NARRATIVA DEL DESASTRE

Más sofisticado que el rol que juegan la actriz Paty Navidad o la senadora Lilly Téllez, es el papel de Laurie Ann Ximénez-Fyvie, doctora en Ciencias Médicas por Harvard, quien trabaja como investigadora de Genética Molecular en la Facultad de Odontología de la UNAM, apunta Alberto Nájar, al entrevistar junto a Ernesto Ledesma a Jenaro Villamil, presidente del SPR.
Tras la publicación de su libro Un daño irreparable, la gestión criminal de la pandemia en México (Planeta, 2021), Ximénez-Fyvie ha sido presentada en los medios tradicionales y en no pocos noticieros como una científica con experticia y una capacidad de entendimiento de la virología superior a la OMS.
En este empeño por difundir noticias alarmistas, los detractores de la 4T han llegado al extremo de darle un cariz académico a un libro que no es sino un golpe de propaganda en contra de Hugo López-Gatell –a quien compara con Josef Mengele– y del gobierno de López Obrador –a cuyas políticas de salubridad responsabiliza de la muerte de las víctimas de covid.
Al respecto, el presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano dice a los conductores del noticiero Momentum en Rompeviento TV:
“En [el micrositio del SPR] Infoedemia.mx hemos acreditado que las fake news no solamente son inventos, medias verdades o noticias absolutamente delirantes. No, son una industria política, mediática y farmacológica que se basa también en la construcción de supuestas autoridades médicas, políticas, sociológicas o intelectuales.
“Esto no es nuevo, cuando la discusión era económica había un autor muy vendido, una especie de gurú llamado Luis Pazos. Podemos mencionar a otros, por ejemplo, Pedro Ferriz de Con, un supuesto líder de opinión alimentado por los empresarios regiomontanos con una convicción casi religiosa.
“Ahora están creando una narrativa de catástrofe, responsabilizando a un individuo, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, de una pandemia. Juegan con la frustración, el miedo, el dolor, el entendible coraje de mucha gente. Equiparan a los muertos de la pandemia mexicana con los muertos de la guerra contra las drogas de Calderón, y esa inferencia es un absurdo”, señala Villamil.
 
LA TÉLLEZ ARGENTINA

“Pero no ocurre sólo en México, está pasando en Argentina de una manera similar: es un copy paste. Si aquí tenemos a Lilly Téllez, allá tienen a Elisa Carrió, exdiputada famosa por sus exabruptos, que está diciendo exactamente lo mismo que la senadora mexicana en contra de la vacuna Sputnik V; que es chafa o patito, que es comunista y que, en todo caso, ella no se va a inocular con una vacuna que proviene de un gobierno antidemocrático.
Desde hace más de 15 años, Rusia no tiene nada de comunista. Es un país hipercapitalista, ciertamente con un modelo autoritario que, igual que otras potencias tecnológicas como Estados Unidos, China o Alemania, ha avanzado mucho en investigaciones biomédicas. Esta urgencia por manipular la percepción y revivir argumentos de la guerra fría en medio de la pandemia, se está viendo en México y en varias partes del mundo.
“Al final, dan risa. Toman por ejemplo a figuras como Angela Merkel, la canciller alemana que sí está analizando la posibilidad de utilizar la vacuna rusa, pero dicen que la estamos citando mal.
“Esta mendacidad de quienes quisieron capitalizar políticamente una tragedia epidemiológica y de salud mundial a través de la infodemia, al final va a tener un efecto búmeran para los medios electrónicos o impresos que toman las cosas de las redes como si fueran una fuente confiable. Todos sabemos que las redes no emiten nada: lo que circula por ellas se origina en cuentas específicas, de personas y grupos determinados o, como en este caso de la académica de la UNAM, supuestas especialistas habilitadas para generar ruido”, dice Villamil.
 
