‘Si votas que Sí, te convertirás en un ciudadano de segunda, el nombre de tu país cambiará, la bandera y el himno también, no habrá más policías y nadie podrá protegerte de los inmigrantes e indígenas que tomarán el poder, las mujeres podrán abortar horas antes de parir, no se podrá comprar agua embotellada ni hielo, no habrá sanidad ni educación privada, de hecho, no habrá propiedad privada en general, todo nos lo van a quitar, nuestras casas y nuestros terrenos, prohibirán la religión’.
Tal era la narrativa, resume Inna Afinogenova, de quienes impulsaron el No en el plebiscito sobre la nueva constitución de Chile que sustituiría a la que está en vigor redactada durante la dictadura de Augusto Pinochet. El borrador fue votado por la aprobación o el rechazo el 4 de septiembre y los chilenos decidieron No. Contrario al porcentaje de votos que aprobaron la idea de una nueva Constitución en 2020, que fue del 78%, el porcentaje de votos de los chilenos que rechazaron el texto propuesto para una nueva Constitución fue del 62%.
Días antes de la consulta, la periodista de Diario Público especializada en temas de América Latina anticipaba el efecto que tendrían las fake news y las manipulaciones operadas por los grupos de interés contrarios a la derogación de la constitución pinochetista, en su video-colaboración del 26 de agosto de 2022 (https://www.youtube.com/watch?v=IIx6uK5IOgI):
‘Tienes que votar que No porque esto es muy real –decía la propaganda negra–. Pero, aunque votes que No, existe un gran riesgo de fraude. Ya lo están amasando, ayer leí que van a traer venezolanos y haitianos para que voten por el Sí. Y si no les alcanza con eso, van a hacer que voten hasta los muertos y los desaparecidos. Ayer vi que aparecían en el padrón electoral. El país está en peligro. Tienes que tomar conciencia y rechazar la nueva constitución.’
“Pese a que la campaña electoral comenzó a principios de agosto, el país ha estado sometido a un bombardeo constante de informaciones falsas, sesgadas, sensacionalistas, ataques a líderes de izquierda o pueblos originarios desde hace meses, en medios de información, en redes sociales y en cada dispositivo móvil”, señalaba Afinogenova días antes de los comicios.
Y tras enumerar las informaciones que han circulado en Chile en estos últimos meses como si fueran verdaderas, Inna comenta que “no nos habría alcanzado la imaginación para sacar semejantes bulos por nuestra cuenta”. Para agregar: “lo cierto es que, en este tipo de campañas, Chile ya podría disputar algún premio en un campeonato mundial”.
¿A QUIÉN LE FAVORECE?
La ex corresponsal de Russia Today cuenta en ese video “a quién le favorecen, a qué se asemejan y quién podría estar detrás” de esas noticias falsas:
“¿A quién le favorecen? Pues a los que impulsan el voto en contra de la nueva constitución obviamente. Son principalmente grupos de derecha y la extrema derecha los que presionan por la opción de rechazo. Desde senadores, como Manuel José Ossandón, afirmando que el pueblo mapuche tendrá más derechos que los demás y cupos reservados en todos los niveles de Estado, hasta alguno que otro exconstituyente a quien vieron repartiendo folletos en la calle con avisos de que el Estado va a quitarle el agua a todos los chilenos salvo si son indígenas, pasando por gentes disfrazadas de convencionales –otros constituyentes– difundiendo entre ciudadanos panfletos con logo y colores oficiales, pero con información falsa: que Evo Morales va a poder anexionar partes de territorios ancestrales de pueblos originarios, que Nicolás Maduro manda un saludo a los chilenos y les anima a apoyar el Sí, que al cambiar la carta magna Chile se convierte en Venezuela. Todas mentiras que denotan, además, un profundo carácter racista y clasista que ha permeado el proceso constituyente.”
Ajustando los tiempos verbales de lo que en ese momento era hipotético y ahora un hecho consumado, señala Afinogenova que el nivel de alarmismo ha llegado a tal punto que el servicio electoral nacional chileno tuvo que hacer unas promociones avisando a los ciudadanos del peligro de las noticias falsas y de lo necesario que es verificar informaciones antes de reenviarlas: ‘En este plebiscito constitucional, antes de compartir información sobre el proceso electoral, pregúntate: ¿es correcta? –dice el spot televisivo– Las noticias falsas son un peligro para la democracia. Intentan disminuir tus intenciones de participar en el plebiscito e instalar desconfianza en el sistema electoral’.
