Decir que Reforma es un “pasquín inmundo” desató una explosión virtual. La frase del presidente López Obrador en la mañanera del viernes 11 de septiembre de 2020 se volvió trending topic. Y por la noche de ese mismo día, Ernesto Ledesma conversó sobre el tema en la mesa de opinión de Rompeviento TV (https://www.youtube.com/watch?v=uhwYss8JP04) con el historiador Lorenzo Meyer y el escritor Fabrizio Mejía Madrid.
En la conversación pública, la que se da fundamentalmente en redes sociodigitales –dice Ledesma–, el sector siempre adverso a López Obrador señala que el presidente perdió el control, que esa no es la actitud correcta en un jefe de Estado; pero la otra corriente, la que está a favor de Andrés Manuel, considera que Reforma se merece el epíteto y que el mandatario está en su derecho de dar la réplica.
Después de enlistar la ocho columnas en las que Reforma ha publicado noticias falsas que, pese a ser desmentidas, no merecieron una aclaración en la misma posición y con el mismo espacio, Fabrizio Mejía Madrid habló de otros de los enfrentamientos recientes que ha tenido López Obrador con medios impresos: las revistas culturales Nexos y Letras y Libres.
Lorenzo Meyer había opinado que no siempre es pertinente ni útil para la tarea de gobierno elevar al grado de voceros de la oposición a medios como Reforma, a conductores como Carlos Loret de Mola y Brozo o a intelectuales como Héctor Aguilar Camín y Enrique Krauze, porque el presidente no necesita eso.
Mejía Madrid observa que, en el caso de estos historiadores y editores de revistas, probablemente no sea necesario tacharlos de enemigos. “Basta ver no solamente la cantidad de dinero que les daban sino la cantidad de revistas y libros que les compraba el Estado”.
Si todos esos ejemplares iban a parar a las bibliotecas, ironiza Fabrizio, entonces el principal censor de Nexos y Letras Libres fue el gobierno federal en tiempos de Calderón y Peña Nieto, “porque las revistas no se distribuían, quedaban ahí en las bibliotecas de los pueblos, donde si acaso un lector haya tenido la curiosidad de leerlas”.
Debe verse como una suerte de censura financiar números para luego comprar casi todos los ejemplares y embodegarlos. “Curiosa manera que tenían estas revistas de terminar su vida útil”, agotando en bodega su periodo de circulación, se mofa Mejía Madrid.
RÉPLICA NO ES CENSURA
En cuanto a la polémica surgida al calor de este ejercicio de crítica y desmentidos “que hace el presidente con periódicos como El Universal o El Financiero, y que ha hecho con La Jornada en algún momento por una fotografía o también con Proceso por las portadas”, a Fabrizio Mejía Madrid le parece que no es censura.
“Censura es lo que le pasó a Carmen Aristegui, a quien por las presiones de la presidencia le quitaron su programa de radio. Censura es quitarle el dinero de la publicidad oficial a un medio impreso, como fue el caso de Proceso en el sexenio de López Portillo con el famoso: ‘No pago para que me peguen’. O censura es el bloqueo en el sexenio de Peña Nieto a varios medios, entre ellos La Jornada, periódico al que el gobierno de la república le contrataba planas y planas de publicidad que luego no le pagaba (La Jornada se empezó a endeudar y eso motivó una crisis muy fuerte que desembocó en la huelga del sindicato).
“Lo que hace el presidente López Obrador no es censura: él da su opinión y hace una réplica en público de lo que considera mentiras. Pobre de la reportera de Reforma que estaba ahí. Siempre con una cara desdeñosa, ahora se le veía un poco apagada porque le estaba tocando al periódico para el que trabaja”. Pero en el caso del grupo que edita también El Norte en Monterrey y Mural en Guadalajara, “tiene razón Lorenzo Meyer cuando dice que, como no existe una oposición, Reforma se asumió como la oposición y por ende tiende a mentir”, expone Mejía Madrid.
“Si se asumieran como un contrapoder, no podrían ejercer esas labores porque no hay ideas y las del contrapoder son labores políticas: ser la contraparte crítica a las propuestas oficiales u oponerse a un modelo económico, por señalar dos ejemplos.
“Lo único que les resta es intentar algo que se plantea en el nuevo documental de Netflix llamado El dilema social (2020). Ahí, el encargado de inventar la función del like en Facebook dice que el asunto con las noticias falsas es que nadie recorre la montaña hacia arriba. Cuando recibes fake news, estás en el valle y muy poca gente asciende a la cima para ver el panorama completo y verificar o descubrir qué hay detrás de la noticia.
