Varios de los invitados a Operación Mamut –el programa del Once que conducen Fernando Rivera Calderón, Nora Huerta y Jairo Calixto Albarrán– han sido periodistas que, además de su trayectoria, expusieron en la entrevista su visión del periodismo y de las relaciones entre la prensa y el poder, específicamente en los tiempos de la 4T.
En un programa que juega todo el tiempo con la idea del México prehistórico, donde la música en vivo corre a cargo de dos chicas que homenajean a las cazadoras de Tepexpan (una broma en alusión a que el Hombre de Tepexpan que mereció un diorama en el Museo Nacional de Antropología resultó ser el esqueleto de una mujer que medía 1.60 metros de estatura), hay una cabeza olmeca que habla y una serpiente emplumada que baila por el foro, los periodistas resultan ser profesionales que creen enfrentarse a mamuts cuando, en realidad, los políticos del viejo régimen son como dinosaurios que se resisten a extinguirse.
En la emisión del 29 de agosto de 2021, ‘Fiesta prehispánica con Mario González’ (https://www.youtube.com/watch?v=Xzg2LO_y4gU), el conductor del espacio matutino de Enfoque Noticias (en Núcleo Radio Mil) y uno de los presentadores vespertinos de CNN en Español charló con sus anfitriones sobre la transformación que ha habido en los medios en México con la llegada de López Obrador a la presidencia.
“Es apasionante –resume Mario González–. Aunque no hay algo nuevo qué contar porque las fake news y la manipulación de la información siempre han estado ahí, ahora estamos viendo espejos mucho más amplios de esa información: las redes sociales. Y también tenemos interesantísimos ejercicios de comunicación desde la esfera gubernamental, desde el Estado, como la mañanera.
“La conferencia matutina en Palacio Nacional es un fenómeno en el cual hay que estar como medio, al que debemos analizar y también aprovechar como periodistas. En Amanece con Enfoque, además de estar dando las noticias relevantes y hablando de los temas importantes que no necesariamente pasan por el escritorio o las palabras del presidente de la república, permanentemente tenemos que estar monitoreando la mañanera para ver qué dice López Obrador y por dónde va la respuesta del gobierno ante los diferentes asuntos”.
LA ESCENA NOTICIOSA
Mario González y Fernando Rivera Calderón se conocieron como estudiantes de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM Xochimilco). “Pero yo sigo siendo inocente y lleno de sueños”, dice Mario entrando al juego.
Ya egresado, uno de los primeros espacios televisivos donde trabajó González fue el Once: “Me da mucho gusto ver las mismas caras, los mismos muebles, las mismas alfombras…”, bromea al volver a la televisora del Instituto Politécnico Nacional.
Además de Comunicación cursó teatro: “Dramaturgia como se llamaba entonces, con Ludwik Margules”. Y aunque su vocación era hacia la literatura dramática, “mis compañeros de dirección me empezaron a llamar para que actuara en algunas obras. Me interesaba conocer la estructura del drama, pero la mayoría del tiempo la pasaba montando obras de teatro. No era mi intención ser actor, fue algo que se dio, y algo así me pasó con el periodismo.
“Empecé en el periodismo escrito y era corresponsal en el extranjero cuando me invitaron a hacer televisión. Ya conocía el medio, mi familia viene de la televisión desde muchos años, y hasta ahora sigo haciendo televisión y radio. Finalmente es lo mismo, todo tiene una curva dramática: encontrar la noticia es un drama, la noticia tiene una estructura dramática, y el arte de la escritura es capturar ese drama como sea, ya sea en formato de noticias, de documental o como drama escénico.”
Fernando Rivera Calderón coincide en que algo tienen de puesta en escena los noticieros: el conductor se sienta en una mesa frente a una cámara, en un foro que no es más que un escenario. Pero el juego de la información es la verdad, hablar de la realidad de los hechos. No obstante, en los últimos 20 años hemos visto que ese escenario de la verdad se ha vuelto un escenario de la mentira, de las fake news, de la manipulación política. Lo que lleva a Mario González a precisar que “la manipulación siempre estuvo ahí, aunque nunca fue tan evidente como ahora”.
ANTES SE DABA LANOTA…
En cuanto a la mañanera –para la actriz Nora Huerta, convertida en analista política en esta tertulia periodística–, en la Presidencia de la República antes se daba ‘lanota’ y ahora se da la nota. Es decir, antes se daba chayote a los periodistas, una lanota, y ahora en Palacio Nacional se da la nota del día. ¿Cómo fuente informativa, la mañanera resulta interesante para Mario González?
“Como periodista a quien le gusta estar en el breaking news, en la noticia actual, uno tiene que tener las antenas desplegadas todo el tiempo. Decidir si lo que está diciendo el presidente en la mañanera es importante, no siempre es fácil. Como decimos en el argot reporteril: no se te puede ir la nota, tienes que estar cazando el momento cuando el presidente dice algo importante. Y es un ejercicio maravilloso.”
A Rivera Calderón le resulta interesante escuchar a un periodista profesional hablar al respecto. Es común oír a seudoperiodistas o comunicadores que exigen la renuncia del subsecretario López-Gatell por algo que supuestamente dijo, pero cuando les preguntan si ellos lo escucharon confiesan que no. Tiene que haber una correlación entre atender lo que estás criticando, para poderlo criticar con autoridad.
