PERSISTE LA DISCRECIONALIDAD

El miércoles de Semana Santa (17 de abril de 2019), la administración de Andrés Manuel López Obrador dio a conocer los nuevos criterios para asignar la publicidad oficial. Y en la mesa de los periodistas a la que convoca los miércoles Julio (Hernández López) ‘Astillero’ en la segunda emisión de Radio Centro Noticias, Alejandro Páez Varela, Miguel Badillo y Álvaro Delgado analizaron dichos lineamientos.

Páez Varela abrió la discusión, que se puede escuchar bajo el título: ‘¿La “Ley Chayote” realmente se fue?’ (https://www.youtube.com/watch?v=LotjDg2OHeA). Para el subdirector del portal Sin Embargo, no son un asunto menor esas primeras medidas que regirán la entrega de la publicidad oficial, y que eventualmente serán seguidas por otras secundarias:

“Un reclamo permanente a Enrique Peña Nieto fue la falta de transparencia en la asignación de los presupuestos para comunicación social, para la publicidad oficial específicamente. Venimos de un sexenio donde se gastaron casi 60 mil millones de pesos, según Fundar”, Centro de Análisis e Investigación. Y de ahí la importancia de estas reglas que establecen, grosso modo, cómo va a ser el reparto con López Obrador.

HISTORIA DE LO INMEDIATO

Álvaro Delgado, reportero de la revista Proceso y autor de la columna ‘Historia de lo inmediato’ en El Heraldo de México, opinó sobre lo que dijo el presidente López Obrador en la mañanera de ese mismo día:

Los criterios que se hicieron públicos a través de un acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación y normarán la asignación de la publicidad oficial tanto del Gobierno de la República como de otras entidades, contienen aspectos muy positivos de austeridad y contra la corrupción.

Sin embargo, una señal preocupante de estos criterios es que mantienen la discrecionalidad para asignar casi 5 mil millones de pesos al año. “Un demonial de dinero. Menor a lo que gastaron Felipe Calderón y Peña Nieto, pero que sigue siendo mucho dinero”, dijo Delgado.

Y si bien “expresamente se dice que no va a ser utilizado para premiar ni para golpear a los medios de comunicación, la discrecionalidad está presente. Aun cuando esté cuidada la redacción en estos lineamientos, sigue sin acotarse la decisión del gobierno federal, de la Secretaría de Gobernación, del vocero presidencial y del propio Andrés Manuel López Obrador para darle publicidad a los medios. Y así como ha ocurrido tradicionalmente, corremos el riesgo de que le dé a los que se porten bien y se le niegue a los que según el Gobierno se porten mal”.

SIN CRITERIOS CLAROS

Según Miguel Badillo, director de la revista Contralínea, igual de preocupante que esta discrecionalidad es lo que fue uno de los puntos centrales de las críticas hacia gobiernos anteriores, panistas y priistas: la falta de un criterio. No está claro el criterio por el cual a un medio le “toca tanto en esta campaña”.

Otro de los problemas es que no hay una planeación anual: si el gobierno tiene asignado un presupuesto aprobado por el Congreso y eso le permite planear el gasto público, una empresa de medios de comunicación también tiene que planear su gasto. Y para eso tiene que saber cuánto va a ingresar por concepto de publicidad, ya sea del gobierno o de la iniciativa privada.

Pero en el caso de la 4T, el gobierno está advirtiendo que no va a asignar contratos anuales en los que se establezca cuánto le toca a cada medio de comunicación. Y de este modo la empresa no podrá planear su gasto, no puede determinar si debe contratar más periodistas o si tiene que despedir reporteros, editores, administrativos o gente de taller.

Otro punto preocupante es que, en todo caso, el criterio se centra en la audiencia y en el rating. Ni Jesús Ramírez, el vocero del presidente, ni el mismo Presidente hablaron en la conferencia mañanera de contenido: de “privilegiar el periodismo de fondo, profundo, que algunos llaman de investigación y otros simplemente reportaje”.

Para Badillo, es vital que un medio tenga un equipo de periodistas haciendo trabajo de investigación porque así se descubren cosas que están mal en la sociedad, en el sector privado y en el sector público. No obstante, este esfuerzo no tiene ningún valor de acuerdo a los actuales criterios de asignación de publicidad oficial.

Al Gobierno le interesa que un medio tenga millones de seguidores. Si los tiene, entonces le tocará más porcentaje de publicidad porque estará en más campañas. Eso es lo que se interpreta de criterios que “no son nada claros”.

“LOS AMO, STUPIDS

Para Julio Astillero, atenerse al rating llevaría a premiar a personalidades fuertes del internet, y en ese sentido habría que anunciarse con Chumel Torres, que no es periodista pero es un referente en cuanto a número de seguidores.

De igual modo, si en esa plataforma no se atiende a los contenidos sino al número de seguidores, habría que canalizar la publicidad a los famosos youtuberos de izquierda.

“O que se dicen de izquierda”, matiza Delgado, quien observa en algunos de ellos cierto oportunismo político. Porque tampoco son periodistas, tercia Badillo, sino más bien “apoyadores de López Obrador”.

Como sea, completa Astillero, ellos “también están exigiendo una parte de la inversión publicitaria del gobierno federal; proporcional al número de seguidores y de vistas de sus videos, impresionantes en algunos casos: arriba del millón y medio”.

Los youtuberos son un fenómeno en el mundo. ¿Pero eso les concede una mayor relevancia que medios que históricamente han ejercido un periodismo honesto y crítico, de calidad, comprometido, pero que no tienen los millones de vistas o de seguidores?, cuestiona Hernández López.

En palabras de Alejandro Páez, hay en las reglas algunas condiciones que se ponen desde la Presidencia de la República: “tienes que acreditarte como medio, no como personalidad. Porque si fuera como personaje tendrían que darle publicidad a Chumel Torres, que es un grosero, un barbaján con el Presidente y con otros, pero que además no es periodista”.

Chumel es una personalidad de YouTube, no es un medio acreditado. Y en los criterios sí hay la exigencia de cumplir una serie de condicionamientos para estar en el padrón de proveedores del gobierno federal, redondeó Páez Varela.

OBRAS Y SERVICIOS

El verdadero problema de la falta de contratos anuales, sigue diciendo el subdirector de sin embargo.mx, es que las decisiones serán de corto plazo, para campañas muy concretas, lo cual implica una mayor discrecionalidad: “decir que cada semana te voy a evaluar para ver si te doy publicidad o no”, es ser arbitrario.

Un último punto respecto a la extrema discrecionalidad en la aplicación del gasto en publicidad oficial, es que la relación comercial no termina ahí, apunta Alejandro Páez.

La revista Forbes informó que la fortuna que aumentó considerablemente entre los multimillonarios mexicanos es la de Ricardo Salinas Pliego. Y hace la publicación norteamericana una acotación: es probable que los negocios de Salinas Pliego todavía crezca más, por la relación que tiene con Andrés Manuel López Obrador.

TV Azteca y Televisa son los medios que han recibido siempre las grandes tajadas de publicidad. Pero ahora sabemos que además les van a dar otros negocios como premio, señala Páez Varela.

¿Dónde está la austeridad cuando por un lado les bajas inversión publicitaria, pero por otro los compensas metiendo sus bancos a repartir los apoyos sociales o poniendo sus constructoras a hacer obra pública?

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com. Esta columna también se puede leer en: www.carvajalberber.com y sus redes sociales.

 

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