el clásico, “la informacion es poder y, naturalmente, quienes controlan el poder quieren también tener dominio sobre la información”.
En cambio “la principal tarea del periodismo es informar, ahí es donde cumple su función social porque cuando tú divulgas esa información democratizas decisiones. El secreto de los bolsistas es que tienen información privilegiada que no comparten, saben cuáles acciones bursátiles comprar y cuándo vender”.
“Las relaciones entre la prensa y el poder siempre van a ser naturalmente difíciles, porque el poderoso quiere tener acaparado el poder y la prensa quiere abrir la información. No es que el periodismo cambie, los que cambian son los gobernantes: se sienten eternos y actúan para la historia, pero cada seis años se van. No acaban de entender y frecuentemente te reprochan: ‘¿cómo has cambiado?, cuando yo estaba en la oposición me dabas más espacio’. Y no, el que cambió fue el político que ahora es gobernante.”
Sin embargo, interrumpe Yuli García, hay un periodismo que también quiere el poder. Y quiere manejar al poder tanto como manejar el periodismo.
Sí, reconoce René Delgado, pero “eso es corrupción”.
PRENSA BAJO ESCRUTINIO
Para esta reflexión sobre las nuevas formas de comunicar la información, hay que hablar de los temas éticos, morales y profesionales. ¿Se sienten los periodistas bajo un escrutinio moral superior al que habían sentido en otros sexenios, tanto por parte del Gobierno como de la ciudadanía?, pregunta García.
Daniel Moreno responde: “Es un hecho, tenemos un presidente con una legitimidad y un respaldo social que no habíamos tenido en el pasado. Y si el presidente y sus seguidores hacen un escrutinio de los medios, es algo normal. Desde el poder, siempre lo que se quiere es unanimidad y un periodismo que no cumpla su función, que no haga su trabajo, que no piense en la revelación como su tarea más importante. Esta marca quizá es más intensa en este Gobierno, porque tiene un respaldo social importante. Pero ni de lejos es un caso único, ese escrutinio lo hemos vivido desde hace muchos años”.
René Delgado apunta que “la libertad de expresión frecuentemente se entiende como un derecho que fija el periodista, cuando ese derecho en realidad lo fija la sociedad. Una sociedad más activa, más participante, naturalmente amplía la pluralidad de esa libertad y el espacio de expresión. Es lo que estamos viendo hoy”.
Y “como eso no depende del periodista sino de la sociedad, en la medida que un periodista no se sujete a su escrutinio pierde su relación con el televidente, el radioescucha o el lector. Cuando comienza a tener por interlocutor al poder, ahí es donde se descomponen las cosas”.
“En ese sentido, sí veo un mayor escrutinio. Naturalmente, veo el deseo de tener una prensa uniformada, pero eso no es particularmente característico de este sexenio. Es propio del poder”, resume Delgado.
IMPACTO TECNOLÓGICO
Yuli García quiere saber si ha cambiado la sociedad o lo que ha cambiado es la forma en la que puede comunicarse la sociedad.
Para Delgado, “lo que han cambiado son las tecnologías, como el Twitter. El problema que veo a veces con las redes es que a los usuarios les gusta estar al minuto. Saben lo último pero nunca se interesan por lo primero. Y por eso mismo ha cobrado otro valor la opinión, ya no sólo importa el texto sino también el contexto. Cuando decimos que van a frenar la migración para que no nos imponga aranceles Estados Unidos, no siempre vamos al fondo de la materia: ¿por qué la gente migra? No se entiende el fenómeno y se ve como un problema cuando la migración se ha dado desde hace miles de años”.
PERIODISMO BAJO PRESIÓN
¿Qué es más difícil para un medio: trabajar bajo presión política o bajo presión económica?, inquiere Yuli García.
“Bajo presión económica, sin duda –comenta Daniel Moreno–. La presión política es algo con lo que puedes vivir si haces periodismo libre, con fortaleza económica.
“Que te hable un vocero, un político o un secretario de Estado para quejarse de una nota, es normal. No me molesta porque están haciendo su trabajo. Preocupa cuando tienes un medio donde el 80 por ciento de tus ingresos dependen de esa llamada.
