Tras 22 años de encabezar la organización, Arnoldo Vizcaíno Rodríguez dejó la presidencia de Productores Unidos de Colima (PUC) en manos de Osvaldo Ugarte Vizcaíno para el periodo 2022-2025.
El ahora consejero honorífico (sin derecho a voto pero sí a voz, un cargo creado en esta decimosexta asamblea ordinaria especialmente para Arnoldo) mostró este domingo 11 de diciembre la convocatoria que tiene en el sector agropecuario y entre la clase política.
Ahí estaban lo mismo campesinos que trabajan pequeñas superficies, en su mayoría ejidatarios que alguna vez militaron en el PRI, que agroempresarios en otra época identificados con el PAN, como el exalcalde de Tecomán Elías Martínez y el exsenador Jesús Dueñas.
Acompañaron a Arnoldo Vizcaíno sus antiguos compañeros en la lucha por conseguir la ampliación del ejido de Buenavista. Y quienes trabajaron con él en la construcción de un partido de izquierda (el PRD), para empezar a ganar posiciones en las juntas municipales, el Congreso y los ayuntamientos. También algunos de los que lucharon con él para obligar a la concesionaria de la autopista a Guadalajara, a resolver los problemas que la vía causaba al tránsito local.
Estaban en el módulo empresarial del recinto ferial de Colima muchos de quienes se sumaron al proyecto de llevar a Indira Vizcaíno a la gubernatura, entre ellos los miembros del grupo Experiencia y Sabiduría. Y algunos de los que han venido trabajando con Arnoldo en la formación de nuevos liderazgos en Morena.
Como evidencia de la cobertura que ya tiene la PUC, se colocaron mesas de atención (para el registro, pago de cuotas y expedición de la credencial de socio que les da derecho a descuentos en comercios de diversos giros) por cada uno de los municipios del estado. Y así como en un extremo había un stand de New Holland exponiendo tractores para todos los presupuestos, en el lado opuesto colocaron un cazo con elotes cocidos, un expendio de cocos frescos y una mesa donde, al terminar la asamblea, sirvieron birria a la gente que hizo cola.
TRANSFORMAR EL CAMPO
Aunque la PUC nació en el año 2000, tiene sus antecedentes en otras organizaciones rurales que también lideró Vizcaíno, recordó el subsecretario de Desarrollo Rural, Jaime Enrique Sotelo García, quien evocaba seguramente el capítulo local de la UCD, Unión Democrática Campesina, que sigue existiendo a nivel nacional y presume tener presencia en 30 estados.
El funcionario del Gobierno del Estado acudió a la asamblea no sólo como viejo camarada de Arnoldo y compañero de luchas, sino con la representación de la gobernadora Indira Vizcaíno. Sotelo García llegó con una encomienda política: exponer a los productores del campo los logros del primer año, y la oferta que tiene la administración estatal para el sector agropecuario en 2023.
No obstante la urgencia por “restañar las heridas que dejaron otros gobiernos”, dijo el Subsecretario, la administración de Indira Vizcaíno se ha significado por las actividades relacionadas con dos políticas públicas, salud y educación, pero también por rescatar la gran vocación agrícola del estado.
En salud, al margen de los esfuerzos para enfrentar la pandemia, Indira invirtió muchos recursos en infraestructura y equipamiento. “Pasamos de no pagar la nómina, a tener hemodiálisis gratuitas, abasto de medicamentos y atención médica”.
En educación, las colibecas buscan recuperar a la enseñanza como motor de la movilidad social. El neoliberalismo hizo que a un colimense le diera lo mismo estudiar o no, pero hoy la 4T se empeña en volver a hacer de la educación un factor de transformación. Este gobierno ha entregado gratuitamente miles de laptops, porque “la computadora es el nuevo libro de texto”.
En cuanto a su área de responsabilidad, Sotelo habló del énfasis que ha puesto el gobierno de Indira en cuidar la sanidad animal y vegetal, requisito para que los productos del campo colimense puedan acceder a diferentes mercados. Se ha desplegado una intensa campaña para erradicar las plagas del aguacate y prevenir la gripe aviar que podría acabar con una industria avícola que, no obstante su relativa pequeñez, tiene un impacto muy grande en el país.
