Dijimos que ahora nos ocuparíamos de Comala. Como el resto del mundo, Comala vive momentos atípicos. Nada es igual a como era y parece lejano que lo vuelva a ser. Al terminar la pandemia o la sindemia, como por sus características, la llaman ahora algunos científicos, será difícil que vuelva a ser como era, porque la humanidad ha cambiado. Esto del Comala rulfiano, el de Pedro Páramo se lo ha tomado muy en serio el actual presidente municipal y ahora tenemos por Comala, un pueblo abandonado. Y un municipio también abandonado.
Y eso que se trata de una administración que disfruta exhibiéndose y que no admite críticas. Una que actúa con prepotencia y que hace todo para lucirse, sobre todo si se trata del presidente municipal, cuyo objetivo es, al parecer, emparejarse con las imágenes religiosas populares, a las cuales pasea una y otra vez por nuestras calles, como buscando el título de campeón del catolicismo. Y ahora, enfrenta un problema muy serio, la Virgen de Talpa no nos visita este octubre, pero don Aldo, ya se adelantó con San Miguel.
Pero además de los actos de exhibicionismo religioso, su asistencia a fiestas, que es otra de sus grandes aficiones, aún en los tiempos del maldito coronavirus, ha sido una constante. Los jaripeos de Zacualpan son ahora el presente de las fiestas populares en el municipio y si se realizan con autorización, malo, por el riesgo que significan para la población y si sólo son tolerados, peor. Y el riesgo sanitario, de cualquier manera, es el mismo.
Se reabrió el Jardín Principal después de haber permanecido medio año cerrado y don Aldo lo presume, resaltando su importancia en la cuenta del feis del gobierno municipal, pero se contradice, pues estuvo cerrado tanto tiempo por su capricho y porque en Comala el virus tiene ideología, como también la tiene en el gobierno estatal y en muchos otros lugares. No es la ciencia lo que manda, sino la grilla barata. Y bueno, los seis meses de cierre del Jardín no fueron suficientes para retirar los chicles arrojados al piso antes de la pandemia. Ah, pero si se tratara del Andador de las Parotas…
El discurso al que me refiero, pueden reproducirlo en su compu o en su esmárfon, resulta interesante pues el presidente intenta ser tan emotivo, que termina siendo cursi y sobreactuado, y el presidente, mal actor al fin, termina por ser como un personaje de ópera bufa. Casi llora al afirmar que todos hemos reído y llorado en el Jardín y desde allí resalta la importancia de la reapertura. Pura demagogia, dijo al aire el miércoles último, un muy buen amigo. Si don Aldo de veras lo creyera, no lo hubiera cerrado por cuestiones ideológicas o capricho, pues razones sanitarias no hubo. Y si es tan peligroso ¿Qué decir de los jaripeos? ¿Contagian menos que el Jardín? O es que protege sólo a los de Comala y a los de Zacualpan, no. Es de un completo irrespeto para la inteligencia de los comaltecos (de Comala, de Zacualpan y del resto del Municipio). Ah, y lo que afirma resulta mentiroso. Yo sí he reído muchas veces en el Jardín, pero nunca he llorado y en una rápida encuesta, preguntando a los que me encontré, nadie dijo haberlo hecho. Hasta en eso, y sin ninguna necesidad, miente.
Al juntador de letras, le llama la atención que la tan citada página de feis (les voy a enviar mi factura por la publicidad) sea del Gobierno Municipal de Comala y no del Ayuntamiento. Como puede verse, refleja la exclusión y la intolerancia del presidente. Tan sólo el nombre nos dice mucho.
Las calles de la cabecera municipal, así como las de las comunidades se encuentran deshechas, en un estado realmente lamentable. Son trabajos mal realizados porque se hicieron seguramente como negocio y no para cubrir necesidades y que además carecen de mantenimiento. Las lluvias las destruyen, eso lo sabemos todos, excepto los del Ayuntamiento. Y nada hacen. Arreglan ahora la calle Victoria, desde el día dos. Son unos cuantos metros y seguramente, tardarán meses en concluir el trabajo. Todo parece preparado sólo para proporcionar molestias, no para ejecutar una obra útil y necesaria. La supervisión al parecer no existe y apenas el día 5, alrededor de las 10 de la mañana, nadie trabajaba.
La inseguridad cada vez resulta peor, sobre todo en Suchitlán. Hay robos y más robos a casas y los suchitlecos se quejan. Afirman que la patrulla que tienen asignada para cuidarlos se usa para muchas labores distintas de la seguridad, como, entre otras, repartir despensas del DIF. No cuesta ningún trabajo creerles.
Son intolerantes, en esa página del feis, mi amigo Arturo González Valencia, director de El Comala de Hoy, hizo una crítica el sábado 3, y le cayeron encima algunos simpatizantes de don Aldo (como imitando a los bota que tanto gustan de usar los panuchos encumbrados), incluida una funcionaria de medio pelo en el Ayuntamiento. Resígnate, pariente, a mí ya me han caído y yo lo disfruto, porque quiere decir que lo que se les dice, les duele, porque la crítica que se les hace, tiene razón.
Tenemos un presidente municipal que no puede pasearse libremente por el municipio que dice gobernar por razones obvias. Tenemos un presidente municipal que desea la reelección ganando los votos necesarios como dividendos por pasear santos. Ahora no podrá comprar votos ¿podrá lograr su objetivo? Las procesiones, organizar fiestas y anunciar el dentífrico que usa, es su única labor para la reelección.
En la entrega anterior dije que no soy especialista en análisis conductual y lo reitero, pero es evidente que don Aldo tiene muchos complejos: Se firma como Donaldo Zúñiga, cuando en realidad se llama Donaldo Ricardo Zúñiga. Hace evidente que le acompleja su apellido paterno, no me queda clara la razón, esa estará en su trastienda, y no se por qué, sus complejos (muy complejos, al parecer), ha de sufrirlos el pueblo.
Hay mucho más, pero ya le haremos otro lugar después, pues las agendas internacional, nacional y estatal están bien cargadas con temas del mayor interés y las jugadas de Ricardo o don Aldo, como quieran decirle, son demasiado obvias. Por eso, no debemos dedicarle tanto tiempo, sólo que fuera para exigirle que actúe con responsabilidad, aunque sea equivalente a pedir peras al olmo. Las noticias llegan de todos lados, hasta del interior del propio Ayuntamiento. Quedan pendientes de comentar los excesos en la nómina, el desorden inmobiliario, algunas otras irresponsabilidades y más. Continúo pensando que los priístas son muy indeseables, pero que los azulejos resultan peores.
Y ya que en la anterior entrega nos metimos a la climatología tradicional, diré que el período que vivimos ahora, se llama veranillo de las rosas otoñales o veroño. Y mientras, llegan los festejos del Pilar.
Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.