PRIMERO LOS POBRES: LO QUE TIENEN EN COMÚN AMLO Y SALINAS PLIEGO

Este año 2021 la revista Forbes ubicó a Ricardo Benjamín Salinas Pliego, mejor conocido como Salinas Pliego, como el tercer hombre más rico de México, con una fortuna valuada en 12,520 millones de dólares estadounidenses; sólo por debajo de Carlos Slim, el primero, y de Germán Larrea, el segundo.Salinas Pliego, aunque es heredero de un linaje familiar de negocios iniciado por su abuelo en 1906 con la fundación de la tienda Salinas y Rocha y continuado por su padre en 1950 con el origen de Grupo Elektra; ha forjado como empresario un camino propio de 35 añoscon tendencia estable al alza y que de manera reiterada llega a alcanzar, en momentos, crestas en los picos de crecimiento.

Salinas Pliego es conocido en el sector privado por el amplio espectro de empresas de las que es propietario y/o controla, como Elektra, TV Azteca, Banco Azteca y Totalplay. También, ha forjado impacto en el sector social, principalmente a través de Fundación Azteca y Kybernus. La revista Líderes Mexicanos lo distingue, año con año, como uno de los 300 líderes más influyentes en el país.Y aunque sus actividades frecuentes dejan una honda huella en los sectores privado y social, con ayuda indirecta o en co-participación en algunos casos con gobiernos, muy poco interés se le había visto a Salinas Pliego a través de los años en los temas políticos, gubernamentales y de la agenda pública.

Sin embargo, eso parece ya haber cambiado. Salinas Pliego está atento a lo que sucede en el panorama político y de gobierno, e interviene en éste, sin recato alguno. Ha catalizado discusiones sobre temas políticos en Twitter con seguidores o lectores aleatorios de su cuenta, pero también con periodistas, políticos, líderes de opinión e influencers. Se ha vuelto protagónico, e incluso, polémico. Ha discutido con el diputado federal Gerardo Fernández Noroña, con el periodista Joaquín López Dóriga, con el influencer Chumel Torres, con el periodista y comentador Víctor Trujillo “Brozo” y hasta con José Luis Higuera, presidente del club de fútbol Morelia. El de Salinas Pliego es, sin duda, un cambio de comportamiento digno de reflexión, pues algo debió detonar su repentino empoderamiento político.

Se dice que ello podría deberse a la cercanía y amistadque tiene con el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, la que se remonta a tiempos donde este último era jefe de gobierno de la hoy Ciudad de México. Una relación que se ha construido a base de coincidencias y de respeto en las diferencias. Para muestra un botón. Salinas Pliego y AMLO, cada uno en su propia dimensión y canal de difusión, negaron la magnitud de la pandemia por Covid-19 e invitaron a no exacerbar las medidas de cierre de comercios ante el alza de contagios por esa enfermedad. Ambos también, han criticado el desempeño del INE como organizador de las elecciones y arremetido duramente en contra de que éste continúe existiendo.

En el momento que parecía haber diferencias entre ellos, las resolvieron sin mayor complicación. Ante la afirmación del SAT de un adeudo fiscal por 40 mil millones de pesos de las empresas de Salinas Pliego, éste dijo que no pagaría ni un rábano, pues se defendería del fisco ante las autoridades jurisdiccionales. Al ser preguntado sobre el tema, el presidente de México simplemente declinó abordarlo. Este es el único caso conocido públicamente de grandes empresas a las que el SAT no les ha podido cobrar en lo que va de este sexenio. Y es que hasta agosto de 2020 la autoridad fiscal ya se había embolsado, de cobros por adeudos de ejercicios fiscales anteriores, 2 mil millones de pesos de Grupo Modelo, 8,790 millones de pesos de Coca Cola-FEMSA, 8 mil millones de pesos de Wal-Mart y 8,290 millones de pesos de América Móvil, entre otros.

Algo han encontrado en común el presidente Andrés Manuel López Obrador y el empresario Ricardo Benjamín Salinas Pliego para potenciar una relación de verdadera cercanía y amistad. Y quizá ha sido el presidente quien ha revelado de manera abierta cuál es la unión entre él y Salinas Pliego. Cuando el presidente se ha referido al empresario para dibujarlo en una frase, ha expresado que: “Ricardo Salinas tiene dinero, pero tiene dimensión social”. Aunque uno es empresario y el otro es político, ambos tienen claro que su población objetivo, a la que están dirigidos, a la que se deben y en la que encuentran la razón de ser de sus carreras, es a la población pobre. Tanto para Salinas Pliego como para AMLO, primero los pobres. Ambos buscan llevar beneficios a esta parte de la población, uno lo hace a través de productos y servicios privados, y el otro por medio de beneficios y apoyos públicos.

¿Qué futuro tendrá la amalgama Salinas Pliego-López Obrador de cara al 2024, en que habrá elecciones presidenciales? Eso no lo sabemos aun, pero deberá ser parte de reflexiones próximas. Por lo pronto es el empresario quien más se ha favorecido de esta relación con el presidente. En 2018 Ricardo Salinas Pliego fue valorado por la revista Forbes en el lugar número 5 de los más ricos de México, con una fortuna de 7,100 millones de dólares. Para el año 2020 era ya el segundo más rico con 11,700 millones de dólares, fortuna que sabemos en 2021 ascendió a 12,520 millones de dólares. Desde la llegada de AMLO, en tan sólo tres años, el empresario Salinas Pliego ha aumentado su fortuna personal y empresarial en 76%, equivalentes a 5,420 millones de dólares, una suma nada despreciable.

Comentarios

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *