Hace unos días escribí en COMM POLITICS que el enfrentamiento entre José Ignacio Peralta Sánchez y el ex gobernador Mario Anguiano Moreno sería una batalla épica.
Ante medios de comunicación, Peralta retó a que se revisen minuciosamente los temas de La Campana y la ex Zona Militar. “El Congreso lo ha mandatado y nosotros hemos, desde muy al principio… hemos puesto a disposición del pueblo de Colima en el Archivo Histórico del Congreso del Estado sendos expedientes completos, integrados, para que se revise todo a cabalidad y se revise de manera exhaustiva”, dijo.
Muy confiado de que no habrá “sorpresitas”, JIPS abundó que resulta favorable que “se realicen esas auditorías especiales porque ha habido muchos comentarios que más bien tienen no un carácter de sospecha, sino un carácter de golpear políticamente esos proyectos”.
En un ardid de extra confianza, remató: “ya con esto se van a callar todos esos comentarios, van a quedar claro que todo está bien, todo está limpio, ya dicho por una autoridad a través de una auditoría especial que se investigue a fondo”.
Aunque, como lo dijo el gobernador, esta guerra es mediática, y antes del fin de las auditorías habrá muchos comentarios entre las dos figuras tricolores. Sí, los golpes son políticos, por lo que ¿el único que no saldrá avante de este escándalo es el PRI?