El texto del borrador constitucional se convirtió en best seller y está en el top de los libros más vendidos del país. También está disponible en formato digital y hasta en audio. Pero ni por esas se logró detener la catarata de falsedades que se vertieron en el debate público con el fin de distorsionarlo, lo mismo en WhatsApp, Telegram, Twitter, StreamChat o Twitch, que entre influencers de derecha, declaraciones de políticos o activistas de ultraderecha. Todo, para condicionar los votos de los indecisos a favor de un No que ayudaría a mantener la constitución de Pinochet y, como consecuencia, los privilegios que el régimen dictatorial garantizó para determinados sectores, subraya la periodista.
“Esos privilegios empezaron a estar amenazados desde el estallido social de 2019 que impulsó al país a la redacción de la nueva constitución y, en parte, hizo posible que prosperara la candidatura presidencial de Gabriel Boric. De manera que los sectores pinochetistas interesados en mantener el statu quo son los principales beneficiarios de las campañas de desinformación y sus principales impulsores, porque las mentiras ni se vierten solas ni las inventa un puñado de conservadores ignorantes o ingenuos.”
ATLAS NETWORK, DETRÁS
‘La mayoría de las cuentas retuiteadas pertenecen a un entorno que no es partidista, y tiene más que ver con think tanks que pertenecen a la Atlas Network –opina Julián Macías, activista contra la desinformación digital–. Ahí podemos encontrar cuentas como, por ejemplo, la de Teresa Marinovic que es la directora de la fundación Nueva Mente; la de uno de sus colaboradores, Sergio Melnick, que fue ministro con Pinochet; la de Rojo Edwards, presidente de Ideas Republicanas que también pertenece a esa Red Atlas.
‘Está la cuenta del propio José Piñera (hermano del expresidente Sebastián Piñera) que también fue ministro de Pinochet. Y muchas más, hasta 15 organizaciones. Incluso el candidato presidencial de la derecha José Antonio Kast perteneció a una de esas fundaciones, y la suya es también una de las cuentas más retuiteadas.
‘Lo que tenemos es todo un ecosistema digital que ya hemos visto en otros países, de cuentas en torno de fundaciones y con una pata mediática. Muchos dentro de estas fundaciones (es otra de las partes importantes) son creadores de contenido’, apunta el creador de Pandemia Digital.
NI ELLOS SE LAS CREEN
“En Chile existe toda una red de influencers de la derecha pinochetista –retoma Afinogenova– que tienen estrechos vínculos con el excandidato presidencial José Antonio Kast, quien de joven apoyó a Pinochet y de mayor… alaba la labor de influencers que dicen que están bien fusilados los asesinados durante la dictadura”.
Eso lo dijo Johannes Kaisser, youtuber recién electo diputado: ‘Las mujeres dejan de ir al parque a trotar porque tienen miedo de inmigrantes que las pueden violar, pero siguen votando por los mismos partidos que están trayendo a esa gente. Y tú realmente te preguntas si el derecho a voto fue una buena idea’.
Y, en concreto, sobre lo que ocurrió en la localidad chilena donde en 1990 se encontró una fosa común con los restos de al menos 19 prisioneros ejecutados por miembros del ejército chileno, Kaisser sentenció: ‘Están bien fusilados esa gente en Pisagua ¡Bien fusilados! Esto no es cualquier cosa’.
“Este personaje, Johannes Kaiser, es un fascista chileno diputado electo de la bancada de Kast que cobró gran relevancia durante la campaña presidencial –retoma Afinogenova– con este tipo de transmisiones que, el propio Kast, valoró como aciertos comunicacionales que ayudan a pautar la opinión pública: ‘… por sus aciertos comunicacionales y por siempre estar marcando la pauta, el tema de opinión pública’.
“Ese odio, perdón, esos aciertos comunicacionales tienen un costo –advierte Inna–. Hace unos meses, uno de los influencers que promovió activamente en sus plataformas la opción de rechazar la nueva constitución confesó en una entrevista que se arrepentía de haberlo hecho:
‘Espérate, espérate … estoy hablando en vivo con uno de los íconos de la derecha alternativa que llevó a Johannes Kaiser al poder y está arrepentido. ¿Estás arrepentido Rodrigo Pulgar?’, le preguntó el periodista Nicolás Copano. Y el entrevistado respondió: ‘Sí, en parte sí’.
“Rodrigo Pulgar, conocido en redes sociales como Krypto, también reveló que fue invitado a una oficina en un barrio exclusivo de Santiago donde muchas personas jóvenes generaban desinformación para la campaña del primer plebiscito:
‘Lo que tiene, sí, esta derecha alternativa, es organización. Una organización yo creo que la han visto ya. Hay grupos de WhatsApp que deben tener 100 personas, yo he estado en ellos, y entonces te dicen: hoy vamos a hacer trending topic esta cosa, hoy vamos a criticar a tal persona. O, sea, imagínate, 300 personas twitteando al mismo tiempo contra algo, contra una persona que está en Twitter o subiendo un hashtag. Es una locura. Es una locura y ese grado de organización que tienen es metódico y funciona sumamente bien. También intervienen grupos de Zoom y, entonces, se ponen de acuerdo y dicen ahora va a haber un grupo de Zoom de tales cosas y se meten y le ponen canciones de Pinochet de la época del 73 [año del golpe de Estado contra Salvador Allende], etcétera.’
