Abordamos el tema por tercera ocasión. Un grupo de gobernadores ambiciosos busca alternativas para hacerse notar y obtener fondos federales para sus bolsillos y para las campañas que se avecinan. El pretexto que encontraron, supongo que el mejor que pudieron encontrar, es la revisión del mal llamado y peor entendido federalismo fiscal.
López Obrador es duro y los gobernadores lo saben. Para intentar ablandarlo, se unen y presionan hasta con la amenaza de romper el pacto federal y con semejante argumento demuestran que son ignorantes, puesto que eso está legalmente fuera de su alcance. Son gobernadores pero no son los Estados mismos que creen representar, bueno, ni siquiera encabezan los gobiernos de sus entidades federadas, puesto que en cada una de ellas, existen tres poderes, y ellos tan sólo son cabeza del ejecutivo de cada una de ellas y en su mayoría, cuestionados por sus gobernados.
Para ilustrar, lo haremos con el caso que mejor conocemos y más nos atañe: pensemos en Colima. ¿Cuál es el grado de aceptación de Peralta y cuál el de López Obrador? Peralta, con dificultad es popular entre el grupúsculo con el que intenta gobernar y entre quienes se benefician con su gobierno. Para el pueblo, es un gobernador covid, desde antes que supiéramos de esa enfermedad, pues cuando lo vemos, nos apartamos, le tenemos resistencia, no empatiza con nadie, carece de sensibilidad, es insolidario, cree que gobierna por ser de sangre azul. El pueblo no se identifica con él y por supuesto, no lo apoya en esta aventura política ni en otras.
Llegó al ejecutivo estatal en un segundo intento, después de obtener más votos que el panucho Jorge Luis Preciado por habernos prometido que seríamos felices y estaríamos seguros y también, por haber comprado votos. Se alegó que eso era la democracia. Él, como beneficiario directo de esa democracia se alza hoy como antidemócrata al tratar de deslegitimar a un presidente de la República que obtuvo un triunfo incuestionable en las urnas, junto con un mandato para acabar con los regímenes como el que encabeza el propio Peralta. Y para que lo lograra, el pueblo le entregó mayoría en las cámaras del Congreso de la Unión y en la mayoría de los congresos locales. ¿Ya se les olvidó? El pueblo, mayoritariamente votó también por Andrés Manuel en las boletas para elegir diputados y senadores, entre otros.
Su gestión al frente del Ejecutivo estatal ha sido desastrosa y ampliamente reprobada. Sus tiempos han transcurrido entre homicidios, inseguridad y los negocios inmobiliarios que ha encabezado. Sus promesas cada vez resultan más en el terreno de lo imposible. El desarrollo de Colima se ha detenido. Lo que mejor ha hecho es viajar y apartarse del territorio que dice gobernar y de los colimenses. Siempre tuvimos dudas con respecto a quién estaba atrás de sus decisiones y ahora nos muestra que ese personaje es Fernando Moreno, uno de los no muchos representantes del priísmo más duro, del priísmo a ultranza. En busca de protagonismo entre el grupo de gobernadores rebeldes, Peralta los ha convidado a reunirse para conspirar en Nogueras (sin que por supuesto, los comaltecos ni los noguereños les demos la bienvenida a nuestro municipio, y menos, para que desde aquí, conspiren).
Como el covid afectó a estos gobernadores en los cerebros, la Hacienda debiera reconvertirse en covitorio y encerrar allí a los enfermos, aunque cuarentenarlos no los cure, al menos, no causaría más daño.
Autócrata Peralta, cuando no deseamos más regímenes de esos, no queremos profundizar en un pasado superado por la historia y por la decisión mayoritaria de los mexicanos. Nuestro deseo es que un régimen como el que buscan que prevalezca, quede, tan sólo, en los libros de historia, para que no se olvide y nunca vuelva. No queremos que nos impongan algo, lo que sea, pero menos, más de lo que ya vivimos y tanto daño nos hizo.
Un amigo me dijo que esos gobernadores no son golpistas sino golfistas, pues son golfos. Y Colima que está a la orilla del Pacífico, es justamente lo más alejado del Golfo. Quien lo dude, que vea un mapa. Estos señores no saben leer los deseos de sus pueblos, sino su propia conveniencia. ¿Cuántos de ellos cuentan con la aprobación de sus ciudadanos o congresos? ¿Cuántos de ellos, igual que Peralta están a punto de concluir sus mandatos? Que no se hagan bolas y no traten de hacernos bolas a nosotros. Y una llamada a Vladimir Parra para que se mantenga alerta y el Congreso ate las manos de Peralta. Que el Congreso sea guardián de la democracia.
Es cierto que sus gobiernos no tienen dinero, porque todo se lo gastan en beneficio propio y de sus camarillas. Son derrochadores y veleidosos. Y sobre eso, quieren asegurarse de seguir por la misma senda de gastos durante el resto de sus vidas. Pero, ya no se trata de lo que ellos quieran sino de lo que queramos la mayoría. Sus tiempos se acabaron. Ahora siguen los nuestros, los de los de abajo.
Para que haya un acuerdo con el reparto de los dineros provenientes de la recaudación deben demostrar que encabezan gobiernos responsables y comprometidos, que saben también, imponer un régimen tributario propio y saben administrar el gasto gubernamental. Deben ser transparentes y saber que no ocupan sus puestos por designio divino o por derecho de sangre, sino que fueron puestos por el pueblo para cumplir el mandato de éste y por supuesto, que deben cumplir con la Constitución y las leyes que de ella emanan, tal y como protestaron que lo harían.
Para las campañas que vienen, deben inventar sus propias banderas y respetar la voluntad popular. México es un país con voluntad democrática y Colima, por supuesto, también. Así que, no son bienvenidos a Colima ni a Comala. Y a Peralta, lo seguiremos soportando el tiempo que le resta. Aquí, no somos golpistas, aunque a veces, dan ganas, pero siempre se imponen las convicciones y las razones.
Ya les daremos una orientación en temas como federalismo y democracia. La necesitan y nosotros demandamos gobiernos más instruidos. No vivimos en la selva.
Para finalizar diremos que Peralta, hipócrita como ha mostrado ser, en vez de intentar jugar a las vencidas con López Obrador, debiera intentar ponerse a resguardo porque todo indica que ya se encuentra en la mira en diversas investigaciones. Se ha rumorado, inclusive, que ha pedido a su amigo Mario Delgado que se convierta en su manto sagrado, el que lo proteja. Si esto es cierto, ya le habrá dicho el diputado que es un caso perdido y nada puede hacer por él. Ya lo sabemos. Todo a su tiempo.
Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.