Fue el periodista de espectáculos Álex Kaffie quien adelantó la noticia en su programa de YouTube, ‘Sin Lisonja’: el 31 de enero se apagará la señal de Excélsior TV. Así nos enteramos que, en el valle de México, el canal 28 de televisión abierta comenzaría el mes de febrero ya como El Heraldo TV.
Kaffie supo que Grupo Imagen rentó la frecuencia a Heraldo Media Group porque el actor Mauricio Barcelata propuso a Heraldo TV un programa matutino, “como conductor, no como productor”. Citado por Eje Central (http://www.ejecentral.com.mx/excelsior-tv-vende-su-lugar-al-heraldo-tv/), el autor de la columna Sin Lisonja y a Rajatabla en El Heraldo de México, indicó:
“Otro importante grupo de medios de comunicación compró lo que todavía conocemos como Excélsior TV. Ya la compra se hizo, mañana viernes deja de funcionar. Quedará en el pasado y a partir del lunes conoceremos la programación de lo que será el nuevo canal”.
Al final del día, no fue venta sino renta. Excélsior TV salió del aire y cedió su espacio a Heraldo TV, que inició transmisiones sin sonido o con el audio de sus estaciones de radio, al menos en los sistemas de cable, según reportaron los usuarios de redes sociales al portal de Proceso (https://www.proceso.com.mx/616482/grupo-imagen-renta-el-espacio-de-excelsior-tv-a-el-heraldo-tv).
En un comunicado conjunto difundido el mismo 1 de febrero, Grupo Imagen y Heraldo Media Group anunciaron que llegaron a un acuerdo comercial para la renta de la concesión de televisión abierta en el Valle de México XHTRES-TDT.
A Heraldo TV la operación le “permite continuar con su crecimiento y expansión multimedia, con contenidos novedosos y de calidad”, mientras que Grupo Imagen conservará la titularidad de la concesión.
Como Imagen Televisión cuenta “con capacidad de espectro para multiplexar tres cadenas nacionales adicionales”, lanzó un “concepto llamado Imagen Multicast en el canal 3.4 a nivel nacional, complementado contenidos de Excélsior TV”. En realidad, se trata en su mayor parte de la programación de Imagen Radio por televisión.
APAGÓN DE EXCÉLSIOR
Excélsior TV inició transmisiones el 2 de septiembre de 2013 como una oferta secundaria de Cadena Tres, y ocupó el lugar de ésta en el 28 de TDT cuando la señal pionera de Grupo Imagen fue cerrada el 26 de octubre de 2015.
Mucho se especula respecto al apagón. Daniel Méndez (https://www.youtube.com/watch?v=ocJVMwsYQhA) dice que cerró por las bajas audiencias de los últimos meses “y también por falta de periodistas y programación”. Iniciaba transmisiones a las 7 de la mañana (las 11 en fin de semana) y terminaba a las 11 de la noche, si bien a partir de las 22 horas se enlazaba con Imagen Televisión en el espacio de Imagen Noticias con Ciro Gómez Leyva. El resto del horario se llenaba con infomerciales.
En Twitter, Arturo del Hierro aseguró que Excélsior TV se apaga “por el recorte a la publicidad oficial”. Pero la cuenta de Más Televisión en esa misa red social atribuyó el cese de transmisiones a “los bajos índices de audiencia registrados en los últimos meses” (https://www.radioformula.com.mx/entretenimiento/20200130/adios-excelsior-tv-este-viernes-se-apaga-la-televisora-a-nivel-nacional/).
RUMOROLOGÍA FUNESTA
En YouTube, el canal Noticracia (https://www.youtube.com/watch?v=iZ4631eKFuQ), explica el apagón como el fin de uno de los tantos negocios de Vicente Fox, quien “transfiere Excélsior TV” luego que el gobierno de López Obrador “cerrara la llave de los patrocinios encubiertos de publicidad a medios de información”. Aunque algunos de esos medios “han emprendido ataques frontales y por debajo de la mesa”, no han conseguido publicidad.
El vínculo de Fox con Grupo Imagen no es necesariamente una leyenda urbana. En su sexenio, “la primera dama Marta Sahagún y sus hijos Jorge Alberto y Manuel Bribiesca compraron el diario Excélsior por 600 millones de pesos, cuando su valor real por nombre y propiedades era de 600 millones de dólares”, dice Noticracia.
Quien apareció como comprador fue Olegario Vázquez Raña, “líder del Grupo Ángeles, dedicado a hospitales”. Pero con esa compra “se estafó a los más de 1,200 cooperativistas” que eran dueños de la marca. Reconoce Noticracia que los Vázquez le dieron de nuevo vida a “la esquina de la información” y abrió “una fuente de empleo”, pero subraya que el medio se utilizaba “para mantener el poder político” del ex presidente Fox, financiado “por el mismo gobierno con publicidad”.
