¿OFICIO O PROFESIÓN?

¿El periodismo es un oficio que se aprende con la experiencia laboral o es una profesión universitaria? Como maestra de esa materia en la UNAM, Ana Lilia Pérez Mendoza puede responder a la cuestión:

“El periodismo como profesión es algo de las últimas décadas. Y aunque para ejercer esta profesión no requerimos de una cédula como los médicos, cada vez se exige una profesionalización: mayor capacidad, compromiso y vocación.

“Esta pasión debe vincularse a la obligación de profesionalizar cada vez más el trabajo. Irónicamente, a medida que ha avanzado la tecnología y pareciera que los periodistas tenemos mejores herramientas, vemos un mayor descuido en el manejo de la información. La difusión de fake news tiene muchas implicaciones para la sociedad.

“Mucho de lo que se hace en esos medios tecnológicos carece de profesionalismo. Y no todo el que difunde información se puede llamar periodista. El periodista hoy es una profesional que requiere formarse en las aulas, en el entorno de la academia.

“En el periodismo no se deja de aprender. Doy clases de periodismo desde hace ya varios años y he tomado diplomados de periodismo en México y en el extranjero. Pero aprendo más cuando hago una investigación. Cada cobertura periodística implica el reto de saber recopilar la información, saber interpretarla, procesarla y difundirla de manera profesional”.

CAMISAS Y MANOS NEGRAS

Ana Lilia Pérez es una periodista y escritora mexicana que ha publicado numerosos reportajes sobre temas de corrupción, lavado de dinero, migración y el sector energético, dice Julio Hernández López, quien la entrevistó en la emisión de viernes por la noche denominada ‘Hasta que el sueño aguante’, del programa Julio Astillero del 3 de julio de 2020 (https://www.youtube.com/watch?v=vgjKAq6VqVs).

Publicó en 2010 el libro Camisas azules, manos negras: el saqueo de Pemex desde Los Pinos, en el que Ana Lilia Pérez documentó los negocios y la corrupción de la Secretaría de Energía en el gobierno de Felipe Calderón. Y, en 2014, Mares de Cocaína: las rutas náuticas del narcotráfico, en el que describe la expansión de los cárteles mexicanos que dominan las vías marítimas para llevar su mercancía hasta los lugares más recónditos e impensados.

Recibió el Premio Nacional de Periodismo. Y en 2012 le otorgaron el galardón Leipziger Medienpreis. Pero, como otros periodistas, ha tenido que estar fuera del país debido a las amenazas recibidas por su trabajo periodístico.

Fue ella, por cierto, quien empezó a hablar del huachicoleo para referirse al robo de combustibles, tanto al interior de las instalaciones de Pemex como mediante la perforación de ductos y el robo de cisternas.

LA OTRA PIEL

“Tradicionalmente, en México el periodismo se ejercía como un oficio. Como Julio Astillero que estudió Derecho, muchos de los periodistas más conocidos no se formaron en una escuela de periodismo”, sigue diciendo Ana Lilia Pérez.

“El periodismo requiere mucho más que la sola formación en las aulas. Es un oficio que hay que practicar todos los días, pero la profesionalización tiene que ver con la competencia que hay en este campo.

“Hay pocas fuentes de empleo, es mal pagado el trabajo de los periodistas y requiere un compromiso de 24 horas. No se deja de ser periodista al regresar a casa después de estar 8 horas en una oficina. El periodismo es la otra piel, como decía Julio Scherer”.

En todo caso, ¿el periodismo en México está a la altura de los problemas del país?, preguntan los hijos del anfitrión, quienes participan en el programa:

“En México se ha hecho muy buen periodismo, a contracorriente, por muchos años. Cuando estuve en exilio por el acoso, las presiones y las amenazas en mi contra, viviendo en Europa pude conocer cómo trabajaban colegas de distintos países.

“Me percaté que realmente en México hacíamos muy buenas investigaciones. Es un periodismo prácticamente heroico en el sentido que se sacrifica mucho para sacar adelante investigaciones periodísticas de alto impacto y muy buen nivel profesional.

“Di muchas conferencias en distintos países europeos hablando de cómo trabajaba en México, de las circunstancias que vivíamos los periodistas en este país y, realmente, causaba asombro entre el gremio periodístico.

“¿Cómo era posible hacer periodismo, me preguntaban, a pesar de las circunstancias, de agravios y de amenazas que se han vivido en este país por muchos años para ejercer la profesión?

“Ahí estaba la numeralia creciente de agresiones en México, uno de los países más peligrosos para ejercer la profesión. Y, sin embargo, seguíamos sacando adelante investigaciones periodísticas.

