Para prehispánicos, sexo, vida y muerte eran procesos de celebración: Patrick Johansson

+ Presentó su libro “Ahuilcuicatl. Cantos eróticos de los mexicas”.

Patrick Johansson Keraudren, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), presentó en la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima su más reciente libro, editado por el Instituto Politécnico Nacional, “ Ahuilcuicatl. Cantos eróticos de los mexicas”, en el que explora la sexualidad y el placer en el mundo indígena.

El texto se compone de trece capítulos en los que su autor aborda el erotismo en la cultura náhuatl prehispánica, cómo los indígenas entendían el sexo, la muerte, así como los conceptos y palabras que utilizaban. También incluye la forma en que estos conceptos son trasladados a cantos y al doble sentido.

En entrevista, Patrick Johansson comentó que este libro se divide en dos partes, “en  la primera, todo el contexto erótico de las costumbres, la cognición indígena, conocimiento, sabiduría sensible; es un análisis minucioso de elementos sexuales y palabras metafóricas para que el lector las pueda detectar en la segunda parte del libro, donde ya hablo del canto travieso y los albures que hay en ellos”.

Para el investigador de la UNAM, es importante resaltar que, para el mundo prehispánico, el sexo, el albur y el erotismo eran parte importante; de hecho, comentó que en la cosmovisión indígena la sexualidad, la vida y la muerte eran procesos de celebración.

“Hay una relación estrecha entre el pensamiento prehispánico y los dioses Eros y Tanatos. Me parece interesantísima esta relación porque, para los indígenas, la sensualidad y la muerte eran parte de su cultura, no sólo en un contexto meramente sexual, sino que había rituales. Era toda una experiencia: danza, palabras, y no sólo en forma heterosexual, sino también homosexual”, agregó.

“El problema es que cuando llegan los españoles los regañan porque eso no les parecía; para ellos, la sexualidad y la homosexualidad ‘eran una porquería’. Para los indígenas, la serpiente es una figura sexual, pero para el mundo cristiano es el pecado. Para el mundo náhuatl es vitalidad, es lo que se opone a la muerte, mientras que en el mundo cristiano había una sublimación cultural”, agregó.

Por ello, dijo Patrick Johansson, “es importante reconocer el valor de las culturas prehispánicas no sólo como un tema de investigación, pues permite reencontrarnos con su forma pensar; esto se logra mediante los cantos eróticos recopilados por los religiosos españoles, y que ahora son interpretados por estudiosos de las culturas prehispánicas”.

“Tenían una sabiduría sensible; no sólo hablamos de algo corporal, sino que para ellos el mensaje tenía que ir al sentimiento, al corazón. Por ejemplo, la flor estaba vinculada con el sexo; el erotismo indígena no sólo era sexual, sino que todo tenía que ser como un rito y se tenía que fundir”, comentó.

Por último, el experto aseguró que estos cantos fueron recopilados por los religiosos españoles para conocer estas culturas durante la evangelización, pero dejó claro que no los interpretaron del todo bien, porque no se dieron cuenta del contenido erótico.

El libro fue presentado por José Salazar Avila, cronista del municipio de Tecomán;  Abelardo Ahumada González, y Krishna Naranjo Zavala, académica de la Falcom.

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