VACUNA CONTRA IGNORANCIA

Un elemento recurrente de la infodemia son las supuestas reacciones secundarias de la vacuna. Hay gente que empieza a decir que no se van a vacunar porque es peligroso cuando, por no vacunarse, les puede ir la vida, plantean los entrevistadores.
“El SPR se planteó hacer una serie de programas sobre esta cuestión, en colaboración con Argentina, la ONU, el canal de noticias France24 y algunas otras instancias públicas internacionales.
“Ahí mostramos por ejemplo cómo, a diferencia de México, Argentina no tuvo inicialmente un esquema de vacunación múltiple. No disponen de varias vacunas, solamente contrataron la rusa (aunque ya empezaron a negociar la de AstraZeneca). En esa circunstancia, la andanada en contra de la vacuna Sputnik fue tan fuerte que, a finales de diciembre y ascendió durante todo enero, alimentó un movimiento de gente diciendo que no se iba a vacunar.
“Finalmente, como nadie se pelea con su cartera ni con su salud, en febrero la gente empezó a acudir a vacunarse. Y se comprobó que los efectos secundarios de la vacuna no llegaban ni al 2 por ciento de la población. Se habían sobredimensionado casos aislados, casos específicos que no hacen una tendencia. Que una enfermera haya tenido convulsiones por la vacuna Pfizer, no significa que esa persona marque la tendencia frente a las 146 mil personas que fueron vacunadas en ese grupo.
“Lo que está sucediendo es muy grave en términos periodísticos. Los medios estamos olvidando lo que se llama la ponderación: la nota no es solamente lo negativo, sino que ese hecho tenga un impacto ponderado en la tendencia global. Y como las redes sociales están llenas de neuróticos compulsivos y de aprendices de brujo, un caso lo vuelven situación generalizada.
“Obviamente, también en México hay mañosos que quieren sacar raja política. En efecto se empezaron a dar una serie de manifestaciones en las redes sociales de gente advirtiendo que no se iban a vacunar. Pero, en la calle, la gente mayor se estaba inscribiendo pese a las dificultades, habituales en todo inicio, para acceder a la plataforma. El ruido está en las redes, no en la calle. Hay una realidad virtual, que ciertamente es una realidad contemporánea social, pero debemos aprender a separar una de la otra.”
 
NEGOCIO DEL TREMENDISMO

Llama la atención que los medios tradicionales están repitiendo las noticias falsas, dice Alberto Nájar. En la mayoría de esas redacciones existen personas con capacidad para discernir el origen ilegítimo de una información, y a pesar de eso la publican. Es a propósito, no los sorprendieron.
¿Infodemia.mx ha identificado quiénes son los personajes que tramaron los intereses detrás de la desinformación? ¿Hay algo más tangible que los millones de usuarios de cuentas de Twitter o Facebook que se sienten con el derecho a reaccionar de una u otra forma?, pregunta.
“No hemos identificado grupos –comenta Villamil–. Pero sí vemos que el tremendismo es negocio. Lo que las televisoras y las radios están haciendo todos los días, con conductores como Azucena Uresti, en Milenio Televisión, o Ciro Gómez Leyva en Imagen, como muchísimos otros en radio, es querer ganar rating con información tremendista. De ahí esa compulsiva necesidad de hablar del derrotismo frente a la pandemia, y de colocarse como si fueran heraldos de la libertad de expresión frente a un fenómeno global.
“Estamos en las trampas del poder del rating, en el caso de las televisoras y las estaciones de radio comerciales, mientras que en las redes socio-digitales estamos en las trampas del poder del algoritmo. La gente cree que lo que ve en su time line, en sus cuentas de Facebook, Twitter o Instagram, es porque así se ordenaron las cosas. Pero no: las cosas se ordenan para que tú, direccionadamente, observes, escuches y consumas en acuerdo a la fórmula llamada algoritmo. Este se hace con tus datos personales y con tu perfil psicológico, lo cual también tiene mucho de orwelliano.
“Debemos reclamar a las plataformas que hagan públicas sus fórmulas algorítmicas. Twitter o Facebook van catalogando a sus usuarios no solamente acordes a su edad, condición de género o nivel socioeconómico, sino también a las cosas que te espían o te están constantemente monitoreando. De eso no es uno consciente porque no estamos informados y porque, además, ya hubo una sesión voluntaria de tu privacidad.
“Hay dos grandes mecanismos que están generando esta perversión: el poder del rating sin contrapesos, y el poder del algoritmo. Unidos están haciendo mucho daño en la salud emocional de una sociedad. Evidentemente, el virus es una enfermedad, pero también lo es el grado de afectación, de ansiedad que está generando esa manera de manejar la información por parte de los medios masivos y los contenidos por parte de las redes sociales. El panorama es aterrador.”
 
CONTRA LA INFODEMIA

Este proyecto de infodemia, apunta Jenaro Villamil, lo va a lanzar el SPR en marzo, junto a otros contenidos relacionados con 15 festividades que hacen sinergia.
“El sistema seguirá dando servicio a los televidentes y los radioescuchas de México porque nunca como ahora es necesario también un espacio público donde exista un equilibrio, un contrapeso u otra versión.
“Ojalá la sociedad haga más suyos los medios públicos, porque además los otros medios (muy legítimamente) sólo ven por sus intereses, no por la libertad de expresión ni por el derecho a la información”, concluye el autor de varios libros sobre la influencia de la televisión en la política, revolución de las audiencias y ciberdisidencias.

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