En Colima, cabe decir, la avicultura se sostiene no sólo con base en las granjas sino que gran parte de las aves de corral que se consumen en la localidad engordan en traspatios. Una epidemia supondría un duro golpe a la economía de muchas familias.
MÁS APOYOS CON LA 4T
Fue una suerte de glosa del primer informe. En su mensaje, Sotelo combatió la narrativa que se ha querido imponer desde el frente antiindirista, en el sentido que la 4T, a nivel nacional y sobre todo a su arribo al gobierno estatal, canceló los apoyos al campo.
“Los voceros del PRIAN –sostuvo Jaime Sotelo– dicen que no hay apoyos para el campo y que desaparecieron programas como Concurrencia”. Pero los que “añoran” el viejo esquema son aquellos que, “de manera discrecional”, se favorecían con esos programas. “Concurrencia pasó a ser Sembrando Vida”, que en Colima se aplica en “cinco mil fincas”, con recursos que están impulsando no sólo el desarrollo de las parcelas sino de las comunidades rurales.
En 2919, Concurrencia destinó en Colima 33 millones de pesos para 500 productores. Se supone que, con esos apoyos, algunos compraron un tractor y otros instalaron un sistema de fertirrigación, por no hablar de los que construyeron una bodega.
Sin embargo, una auditoría a ese medio millar de beneficiarios mostró que en 200 casos no hay proyecto técnico, constructivo… ni tractor. En Concurrencia se destinaron recursos para bodegas que, en realidad, hoy son casas de campo o invernaderos abandonados.
En cambio, Sembrando Vida distribuye 300 millones de pesos anuales. Son 25 millones al mes, mientras que Concurrencia no pasó de 80 millones en su mejor año.
No se compara la inversión ni la atención. Indira, como delegada de Bienestar, recorrió ejido por ejido para que se sumaran a Sembrando Vida. Y aunque ya hay un apoyo directo a los beneficiarios, cinco mil pesos al mes, todavía faltan recursos para infraestructura, financiamiento y acompañamiento técnico.
Debido a la deuda de 11 mil millones de pesos que les heredó la administración de Ignacio Peralta, la crisis financiera se dejó sentir en el gasto público. Aun así, se hacen esfuerzos por compensar la falta de recursos: el programa ‘peso por peso’ en quintales de alambre, en realidad supone una inversión bipartita de 60 y 40 por ciento, pero ya puesto el alambre en la comunidad.
RELEVO GENERACIONAL
“El año que entra aumentaremos presupuestos –anunció Sotelo–, en la reunión de enero platicamos”.
Y gestiones fueron las que pidieron los miembros de esta agrupación campesina: más recursos para los productores colimenses para que, con ellos, no sólo se vea beneficiado el sector primario de la economía sino todo el estado. Al haber mayor productividad en materia agropecuaria, habrá mayor fluidez económica en Colima, señaló la asamblea de la PUC al funcionario.
La 4T supone no sólo un regreso a las épocas en las que el Estado velaba por la situación del campo, sino una forma muy distinta a la del neoliberalismo de entender el desarrollo rural. Y de entender, también, la organización campesina.
Con la llegada de Osvaldo Ugarte a la PUC hay “un relevo generacional”, dijo Sotelo. Y reconoció a Arnoldo Vizcaíno como un impulsor de la transformación en Colima, por lo menos desde los principios del movimiento social en favor de la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988. Desde entonces, diferentes liderazgos “venimos impulsando la honestidad, la democracia y el bienestar social”
La historia les dio la razón a quienes impulsaron una movilización social ajena al corporativismo oficial. La PUC sobrevive y se consolida, mientras la CNC hasta sus oficinas perdió por una artimaña de alguno de sus dirigentes que ni los propios cenecistas se logran explicar. Y mientras se daba la debacle de la Liga de Comunidades Agrarias en la entidad, los Productores Unidos de Colima han ido materializando proyectos. El año pasado, todavía en la administración de Ignacio Peralta, lograron echar a andar la Arrocera Colima, rescatando un proyecto oficial que había terminado siendo un elefante blanco.