NUEVA OPERACIÓN CONDOR
Es otra vez Julián Macías quien explica las conexiones entre la agenda económica, política y mediática:
‘Yendo literalmente a lo que Alejandro Chafuen que fue presidente de Atlas Network durante 17 años respondió cuando le preguntaron a qué se dedicaba Atlas Network, él básicamente dijo: Nosotros nos dedicamos a encontrar a personas que tienen mucho dinero y que quieren defender unas ideas, y hacemos de intermediarios para encontrar a gente que tenga talento para defender esas ideas.
‘¿Cuáles son esas ideas? Las que defendía Milton Friedman y la operación Condor: acabar con el Estado, con la sanidad pública, la educación pública, las pensiones, el salario mínimo, los impuestos; y que sean las empresas privadas las que extraigan u obtengan el control de los recursos públicos, incluso las materias primas.
‘Más allá de la catalogación ideológica entre derecha e izquierda, son espacios claramente antidemocráticos e, históricamente, los mismos de la operación Condor. Ahora tratan de elección a elección, principalmente en América Latina y mediante estrategias poco democráticas, principalmente la mentira y el odio, de tratar de robarles la democracia a los ciudadanos’, expuso Macías.
SUENA CONSPIRANOICO
“Todo esto puede parecer un poco conspiranoico –retoma Afinogenova–, pero lo cierto es que las dimensiones que alcanzan las fake news en las recientes campañas electorales chilenas son inauditas y la cantidad de cuentas que las propagan también.” Es otra vez Julián Macías quien señala:
‘Cuando yo empecé a denunciar, debo ser de las pocas personas que empezó a hablar de Atlas Network, mucha más gente empezó a hablar de ellos y Atlas Network ha borrado todas las fundaciones que existen. Claro, antes molaba mucho pertenecer a una red de más de 500 fundaciones que defienden la libertad, pero cuando se les asocia con quien estuvo detrás del golpe de Bolivia, que son los mismos de las campañas de noticias falsas, por ejemplo, contra Castillo en Perú’, ya no gusta tanto.
‘Realmente, yo no diría que son ultraderecha, son espacios anti-democráticos de una élite económica que quiere, cueste lo que cueste, el control de esos privilegios y de esos recursos. Les vale la democracia solamente mientras les permita mantener esos privilegios”. De lo contrario, se valen de cualquier cosa ‘y ahí está la manipulación de los medios, la manipulación de las redes sociales’.
EL MÉTODO BANNON
“Algunos analistas lo denominan el método Bannon que, básicamente, consistiría en llenar literalmente la red de noticias falsas creadas por diarios digitales, medios controlados, influencers varios o personas anónimas y amplificadas por cuentas automatizadas, todo ello con el fin de decantar a la opinión pública en un determinado sentido.
“Se llama así en homenaje al exasesor de Donald Trump y ejecutivo mediático estadounidense Steve Bannon que también ejerció de vicepresidente de la empresa Cambridge Analytica.”
Todos estos elementos, comenta Macías, los vemos en lo que llamo el método Bannon que utiliza toda esta Red Atlas a nivel internacional. ‘También le llamo el método MOB: Mentira, Odio y Bots. Tenemos el tema de la mentira y odio, por un lado, y por otro el tema del big data: cómo usarlo y cómo implementarlo con trampa, de manera artificial, con los bots. Macri fue uno de los primeros clientes con su campaña antikirchnerista, como Alexander Nix que fue director de Cambridge Analytica confirmó en la sede parlamentaria del Reino Unido.
‘Es un método de copia y pega que se usa en todos los lados. Si nos vamos de vuelta a Chile, veremos los mismos relatos, los mismos métodos que en cualquier otro país de América Latina o incluso España. Se adapta ligeramente a las necesidades e idiosincrasia de cada país, pero muchísimos elementos se repiten’, resume el director de Pandemia Digital.
EL NUEVO BREXIT
“Si todo lo que contamos de Chile les parece conspiranoico, recuerden qué hizo esa empresa con la información de usuarios de Facebook: básicamente usarla sin consentimiento para favorecer a varios políticos siempre en la misma tendencia. Y al igual que condicionó las campañas de Trump, Macri, Bolsonaro o la del Brexit, el plebiscito chileno bien podría ser su siguiente éxito,” profetizó Inna Afinogenova la víspera de los comicios. Y, en efecto, lo fue.
Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com