En palabras de Mario González, “la conferencia matutina es un fenómeno inusitado en el mundo por todo lo que enmarca la puesta en escena. Si lo vemos desde el punto de vista dramático, hay personajes –el periodista, el youtubero– que llevan su propia agenda. Muchos de los que van ahí, como lo han documentado colegas de varios medios de comunicación, tienen una agenda pagada: reciben dinero para llevar determinado tema y presentárselo al presidente”.
“Pero más allá de eso, el ejercicio de gobierno que se da ahí no es solamente un acto de información. El presidente gobierna, toma decisiones en la mañanera. A muchos funcionarios, incluso, los toma por sorpresa. Un día anunció el presidente que el canciller Marcelo Ebrard daría una conferencia de prensa sobre cierto tema, tal día a tal hora, y cuando le preguntamos a la gente de Relaciones Exteriores dónde sería el anuncio nos respondieron que ellos también se iban enterando en ese momento.”
Según Jairo Calixto Albarrán, el presidente lo hace para que reaccionen sus colaboradores, para ver si están atentos, para que no se queden dormidos. La mañanera también es karaoke, hay hasta una playlist. Y a todos los funcionarios de Comunicación Social los tiene trabajando, sudando frío. Pero a los periodistas también. En otras épocas todo el mundo estaba dormido como a las 11 o 12 del día, esperando el boletín. Ahora es otra dinámica, el presidente pone a todos a pensar, a darle vueltas al tema ya sea para criticar o para apoyar la postura presidencial, o simplemente para entender el asunto.
Y AHORA SE DA LA NOTA
La mañanera tiene lo que lleva el sexenio, ¿aguantará este ejercicio hasta el fin del mandato?, incluso, ¿podría quedarse como una costumbre informativa del gobierno?, quiere saber el humorista que popularizó la frase: ¡Déjense ahí!
“Se acabarán con el gobierno de López Obrador –afirma categórico Mario González–. Hay que reconocer que el presidente es un genio de la comunicación, un comunicador natural, y esas características no se pueden dar en otro personaje. Él empezó las mañaneras como jefe de Gobierno del Distrito Federal y eran algo inusitado. Yo estaba en W Radio en ese entonces, 2001, y por eso ya no me agarra en curva. Pero el ejercicio es irrepetible a menos que surja alguien como él, con el carisma y la empatía que tiene López Obrador.”
Andrés Manuel tiene una necesidad de comunicar y de estar en contacto con la gente, observa Nora Huerta. Eso mete en una dinámica completamente distinta al ejercicio de gobierno. Ya no es el presidente un ser intocable como habían sido todos sus antecesores, quienes tomaban las decisiones en un rinconcito. López Obrador va exhibiendo y mostrando el por qué de las decisiones o de los problemas que enfrenta el país. Hay una pedagogía política, entendemos por lo que nos dice, por ejemplo, si con el dinero que hay se puede pagar o no la deuda externa. Nos enteramos de cosas que antes no nos compartían los gobernantes, dice la también integrante de la compañía de cabaret Las Reinas Chulas.
“Y, en ese sentido –retoma González–, nos mete en debates que en un inicio no lo eran. Tiene esa habilidad de poner temas en la agenda, como si fuera una zanahoria detrás de la que vamos a ir durante tres semanas: la consulta sobre los expresidentes, la revocación del mandato…
“Dentro de la lógica del ejercicio de gobierno de López Obrador, por ejemplo, el nuevo secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, debe estarse preguntando para qué lo puso en Bucareli. Al responsable de la política interior se le identifica como el funcionario que dialoga”, pero no en la 4T parece haber otro interlocutor más que el presidente.
“Muchas de las críticas que se le hicieron a la ministra Olga Sánchez Cordero tenían su parte de misoginia y machismo, pero no todas. También se le puede criticar por su gestión”. Sin embargo, en verdad la hoy presidenta de la mesa directiva en el Senado fue “víctima de la forma de gobierno del presidente”. Con un mandatario como López Obrador, ¿para qué quieres un secretario de Gobernación?
Fernando Rivera reconoce que el espacio que deja el presidente es muy limitado. Evidentemente hay mil temas, pero López Obrador tiene un rango muy amplio: se mete en todo y le sabe a todo. Además, es un poco aprehensivo.
Para Jairo Calixto, eso fue lo que vimos cuando los activistas de la CNTE bloquearon su camioneta. Tras el señalamiento de que no iba a ser rehén de nadie, López Obrador aprovechó el bloqueo para hacer carpool karaoke, noticiero y mañanera con todo y música, sin bajarse del vehículo.
“¡Qué escena esa, impensable en otra administración!”, comenta Mario González. Y Calixto Albarrán subraya con ironía: Sobre todo tratándose de un dictador, de un autócrata. ¿Cómo es que lo detienen y ahí se queda? ¿Y cómo es que no llegan los ganaderos a golpear a los maestros? A lo que Nora Huerta apunta: Se quedó en la camioneta, dejando en claro que esa era su forma de protestar, porque él también tiene derecho a protestar.