Necesitamos nuevos dirigentes y más líderes sociales que caminen por las calles, como desde hace años lo ha venido haciendo Arnoldo Vizcaíno, sentenció Jaime Sotelo.
AGROECOLOGÍA
Quienes siguen leyendo la realidad estatal con las claves políticas del PRI, aseguran que Productores Unidos de Colima es el pálido reflejo en el espejo de la 4T de lo que fue la CNC para el PRI. Pero la PUC no es en absoluto una estructura corporativa de Morena. Existe desde mucho antes del Movimiento de Regeneración Nacional. Y no estuvo necesariamente vinculada al PRD en la época en que Arnoldo fue una de las figuras más representativas del Sol Azteca.
La PUC se define como una organización productiva, incluso con fines empresariales. Y que Arnoldo Vizcaíno tenga ahora la cartera de Formación Política en el comité ejecutivo estatal de Morena, explica en gran parte el relevo en la asociación civil.
Sin embargo, es imposible no ver la asamblea como un espacio de proselitismo. Así lo entendió el diputado Alfredo Álvarez, quien pidió la palabra para exponer su proyecto de ley de agroecología que busca recuperar los cultivos “como los hacían nuestros abuelos”.
Sería la primera ley en su tipo en México y en plena concordancia con el combatido decreto presidencial que prohibió los agrotóxicos. El último día de 2020, López Obrador anunció que al terminar su sexenio se habrá eliminado el uso de semillas genéticamente modificadas, concretamente el maíz transgénico, y los herbicidas de tipo glifosato debido a que se fijan al suelo hasta por 11 años y está comprobado que son cancerígenos. Además, será una ley coherente con el gobierno de Indira que creó la primera dirección de Agroecología del país.
Eludiendo las críticas de quienes consideran la agricultura sin tóxicos un lujo que la humanidad no se puede dar, el legislador morenista centró el debate en términos económicos: “los fertilizantes químicos están muy caros y no salen los costos”. Sembrar nutriendo la tierra con gallinaza o harina de sangre de res, entre otros fertilizantes orgánicos que se conocen, acaba siendo más barato y cuida mejor el medio ambiente.
Las trasnacionales nos han tratado de convencer de lo contrario, pero el sentido común dicta lo correcto: las grandes agroempresas que tienen el 70 por ciento de la tierra cultivable en el planeta, apenas producen el 30 por ciento de los alimentos; mientras quienes producen el 70 por ciento de los cultivos, lo hacen sobre el 30 por ciento de la superficie arable.
Como valor agregado está el patrimonio cultural, la herencia que recibimos de nuestros ancestros es la milpa: la asociación de cultivos donde el frijol fija en el suelo el nitrógeno que ocupa el maíz, y del tallo de éste se agarra el frijol. Por no hablar de otros beneficios de la agroecología, como la biodiversidad (un campesino en dos y media hectáreas tiene 20 cultivos diversos) y la justicia social: “que coman bien los que nos dan de comer”, pidió el congresista Álvarez.
RAMIRO SANTANA
Por cierto, a un lado del presidium, montaron un altar de muertos dedicado a Ramiro Santana Ugarte, a quien la PUC reconoció hace unos meses cuando se produjo su fallecimiento, por las gestiones que el agroproductor del municipio de Cuauhtémoc realizó a lo largo de su carrera política.
Don Ramiro fue, durante muchos años, operador de Jesús Robles Martínez, destacado colimense en la política nacional. El ingeniero Robles fue, en distintos momentos de su vida, líder estudiantil del IPN, dirigente del SNTE, fundador de la FSTSE y director de Banobras.
La cercanía con el poderoso personaje le permitió a Santana Ugarte ser diputado federal, colocar a su hermano Valentín como alcalde de Cuauhtémoc (otro de sus hermanos, Humberto, sería años después también presidente municipal) y abogar por distintos proyectos políticos y movimientos sociales.
Uno de estos, sin duda, fue el que hizo posible la refundación de la Universidad de Colima a manos del grupo de estudiantes y profesores que encabezaba Humberto Silva Ochoa.
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