Nuevas acepciones para ‘periodista’ y ‘periodismo’ no son las novedades más sorprendentes de la última actualización del Diccionario de la RAE.
El 9 de enero en Matador Network, Ana Bulnes revisó las 19 “palabras nuevas, definiciones corregidas, acepciones añadidas…” por la Academia de la Lengua que más le llamaron la atención (https://matadornetwork.com/es/novedades-rae/?utm_source=delcastellano.com&utm_medium=email&utm_campaign=boletin_lenguas_20190127).
En la nueva edición del Diccionario de la Lengua Española (DLE) publicada en diciembre, aparece ‘selfi’ “pero para mí ha sido más sorprendente la llegada de su sinónimo (y palabra que recomienda la RAE frente a la otra): ‘autofoto’”, que tampoco estaba. “Hubo una época también, la época del Fotolog, en la que lo llamábamos ‘egofoto’, aunque no caló y no entiendo bien por qué”.
Junto a palabras como ‘ciberarte’ o ‘ecocidio’ que ya todo mundo entiende, entraron palabras del todo nuevas como ‘endónimo’ y ‘exónimo’ para aquellos “nombres de lugares, topónimos, dependiendo de la lengua en la que se dicen: endónimo es el nombre que los locales dan al lugar (London para Londres), exónimo el nombre que se le da en otras lenguas (Londres en castellano, Londýn en checo, Lontoo en finlandés)”.
‘Feminicidio’ está en el diccionario desde 2014, pero la definición de entonces («asesinato de una mujer por razón de su sexo») dejaba un poco que desear. La nueva es más concreta y precisa, apunta Bulnes: «asesinato de una mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia».
Ahora ya hay entradas en el DEL para expresiones como “hilar fino”, “vender humo” y “a manos de”. Para palabras creadas por la tecnología, como ‘multifunción’ y ‘multitarea’ (de multitasking), ‘remezcla’, ‘viral’ o ‘viralizar’. Y para vocablos más viejos de lo que uno imagina, como ‘meme’: aunque muchos no nativos digitales todavía lo están intentando comprender, lo creó el biólogo R. Dawkins en 1976.
Como siempre ocurre, entran al Diccionario palabras que ya son arqueología lingüística. Por ejemplo, se añadió una acepción: ‘tronco, ca’, «apelativo para designar a un amigo o compañero», usual en Madrid, que tuvo su época de esplendor en los 90.
O ‘veintialgo’, ‘veintimuchos’, ‘veintipocos’, ‘veintipico’, muchos para las generaciones que caben en esa década, cuando los que ya andan “por los treinta y pico (¿treintaipico? RAE, ¡inclúyenos!) tenemos que seguir conformándonos con ser treintañeros sin más variaciones”. Mientras los que pertenecemos a las décadas posteriores, pasamos de “ser -añeros (treintañeros) a -ones (cuarentones, cincuentones)”.
Una palabra tan fea como ‘sororidad’ tiene un significado bonito: ya no son sólo las hermandades universitarias femeninas en EE.UU., sino “esa realidad —que las mujeres nos podemos llevar bien, que somos amigas y un gran apoyo entre nosotras— que siempre hemos conocido, pero que por alguna razón ha sido representada muy poco en obras de ficción”, escribe Ana Bulnes.
Y, como si coincidiera con el paso del sildenafil de droga de patente a medicamento genérico, “la viagra (o el viagra, admite ambos) ya es cualquier «medicamento utilizado para el tratamiento de la disfunción eréctil masculina». En minúscula y sin necesidad de ®”.
DOS TIPOS DE DERECHA
México está en medio de Brasil y Estados Unidos. En un país donde empieza un gobierno de izquierda que es todo lo contrario al fascismo, preocupa que si queda mal López Obrador llegue el fascismo a México, le plantean a Hernán Gómez Bruera los moneros de El Chamuco TV en el quinto programa de la segunda temporada por TV UNAM (https://tv.unam.mx/portfolio-item/el-chamuco-tv-temporada-2-programa-5/):
Para el columnista de El Universal, “hay un resurgimiento de la derecha en América Latina. Pero en México, como siempre, vamos a nuestro propio ritmo: cuando llegaron los gobiernos de izquierda a Sudamérica, aquí estábamos con el foxismo y el calderonismo. Ahora México gira hacia la izquierda y el resto de la región casi toda va hacia la derecha”.
Para el académico del Instituto Mora: “Hay dos derechas. No me preocupa tanto que haya gobiernos de derecha si al menos son democráticos. Es parte de vivir en una cierta normalidad democrática. Si estuvo la izquierda en el poder 12 años, es normal que regrese la derecha por la vía electoral y luego haya una nueva alternancia. Me preocupa cuando la derecha tiene un discurso antidemocrático”.
Le inquieta un gobierno como el de Jair Bolsonaro, que fue militar: “Bolsonaro era diputado cuando le hicieron el juicio político a Dilma, e hizo un razonamiento de su voto muy breve pero que lo dio a conocer en el mundo. Le dedicó su voto a un militar represor que se caracterizó por sus técnicas innovadoras en la tortura, una de las cuales consistía en introducir ratones en las vaginas de las mujeres.
“Ese hombre parece haber sido el mismo que torturó a Dilma Rousseff. Imagínense a un político que dedica su voto a alguien tan siniestro. Bolsonaro defiende la tortura, dice que el error de la dictadura brasileña fue haber torturado en lugar de matado a 30 mil personas como hicieron los militares argentinos. Y que otro error fue no haber matado al ex presidente Fernando Henrique Cardozo.
“El suyo es un discurso de apología de la muerte y la tortura. Y esto sí me preocupa porque Brasil ha sido un país bastante democrático desde la transición, y una democracia muy dinámica y viva, no sólo desde lo representativo sino como democracia participativa. Todavía hay una democracia bastante activa.
“Darse cuenta de que [en México] puede pasar algo así, nos tiene que poner a reflexionar a todos. Ver a dónde llegan las expresiones antisistema, que tiene que ver en parte con la crisis de las democracias. Algo está pasando que la gente no se reconoce en las democracias. No entiende que la democracia puede mejorar sus propias vidas”.
Para Hernán Gómez, “urge una reflexión profunda, no ser condescendientes y no usar el caso Bolsonaro para discusiones pendejas como acabar diciendo que todos son iguales: que AMLO es igual a Trump y ponerlos en la misma bolsa que a Bolsonaro”.
No hace mucho, comenta, “Jorge G. Castañeda hizo un símil entre Cuauhtémoc Blanco y Bolsonaro, cuando una figura así de criticable merece otro tipo de tratamiento. Decir que algo así pudiera pasar en México si un futbolista llega a presidente, es frívolo y es mal intencionado. Jorge es un hombre bastante inteligente y me molesta cuando alguien usa su inteligencia para desinformar, manipular e impulsar una agenda personalísima”.
Lo que lleva a los moneros a concluir: algunos intelectuales mexicanos “se creen tan listos e iluminados que piensan que cualquier barbaridad que digan es atendible”.