PERIODISMO NARRATIVO

Dentro de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara que se desarrolló del 24 de noviembre al 2 de diciembre de 2018, la escritora argentina Leila Guerriero participó en el Encuentro de Crónica, en el foro ‘Periodismo a pesar de todo’ y en el Encuentro Internacional de Periodistas donde impartió la conferencia magistral ‘Periodismo narrativo: cómo y para qué’.

Entrevistada por Ana León para Noticias 22, el informativo cultural de la televisora pública, unos días antes de su intervención en la FIL, Guerriero comenzó por reconocer que “el periodismo narrativo es un género que ya se ha instalado y como una forma de la literatura”.

Llamado por algunos ‘nuevo periodismo’ e incluso ‘periodismo literario’, yo prefiero la denominación ‘narrativo’ para no confundirlo con aquel periodismo que se hace con aspiraciones literarias, es decir, que pretende ser literatura periodística.

Como una rama del periodismo cultural, el literario bien puede ser aquella cobertura periodística de las actividades literarias. Sus fuentes son la industria editorial, el campo académico, las instituciones que otorgan premios y realizan homenajes, los centros de fomento a la lectura, las revistas literarias y suplementos culturales o los círculos de escritores.

¿Cómo ha mutado el periodismo narrativo, cuáles han sido sus grandes cambios en estos años?, le pregunta la reportera en una conversación que se puede rastrear en Noticias 22 Digital (http://noticias.canal22.org.mx/2018/11/28/periodismo-narrativo-leila-guerriero-fil-guadalajara/):

“Es una pregunta inabarcable. Mi conferencia es sobre periodismo narrativo, sobre cómo hacer para poder vivir de esto, los obstáculos que se le presentan a un periodista en el intento de hacer una vida de este oficio.

“Si uno piensa en un libro como Hiroshima o un libro como Operación masacre, de Rodolfo Walsh, o piensa en los textos de Roberto Arlt anteriores a esto acá en la Argentina, y después ve un poco lo que pasó con la antología que se hizo sobre el nuevo periodismo, y que mentó sobre ‘el nuevo periodismo’, Tom Wolfe, mi sensación es que el efecto que produjo, al menos la antología de Wolfe, fue como una novedad mayúscula, realmente no había esa forma de hacer periodismo en ese momento. Me da la sensación de que desde la forma después hemos innovado bastante menos. Sin duda, el periodismo narrativo es un género que ya está instalado y creo que como una forma de la literatura, claramente, desde hace mucho tiempo y que como todas las formas no puede vivir renovándose y viviendo al filo de la vanguardia.

“Me parece que ha habido intentos más interesantes de renovar desde el reporteo, incluso desde las formas, pienso un poco en lo que es el periodismo performático, algunas obras de teatro, por ejemplo, como las de Lola Arias que se basan en historias reales, eso también es periodismo, o el proyecto de Daniel Alarcón, Radio Ambulante. Me parece que son todos intentos por renovar desde, por supuesto no estamos hablando solamente de lo escrito, sino desde otro tipo de soportes, lo que son los podcast, y demás. Si me centro en el periodismo escrito, me parece que naturalmente es un género que se ha inscrito definitivamente dentro del cánon literario y que como todos los géneros tiene y tendrá épocas, etapas, movimientos, formas, subgéneros. Me parece que somos un poco más conservadores ahora que lo que resultó el periodismo narrativo en su momento cuando salió. No se si es una crítica o no, yo generalmente no soy como de vanguardias, soy más tranquila en ese sentido. No soy de las que van por allí inventando formas”.

UN GÉNERO DE GÉNEROS

Descrito por la autora de Los suicidas del fin del mundo. Crónica de un pueblo patagónico (Tusquets, 2005) y Una historia sencilla (Anagrama, 2013), entre otras piezas y recopilaciones, como un género rico que juega con otros géneros y al que, justo, se han añadido nuevas formas de hacer periodismo narrativo como lo es Radio Ambulante, ¿qué es lo valioso de un texto de este tipo?, inquiere Ana León:

“Creo que básicamente lo que más me gusta del periodismo narrativo es que permite no caer en el reduccionismo. Exige no caer en el reduccionismo, más bien. Cualquier texto periodístico reduccionista es poco interesante. Obviamente hay géneros que te obligan a ser un poco más conciso, más sintético y en pintar la realidad sin tantas facetas como las noticias, por ejemplo. El gran desafío del periodismo narrativo es la creación de textos sólidos que no sean reduccionistas. A mí por lo menos, los textos que me resultan más interesantes son aquellos que permiten dejar abierta una cantidad saludable de dudas y no darle al lector una especie de conclusión taxativa con respecto a determinado tema”.

REPORTEAR: SALIR AL MUNDO

En otros espacios, Guerriero ha mencionado que el periodismo narrativo es un oficio de largas distancias, muchas veces el periodista que se dedica a elaborar este tipo de textos se está yendo siempre, ¿cómo es ese aislamiento, es necesario para aprender a mirar?, pregunta Ana León:

“Una cosa es el aislamiento a la hora de la escritura que, por lo menos para mí es necesario, no puedo escribir si no me quedo en mi casa. Pero el momento del reporteo no es un momento de aislamiento, al contrario, hay un cierto aislamiento en términos de que uno está tan metido en esos mundos, o en ese mundo en particular, que todo lo demás pierde un poco de consistencia, podríamos decir la vida cotidiana. Pero, en realidad, el momento del reporteo es un momento de salir a estar en el mundo, aunque sea ir a meterte a casa de otra persona, pero es un salir de. Si te aíslas en el momento del reporteo estás frito, estás sonado, es el momento de salir a ver y ese es el momento de establecer un mirada. Tener que salir tantas veces como sea necesario, hasta que empieces a establecer una mirada sobre un punto de vista sobre aquello que estás mirando. Con una primera vez es muy difícil que puedas leer a fondo la realidad que te propusiste mirar. Yo lo llamaría más bien como abducción, en términos de que el tema te abduce, y todo te lleva a eso. No es que uno deje de vivir por reportear. Y sí, creo que es necesario un cierto grado de obsesión y de estar rumiando eso todo el tiempo y de pensar qué nuevas entrevistas puedes hacer y dónde puedes buscar más información. No es algo que uno meta en una caja y lo cierra una noche cuando se va a dormir y lo abra una semana más tarde”, resumió Leila Guerriero.

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