Arnoldo Cuéllar, director de PopLab.Mx; el documentalista y colaborador de Aristegui Noticias, Témoris Grecko; y Arturo Rodríguez, director de Notas sin Pauta, abordaron con Julio Astillero el choque del presidente López Obrador con la revista Proceso y la periodista Carmen Aristegui a raíz de la publicación del reportaje ‘Sembrando Vida y la fábrica de chocolates’ ().
En la emisión del 30 de noviembre del noticiero Astillero Informa que Julio Hernández López conduce en su canal de YouTube (https://www.youtube.com/watch?v=bCujk6B_CrM&t=2928s), la mesa analizó desde la perspectiva periodística y política el debate entre el mandatario nacional y dos de los medios que reprodujeron el trabajo de Tania Gómez y Sergio Rincón.
Desde el Bajío, Arnoldo Cuéllar comienza por felicitar a Arturo Rodríguez por haber incorporado a Notas sin Pauta como productora de videos a la alianza que formaron Aristegui Noticias, Eme Equis y otros medios de comunicación, con Connectas, Plataforma Periodística para las Américas.
Su propio medio, PopLab.Mx, también colaboró con esta iniciativa que promueve el intercambio de información sobre temas clave para el desarrollo en el continente, en el tema del fiscal de Guanajuato que, en mayo de 2021, logró una gran penetración.
Enseguida, Cuéllar establece “una división entre el fondo del reportaje y las reacciones que ha provocado”. Y subraya que, “como reportaje, deja muchos cabos sueltos. Su gran atractivo es la mención de los hijos de Andrés Manuel López Obrador”.
Tabasco es el mayor productor de cacao en este país: produce el 66 por ciento y, Chiapas, otro 33 por ciento; entre varios estados producen el uno por ciento restante. “Pero en el reportaje parece que el cacao llegó de la nada a Tabasco y que hay problemas técnicos que el programa Sembrando Vida no analizó y sobre los cuales no pidieron opiniones, cuando es un cultivo que conocen los agricultores. Lo conocen tanto que, la experiencia de los cacaoteros tabasqueños, podría ser aprovechada por productores de estados donde la cosecha no es tan fuerte y el clima se presta. El reportaje sugiere que las condiciones climáticas y geográficas de Tabasco son inadecuadas para el cacao, algo absolutamente falso”.
Por lo demás, las 40 hectáreas de la finca El Rocío no se comparan con la magnitud de la empresa Oceanografía (una de las mayores contratistas de Pemex durante los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón) ni con los negocios de los hijos de Marta Sahagún o las empresas offshore de otros políticos. “Mencionar a los López Beltrán es meter con calzador el tema para atraer los reflectores hacia algo que se sabe resultará polémico, provocará reacciones y encontrará un público entre quienes están buscando señales de corrupción en un gobierno que prometió acabar con ella”.
FALACIA AD HOMINEM:
“El trabajo de Tania Gómez y Sergio Rincón se concentra en la mercadotecnia del producto periodístico –reconoce Cuéllar–. El reportaje no aclara si la inversión está correctamente hecha, si la cadena de valor que se pretende fortalecer va a beneficiar a los productores de cacao que ya existen en Tabasco, o si los van a defraudar como pasó con el cultivo de café en la presidencia de Echeverría con Fausto Zapata.
“Ni siquiera vislumbra si a los campesinos los van a utilizar para que otros, como Hugo Chávez Ayala, hagan negocio. Todo apunta al tema de los chocolates Rocío, cuando, incluso, las envolturas muestran los octágonos de exceso de grasas, exceso de calorías y exceso de azúcares. En eso no pueden acusar a los hijos de López Obrador de traficar influencias”, ironiza el también colaborador de Sin Embargo.
“Por otro lado –sigue diciendo Cuéllar–, la reacción del presidente es completamente equivocada y desproporcionada. Le da juego al tema y motiva críticas al uso que hace del engaño ad hominem, como se conoce en Lógica: señalar a los personajes y no al argumento; descalificar a quienes publicaron el reportaje, Carmen Aristegui y Proceso, y no a los reporteros independientes que realizaron la investigación.
“Aclarar el fondo hubiera sido más ventajoso para el presidente, tanto como que su hijo Andrés hubiera dado la entrevista que pedían el par de reporteros. Si no tiene nada qué ocultar, por qué no salir. ¿Qué política de transparencia tienen los hermanos López Beltrán en relación con el prominente lugar que ocupa su padre? Un gobierno que quiere acabar con el influyentismo y la corrupción, debería tener un protocolo para atender estas cosas, máxime en un país lleno de suspicacias y con un gobierno metido en la trinchera.