“El periodismo en México siempre tuvo buen nivel. No todo, es una realidad. Y se ha pervertido también una parte de la profesión, pero hablando de esas investigaciones sí son de los trabajos que podrían cambiar la circunstancia de un país.

“Los periodistas hemos tenido muchas cosas en contra. Para empezar, si escribes en contra de quienes ostentan el poder tienes a todo el poder en contra”.

PERIODISMO SOCIAL

¿Hay verdadero periodismo en las redes sociales, no periodismo ciudadano o periodismo social sino un ejercicio profesional de información y opinión?, inquieren los anfitriones.

“Cuando yo hablo de la profesionalización del periodismo como una necesidad permanente me refiero a eso. Kapuscinski decía que la diferencia entre el periodista del siglo XX y el del XXI era solamente que el del nuevo siglo  tiene mayor tecnología a su alcance.

“El periodismo tiene su metodología, es una de asignaturas que tengo. Tiene, pues, sus procedimientos y técnicas y eso no debe cambiar. Así sea que la información se difunda por cualquiera de las plataformas, no debería cambiar el rigor en el tratamiento de la información. Pero en realidad no ocurre así. Lo mismo quienes se ostentan como periodistas ciudadanos que los medios de comunicación, difunden información falsa.

En días pasados se anunció malévolamente que la ciudad de México pasaría a semáforo verde, y periodistas que se dicen profesionales lo difundieron. Al igual que replicaron en sus cuentas la noticia falsa de que Carlos Romero Deschamps había contraído el covid, que estaba muy grave y que estaban solicitando un día de sueldo a los empleados de Pemex para apoyarlo.

“Tener mayor tecnología al alcance es una herramienta más, pero hemos visto cómo se ha utilizado para difundir información falsa por la inmediatez.

“Hay que ser profesionales en el periodismo, cualquiera que se diga buen periodista debe verificar la información antes de difundirla en sus redes sociales o en el medio tradicional para el cual trabaja.

“Se ha banalizado mucho el uso de la tecnología para difundir la información, no se le da en la seriedad que se requiere. El periodista es un transmisor de información de interés público. Quién la recibe es la sociedad, y el periodista debe ser muy riguroso con cada dato que está emitiendo.

“Personalmente tengo una obsesión con la comprobación de datos, con el rigor en la información, porque creo que de eso va el periodismo”.

¿QUIÉN NO ES PERIODISTA?

¿Quién es y quién no es periodista? ¿Lo es el lector de noticias? ¿Tener un título universitario ya te hace periodista?, cierran el cuestionario los hijos de Julio Astillero.

“El campo del periodismo es muy amplio –responde Ana Lilia Pérez–. Y el crédito no lo tiene sólo la persona que está al frente de un micrófono o que aparece en la pantalla.

“Por ejemplo, en la carrera de Comunicación que tenemos en la UNAM una de las especialidades es la de Periodismo, pero el campo de enseñanza que tenemos te prepara para que puedas hacer investigaciones que se difundan a través de cualquiera de los medios, para que puedas conducir un programa, tomar fotografías o, ahora, hasta hacer los diseños de los contenidos multimedia.

“El producto periodístico requiere de muchas manos y de muchos profesionales de la comunicación. Cuando vemos una investigación, aparece el nombre de un periodista pero detrás de él hay todo un equipo de editores e investigadores que colaboraron en el trabajo.

“En las redes sociales hay mucho ruido. Y hay discusiones que me parecen banales, sobre todo en la circunstancia que se está viviendo a nivel mundial y la problemática que tenemos en este país.

“Finalmente, el periodista no necesita estar anunciando que es un periodista profesional. Su trabajo es lo que habla. Las audiencias son inteligentes y saben discriminar la información veraz y confiable de la basura.

“Puedes tener un título como periodista y difundir información que una y otra vez evidencia ser falsa. Y así tengas un título, no puedes llamarte periodista profesional.

“La profesionalización se da cada día y en cada uno los trabajos que uno hace, en cada uno de los productos que expones ante la audiencia. El compromiso es de todos los días y siempre con la sociedad”, concluye Ana Lilia Pérez.

“Hace unos años estuve en una librería muy antigua de Sevilla y me encontré un letrerito que reza:

‘Se sabe que el periodista es persona dotada para sintonizar con las gentes, y que se dedica profesionalmente a eso porque tiene autorización y conocimiento para hacerlo a través de informaciones gráficas, literarias o audiovisuales. Aquí vive gente que profesa ese oficio. Cobramos como filósofos y tomamos como primer precepto la educación para que se pueda crear opinión, que en esta sociedad todos somos hermanos y tenemos derecho a la verdad y la obligación de difundirla, que quien vive del halago termina como un embolsado de estiércol’”.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.

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