“Ese es el tema central, en México hemos vivido con un sistema mediático donde la escandalosa mayoría de los medios dependen de la publicidad oficial para funcionar. Ese es el asunto: cuando dependes de la publicidad oficial, obviamente dejas de servirle a la gente para servirle al poder. La preocupación es que el poder te lea y que te lea mal, porque si lee mal una crítica o una investigación te quita el dinero y no puedes subsistir.
“En la medida que el periodismo pueda hacerse fuerte económicamente o, por lo menos, que dependa cada vez más de sus lectores, y de nuevo el modelo de Reforma es bastante claro, no te preocupará como director que te llame un vocero, así sea el vocero presidencial o el mismo presidente de la República. Podrás defender tu nota si no está mal y no necesitas corregirla.”
“La cuestión económica es clave para la independencia –coincide René Delgado–. Un periódico con finanzas sanas es un periódico con independencia, pero cuando tus fuentes de ingresos tienen un solo origen comienzas a tener dueño.”
DIÁLOGO HORIZONTAL
¿Éticamente cómo respondes a esa presión económica? ¿Es la ética un muro que te protege y te hace más fuerte ante la presión económica?, quiere saber la entrevistadora.
Para René Delgado, “ahí están los nuevos retos, el gran desafío de la prensa hoy en día. En este sentido, Daniel Moreno está explorando nuevas formas de financiamiento del periodismo. Muchos periódicos, grandes e importantes, incluso norteamericanos, están adoptando un esquema de donaciones. Si como lector te gusta una información, depositas alguna colaboración económica para sostener ese tipo de periodismo”.
“El financiamiento es uno de los grandes desafíos de la prensa en estos días. El otro es cómo darle grado de profesionalidad a la práctica del periodismo a través de las redes. Se habla de las benditas redes sociales, pero no olvidemos que a veces las redes son capaces de deponer gobiernos pero no de reponerlos. Lo vimos en la primavera árabe, los usuarios de las redes lograron tirar al grupo militar que estaba en el poder pero no lograron instalar la democracia en países como Egipto. Se viven momentos muy difíciles, pero también muy interesantes para el periodismo.
“No es necesariamente la tecnología sino la participación de la sociedad lo que está contribuyendo a que este sea de verdad un país libre y democrático. La sociedad tendría que tener bajo escrutinio al Gobierno pero también a los periodistas, sus investigaciones y, en general, a los medios de comunicación. Los ciudadanos ya nos son solamente receptores, son también jueces.”
“Estoy convencido –tercia Daniel Moreno–que el periodismo digital ha logrado establecer un diálogo horizontal entre el periodista y el lector. Hoy no sólo publicas lo que crees que es importante, también publicas lo que a la gente le interesa saber. Hoy dependes de la respuesta del lector, quien te puede aportar, criticar y corregir. Este diálogo horizontal entre público y periodista es algo que no se había dado nunca, y se da gracias a las redes sociales. Eso no significa por supuesto santificarlas porque, coincido con René Delgado, las redes tienen muchos defectos.
“Aspiraría a que en las redes haya un diálogo menos ideologizado, en donde no te enjuicien a partir de si la nota afecta o beneficia a alguien con quien tú simpatizas políticamente. Si lográramos eso, evaluar el periodismo sobre lo que informa y no sobre lo que crees que hay detrás de las consecuencias, podríamos avanzar considerablemente”, señala Moreno.
¿EXISTE LA VERDAD?
Finalmente, Yuli García les pregunta a sus invitados: en periodismo, ¿qué es la verdad?
Para Daniel Moreno, “en periodismo la verdad es simple y sencillamente fidelidad a los hechos. No me meto en debates filosóficos. Para los periodistas contar la verdad es ser fiel a los hechos, y eso tiene una serie de implicaciones éticas, como por ejemplo la obligación de buscar todas las voces posibles para contar el hecho que quieres contar”.
René Delgado, por su parte, establece que “la verdad es una aspiración profesional. A veces se alcanza la verosimilitud pero no siempre se alcanza la verdad, porque todos los fenómenos sociales y políticos son poliédricos y uno como periodista debe tratar de entender cuántas facetas tiene, como poliedro que es, un problema de cualquier índole. A veces lo logramos, a veces no. La verdad es, por eso, una aspiración máxima y no siempre se alcanza, por más que uno se esmere”.
Además, la verdad “siempre está en construcción”, concluye Moreno.