“La mayoría de la gente se queda en el valle, se queda incluso con los titulares nada más: ni siquiera leen la nota porque hay veces que la cabeza dice una cosa y en el cuerpo de la nota se dice otra. Pero eso genera lo que los norteamericanos llaman la ‘conversación del bebedero’: los comentarios triviales que se hacen en la mañana mientras te tomas un café en la cocineta de la oficina. No falta el compañero que llama la atención sobre la renuncia de todo el cabildo de Macuspana, del que formaba parte la cuñada de López Obrador”.
PALENQUE, BAJO UNA CEIBA
Como lo explica Mejía Madrid, “la noticia había sido puesta en Twitter desde el lunes anterior, con una invención bastante sofisticada”: el presidente se refirió a Felipe Calderón y México Libre desde Palenque, porque él fue allá para atender la crisis en Macuspana, ya que su cuñada está involucrada en el robo de dinero público y por eso desaparecieron los poderes municipales.
Esa era un poco la narrativa, que se funda en la idea equivocada de que Palenque y Macuspana están en el mismo estado o siquiera cerca, cuando la distancia es mayor a 100 kilómetros. Según esta ficción, Macuspana fue la causa por la que López Obrador decidió trolear a Calderón desde un equipal en Palenque, bajo una ceiba, diciendo que si el expresidente no está de acuerdo con la decisión del INE de negarle el registro a su nuevo partido, salga a la calle a manifestarse con los millones que supuestamente lo apoyan.
“Pero como la narrativa no funcionó, ya que hubo algunos desmentidos por parte del vocero Jesús Ramírez, Reforma retomó el asunto y entonces la polémica estalla, con lo que se comprueba que también las noticias falsas viajan lentamente de su creador en las redes a los medios tradicionales”, resume Fabrizio Mejía.
REFORMA NUNCA, NUNCA
Ernesto Ledesma advierte que, si bien no son figuras públicas muy populares, por Televisa la gente sí identifica a Enrique Krauze o a Héctor Aguilar Camín.
El ciudadano de a pie conoce mejor a Carlos Loret de Mola y a toda esta camada de periodistas que estuvieron mamando del erario por décadas, por lo menos en los anteriores dos o tres sexenios como Ciro Gómez Leyva o Joaquín López Dóriga, incluso a algunos de los que escriben o escribían en Reforma y que se mantienen dentro de ese núcleo duro de derecha.
Por eso, le parece útil que el presidente use la mañanera, el mayor medio de comunicación que existe actualmente en el país, para defenderse. Porque enfrenta medios que no se limitan a sus propios lectores, ya que otros reproducen algo que se publicó en uno de los diarios de referencia. Grupo Radio Fórmula reprodujo, en toda la cadena de emisoras, la nota de Reforma sobre Macuspana. Sí llega abajo la información, a mucha gente. Lo que publican los periódicos de derecha se difunde en cadena nacional, a través de las estaciones de radio que tienen la misma línea editorial, insiste Ledesma.
Por eso considera que, para la comunicación del gobierno, es muy útil que el presidente exponga las mentiras de Reforma, que ponga la nota en la mañanera y que ahí mismo se aclare o, si no, que mande a llamar al funcionario aludido.
No subestimemos a medios que siguen siendo muy poderosos, particularmente porque sus notas se replican mucho más allá de lo que se puede replicar la contraparte en los medios de comunicación alternativos, incluyendo a Rompeviento TV, dice el director de este canal de internet.
VÍCTIMA ES EL PUEBLO
Es pertinente responder, agrega Ernesto Ledesma, porque quienes hemos estado censurados somos el pueblo de México, quienes no hemos tenido ese acceso a la información somos los ciudadanos. Los medios y los periodistas se arrogan el derecho a informar pero le niegan a la población el derecho a estar informada.
Es importante desmentir todos esos ejemplos de fake news que ha colocado Reforma y otros periódicos en ocho columnas. No sólo noticias falsas sobre funcionarios públicos sino informaciones que afectan a individuos en lo particular. Y recordó a un pobre italiano que había estado viviendo unos meses en San Cristóbal de las Casas: Reforma lo sacó en primera plana como el ‘subcomandante Marcos’, con todo y foto. El pobre tipo tuvo que irse del país, todo asustado. Y nunca se aclaró la nota, nunca le dieron derecho de réplica.
Eso que señala López Obrador de que cuando Reforma aclara lo hace en la página 14, es cierto. Nunca se disculpan, no importa a quién agravien o el tamaño del agravio, ni si lo afectan de una o muchas maneras. Sea el presidente o quien sea, no tenemos la oportunidad de defendernos o no la teníamos frente a los grandes medios en cadena nacional hasta antes de la mañanera, apunta Ernesto Ledesma.
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