Así fue durante todo su sexenio, el del también panista Felipe Calderón y el del priista Enrique Peña Nieto. En cambio, Andrés Manuel López Obrador “resolvió su viejo conflicto con Fox, primero quitándole la pensión y los privilegios de ex jefe de Estado, y, después, la publicidad para su medio de información”.
Sin la publicidad oficial asegurada, ya no se pudo sostener a Excélsior TV “que era un canal más de Grupo Imagen”. Ello pese a que Ciro Gómez Leyva “es el comentarista de noticias más visto en la televisión mexicana”, por arriba de Javier Alatorre en TV Azteca y, “lógicamente”, de Denise Maerker en Televisa, asegura Noticracia.
MEDIO PARA OTROS NEGOCIOS
De Heraldo TV, Noticracia recoge otras versiones extraoficiales: Heraldo Media Group compró el nombre de El Heraldo de México “y lo hicieron resurgir junto con el sexenio de la cuarta transformación”. Ese cabezal “marcó época en la década de los 70, pero se fue acabando “por la ambición de la familia Alarcón”.
Al respecto, Wikipedia recuerda que, en 2003, José Gutiérrez Vivó se hizo del control de El Heraldo de México y de su filial poblana. Un año después relanzó el periódico capitalino como Diario Monitor, pero debido a los problemas financieros que le produjo el litigio mercantil con Grupo Radio Centro, Monitor dejó de imprimirse el 13 de febrero de 2009.
Después de 14 años, el empresario priista Ricardo Henaine y su hermano Roberto revivieron El Heraldo a partir de la antigua filial poblana. Anteriormente fueron propietarios del periódico Uno Más Uno. Los Henaine habían entrado al negocio de la radio al adquirir a Grupo Imagen dos estaciones de FM, menciona Wikipedia.
Según Noticracia, Ricardo Henaine se ha visto envuelto en “un sinfín de polémicas”, entre otras por el manejo del equipo de fútbol Puebla. De todo, incluidos conflictos con el fisco, “ha salido bien librado”. No obstante, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos inició una investigación contra los hermanos “por presuntos nexos con el crimen organizado, asociados con el Grupo Andrade que maneja varias agencias automotrices”.
Por eso, para Noticracia el Canal 28 ha tenido “dueños de dudosa rectitud y sin publicidad por parte del gobierno, pues ambos medios [Excélsior y El Heraldo] se han dedicado a atacar al gobierno de López Obrador” pero sin conseguir publicidad como ocurría en otras épocas.
OPORTUNIDAD DESPERDICIADA
Más serio y responsable de lo que dice es el crítico de televisión Álvaro Cueva en su columna Ojo por Ojo de Milenio: ‘El cierre de Excélsior TV’, 2 de febrero de 2020 (https://www.milenio.com/opinion/alvaro-cueva/ojo-por-ojo/el-cierre-de-excelsior-tv).
Cueva se dice “molesto, decepcionado, preocupado” por el cierre de Excélsior TV, “primero, porque no es la primera vez que los señores de Grupo Imagen acaban con un canal de televisión”.
Segundo, “porque una vez más lo hicieron mal”. Cuando Pascal Beltrán del Río quiso explicar qué estaba pasando, lo sacaron del aire a media frase para meter un anuncio de brasieres.
Y, tercero, porque el hecho que un canal de televisión desaparezca a estas alturas del sexenio de López Obrador, se presta para las peores interpretaciones.
Más que preguntarse por qué murió, Cueva inquiere por qué nació Excélsior TV. Surgió en plena administración de Peña Nieto y es sintomático que se vaya cuando el PRI ya no está en el poder. ¿Nació, entonces, para capitalizar el dinero que las autoridades solían repartir a los medios en otros sexenios?
Para Cueva, la misión de ese canal “jamás fue la de informar”. Cada vez que ocurría algo importante, en lugar de hacer un corte informativo los periodistas de ese canal “estaban en cualquier otra cosa”. Excélsior TV tenía una programación tan mala que, en lugar de generar sus propios noticieros, se amarraban a los de Imagen Televisión.
El 3.1 fue la más feroz competencia del Canal 28. Y en la parte de la comercialización, jamás se vendió en términos tradicionales. Una marca que consiguió triunfar en el periodismo escrito, la del nuevo Excélsior, no se aprovechó en televisión.
“No había necesidad de matar la marca. Había gente muy buena. La reingeniería funciona”. Eso es lo peor en esta historia de fracaso: “justo hoy las grandes tendencias de la televisión van hacia… el origen”.
Cueva sólo espera de Excélsior que “lo que pongan en su lugar funcione, que le dé trabajo y dinero a las personas que formaban parte del proyecto original, y que nos llene de contenidos a los consumidores de contenidos”.
Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.