“Caímos otra vez en la distracción y la crispación. No se discute el fondo del reportaje sino el ataque del presidente a periodistas, quienes de un día para otro pasaron de ser pro-AMLO a neoliberales. Al presidente le falta hacer una reflexión antes de salir en las mañaneras a contestar con clichés, buscando elevar el tono del debate para cobrarle costos a sus interlocutores. Eso le funciona muy bien con Reforma y El Universal, porque son medios de comunicación que enfrentan desde hace años una crisis de credibilidad”, expone Arnoldo Cuéllar.
LECCIONES PARA TODOS:
En su turno, Témoris Grecko quiere señalar las diferentes lecciones que se desprenden de este asunto. Primero, una que los jóvenes periodistas deben aprender de este reportaje: “las inferencias son un recurso del periodismo de opinión, no del periodismo de investigación”.
Este error tuvo “un costo tanto para ellos como para las organizaciones involucradas en el proyecto, y para el periodismo porque facilitó un ataque presidencial que, por lo demás, es injusto”.
La otra lección es para Connectas, una plataforma internacional que promueve el periodismo de investigación. “Aquí simplemente nos quedaron a deber, porque ellos tutelan el trabajo de los periodistas que presentan solicitudes en sus convocatorias abiertas. Los proyectos son examinados por colegas expertos: editores de muy buen nivel cuya tarea no es guiar temáticamente el trabajo, pero sí asegurarse de que cumpla con todo el rigor y los elementos periodísticos necesarios, que mantenga la calidad que representa el nombre de Connectas”.
Y hay otra lección para los seis medios involucrados en esta alianza: “Connectas lanza una convocatoria a periodistas para que presenten proyectos de investigación y los tutela, pero además consigue dónde publicarlos. Para esto forma alianzas de medios pequeños y medianos. No obstante, el tamaño no justifica que los editores de cada uno de estos medios no verifiquen la información. En el caso del reportaje, le dieron toda su confianza al producto que estaba presentando Connectas y lo reprodujeron sin un proceso propio de verificación.”
Aunque para el director de No se mata la verdad: violencia vs periodistas, o Matar, morir: el Ejército en la noche de Iguala, el reportaje de Gómez y Rincón “está bien en términos generales, las inferencias no son válidas. Tratar de forzar una conclusión o una percepción no está a la altura de lo que representa ninguno de esos seis medios, de Connectas ni de los mismos colegas que hicieron el trabajo. Tania y Sergio publicaron antes reportajes de mucha mejor calidad”.
Son lecciones para todos, resume Témoris.
LANZA PIEDRAS A CARMEN:
“Pero también debo decir que el presidente escogió a quién aventar sus pedradas –advierte Grecko–. No habló de los autores, de Connectas ni de cuatro de los medios que publicaron el trabajo: escogió a dos e ignoró a los demás. Cuando alguien le preguntó sobre los otros, no quiso hablar porque al presidente le interesaba particularmente Proceso y Carmen Aristegui: quería aprovechar la ocasión para romper lanzas con ellos.
“El presidente está enojado con Carmen y singularizó en ella los comentarios a un trabajo que, probablemente, ni siquiera pasó por sus ojos. Carmen es la dueña de Aristegui Noticias, su conductora principal, pero el medio de comunicación tiene editores cuya responsabilidad es producir el mejor material. La plataforma tendrá que revisar sus procesos internos después de esto.
“El trancazo de la Presidencia fue directo a una periodista con honestidad probada, que López Obrador conoce. Andrés Manuel ahora dice que Carmen nunca ha apoyado a su movimiento, pero ella no tenía por qué hacerlo. El trabajo de Aristegui es hacer el mejor periodismo. Su sitio y el periodismo como oficio no tienen por qué sumarse a ningún gobierno o movimiento político, aun cuando Carmen personalmente pueda tener simpatías políticas.
“Si el presidente había dicho que solamente iba a responder por su hijo menor de edad, no por los mayores, me preocupa mucho el desliz del nuevo titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Pablo Gómez. Se suma al ataque contra Aristegui, equivocando el camino: nada del reportaje tiene que ver con menores de edad.
“La defensa que el presidente hace de los hijos de su primer matrimonio, podría haberse hecho de otra forma. Si bien es verdad que muchos periodistas tienen la piel delgada y no aceptan críticas, este no es el caso. El periodismo está ahí, para ser valorado por la gente, por los distintos actores políticos y de la información; y también para ser refutado con elementos, presentando datos y hechos.
“Eso lo podrían haber hecho con bastante facilidad los hijos mayores de edad del presidente. Se podrían defender solos, incluso lo hubieran hecho respondiendo a la carta que les enviaron con un cuestionario. Sin embargo, escogieron llevársela su papá para que él los defendiera atacando a Carmen Aristegui y a la revista Proceso.
“El presidente avienta piedras para todos lados: contra el feminismo, el ambientalismo, los defensores de los derechos humanos o los grupos indígenas. El derecho del presidente a defenderse de los ataques truhanes, no significa que tenga que estarse peleando con todo el mundo, o que no pueda aceptar una crítica ni pueda reconocer una falla de su gobierno.
Aunque los periodistas intentaron demostrar que había una falla en Sembrando Vida y no lo consiguieron, López Obrador podría haber optado por otra ruta. Escogió la denuncia y el enfrentamiento. Fue casi como declarar a Carmen enemiga pública número uno del movimiento obradorista, lo cual es profundamente injusto e incorrecto”, sostiene Témoris Grecko.
NOS SALIMOS DEL TEMA:
Finalmente en esta primera ronda de participaciones, Arturo Rodríguez comenta que hay una serie de discusiones en paralelo a lo que se ha publicado, es decir, a lo que estrictamente corresponde al periodismo y se enfoca a un asunto de interés público.
El reportaje de Tania Gómez y Sergio Rincón, básicamente, acredita que el amigo de infancia de uno de los hijos del presidente fue designado parte del consejo técnico de Sembrando Vida. Como tal, impulsó el cultivo de cacao en Tabasco y, aunque finalmente no tomó el cargo, el producto se impuso a campesinos del estado donde Hugo Chávez Ayala tiene su asiento empresarial. Otro dato duro es que campesinos beneficiarios de ese programa son proveedores de su compañía: Agrofloresta Mesoamericana.
No se trata de tipificar delitos, señalar irregularidades y evidenciar conflictos de interés, comenta Rodríguez. Darle forma jurídica a la denuncia no es función del periodismo, pero sí abordar un tema de interés público como es que, alguien cercano a la familia presidencial, impulse una política pública que termine beneficiándolo como empresario del chocolate, siendo además operador en diferentes gestiones de Finca El Rocío, propiedad de los hijos del presidente López Obrador.
Andrés Manuel reaccionó ante algo que no está publicado, pero sí le fue planteado a uno de sus hijos: ¿Hugo Chávez Ayala diseñó Sembrando Vida? No es así, pero “correspondía al periodismo preguntar”, sostiene Rodríguez.
Por otro lado, “esto de los calificativos y las consideraciones que suele emitir López Obrador cuando alguna publicación no le gusta, se ha convertido en algo frecuente en el mensaje y la narrativa presidencial”.
En ocasiones resulta excesivo, como cuando afirma algo que por otro lado es cierto: los medios de comunicación no forman parte de su movimiento. Sin embargo, es motivo de reclamo y de expresiones en las redes sociales que, a su vez, resultan desproporcionadas porque colocan bajo una presión injusta a los medios de comunicación. Proceso ni Carmen Aristegui son los autores del reportaje, pero fueron puestos en la picota de las redes sociales por las expresiones presidenciales, insiste Rodríguez.
ES PAPEL DE LA PRENSA:
Es natural que el presidente tenga este tipo de expresiones en tanto su lógica de comunicación política ha sido mantener la narrativa y la agenda. Fijar los temas conforme a su mensaje, es algo que, de una manera más sutil, siempre han hecho los presidentes de la república. Antes lo hicieron atendiendo al manejo de los medios a partir de enormes contratos de publicidad y de otros servicios. Pero hoy el Ejecutivo tiene la posibilidad de hacerlo a través de sus redes sociales.
“La amplia participación de la militancia y de quienes lo han venido apoyando a lo largo de 20 años valiéndose de herramientas digitales, nos mete en una discusión alternativa al asunto central: la presunta implicación de un personaje cercano a sus hijos, en un programa social.
“Nos salimos del tema del reportaje para irnos a otro tipo de discusiones: sobre los medios o sobre si los hermanos habían heredado o no la finca, algo que está en el reportaje. Y caímos en una serie de discusiones alternativas que nos han alejado del objeto central, que era la revisión, como corresponde hacer el periodismo, de un programa social, en este caso estelar, del gobierno de la república.
“Tenemos que volver al centro de la información y a la discusión respecto a un programa sobre el que, por otra parte, existen cuestionamientos bastante válidos: no sólo en relación al cacao o al caso de la Finca El Rocío, no sólo en torno a Agrofloresta y a Hugo Chávez Ayala, sino a diferentes aspectos que se tienen que colocar en la discusión pública.
“No corresponde al periodismo avalar sino revisar lo que ocurre con los gobiernos, con éste y con los anteriores, con el federal y con los de otros órdenes. Sólo así se cumplirá el papel que el periodismo y la prensa tienen que jugar en un modelo democrático. De lo contrario, estaríamos en una situación poco saludable para la vida democrática del país”, cierra Arturo Rodríguez.
Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com