El gremio abogadil de Colima está, más que indignado, preocupado por la estela de asesinatos que ha sufrido. Ser litigante, especialmente penalista, es una de las profesiones de mayor riesgo en la entidad, donde existe una comisión estatal de protección a los periodistas pero no un mecanismo para salvaguardar la integridad física de abogados.
Es tal la vulnerabilidad de los abogados que, al conocerse la noticia de una ejecución en Residencial Vista Hermosa, se mencionaron en las redes sociales al menos tres nombres de profesionales del Derecho como supuestas víctimas.
No obstante que en el estado hay una docena de colegios, barras y asociaciones de abogados, el gremio no ha usado la fuerza de su organización para pronunciarse en contra del segundo gran problema que enfrentan como colectivo: además de la inseguridad, la impunidad en la que permanecen la casi totalidad de esos homicidios.
Los crímenes no se resuelven a veces por el temor de los deudos (familiares y colegas) a que, en el desahogo de la carpeta de investigación, se ventilen vínculos (lógicos, tratándose de abogados defensores) del occiso con asuntos o conflictos (inevitables, tratándose de funcionarios ministeriales o judiciales) con personajes, que sólo contribuyan a una doble victimización en lugar de explicar el móvil.
TRIBUNALES INHÁBILES
Y ya que hablamos de juristas. El Poder Judicial estableció desde antes de la contingencia días inhábiles en juicios civiles y mercantiles.
¿Por qué se puede jugar un partido de futbol a puerta cerrada, pero no se puede desahogar una audiencia en un juzgado sin más presentes que las partes involucradas?
Ya por sí es grave el rezago judicial como para que, ahora, todos los expedientes se retrasen hasta el 20 de abril.
MASCARILLAS QUE COMBINEN
Extraña moda esa de usar tapabocas de tela como accesorio. La gente que no ha querido informarse respecto a las vías de contagio del Covid-19, deja sin cubrebocas a quienes sí los necesitan: entre ellos inmunodeprimidos que quieren protegerse de una infección oportunista o enfermos ya del coronavirus que no quieren esparcir el virus con sus estornudos.
Por el testimonio de un colimense que vive e incluso estuvo en la zona cero de la pandemia en China, esta moda viene de Asia donde, ante emergencias sanitarias como la presente, suelen protegerse con el uso de tapabocas y guantes de látex. Sin embargo, para quienes no lo necesitan, babear un tapabocas resulta tan antihigiénico como no lavarse las manos.
Vi una camioneta de la policía municipal de Colima con varios agentes en la caja, y tanto los que iban en cabina como los de atrás usaban tapabocas. Para qué, ¿para ir recogiendo el polvo del camino?
El personal de salud y todos aquellos que presten auxilio a un sospechoso de estar infectado del coronavirus, usan el tapabocas para protegerse de un posible contagio. Pero ellos saben que el adminículo es d e s e c h a b l e.
COMPRAS (DE PÁNICO) CONSOLIDADAS
En su sexenio, nos burlábamos del gobernador Mario Anguiano porque, según la rumorología, peregrinaba a Talpa para rogar que en el estado pegaron duro los huracanes. Se suponía que los daños causados por uno de esos fenómenos hidrometeorológicos le permitirían al estado acceder a los recursos del fondo nacional de desastres.
Gobiernos anteriores se aprovecharon de los temblores para arrasar con el centro histórico de Colima o Manzanillo, con el propósito de reactivar el mercado inmobiliario. Objetivo que en el caso de 2003 no se logró en la capital pues, desde entonces, el primer cuadro se despobló y no se han edificado nuevas fincas en los predios donde estuvieron las casas tradicionales que demolió el cuerpo de zapadores del Ejército.
Muchos nos preguntamos si la crisis sanitaria por el Covid-19 tiene una rentabilidad económica y política. De la declaratoria de emergencia, el punto siete contempla la posibilidad de adquirir equipos y material médico sin licitación pública. Pero si hay funcionarios locales que estén pensando hacer negocio, deben recordar que ya hay un sistema nacional de compras consolidadas.
Con todo, los detractores del gobierno federal sostienen que tampoco a ese nivel se hacen licitaciones, y menos en momentos como el actual donde se están haciendo compras de pánico en el sector salud.
CON DIOS Y CON EL DIABLO
Más que un error de comunicación, hay una razón por la cual Nacho Peralta hizo la declaratoria de emergencia con tanta ambigüedad, especialmente respecto al momento en que se apliquen las medidas más radicales como es prohibir cualquier tipo de congregación e, incluso, retirar a la gente de la vía pública y obligarla a volver a su casa.
Fue tan impreciso el Gobernador que, a partir de la misma tarde del miércoles 18, tiendas y restaurantes en Colima estuvieron solos porque la clientela habitual asumió que se había ordenado el cierre, aunque no era así.
Y todo porque JIPS quería mandar un mensaje a la población en el sentido de que la política de salud pública en Colima, es tan enérgica como en los estados donde gobierna la derecha: Jalisco, Nuevo León…
En esas entidades, la administración ha fomentado una cultura del miedo, porque es lo ‘políticamente correcto’ (que no es lo mismo a ‘correcto políticamente’) y para llevar la contraria a la 4T, sobre la que se ha hecho una campaña de propaganda negra acusando al presidente López Obrador de ser impasible frente a la pandemia.
Por otro lado, Nacho sabe que no puede paralizar la economía estatal. La declaratoria le dio facultades extraordinarias para establecer una suerte de toque de queda y ordenar el cierre de comercios, restaurantes y oficinas. Sin embargo, aunque el decreto ya entró en vigor no se están aplicando todavía las medidas.
EL LOCHOVIRUS
Eso es algo que no entendió el alcalde capitalino Leoncio Morán, quiero pensar que por consigna de Movimiento Ciudadano y no por ideología fascista. Locho mandó a la policía municipal a retirar a la gente del jardín Libertad.
Pese al protagonismo de algunos políticos con aspiraciones electorales, la vida comunitaria encuentra su camino. La gente sigue velando a sus difuntos y yendo a misa, donde los curas le piden a la feligresía que se sienten en bancos alternados y tomen la hostia con sus propias manos.
Sin embargo, vi a un presbítero que después de consagrar la oblea, partiéndola en cuatro y llevándosela a la boca, no se desinfectó las manos antes de dar la comunión a los fieles. La verdad, el agua bendita no es suficiente.
Para evidenciar que la delegada federal Indira Vizcaíno convocó a los beneficiarios de los programas sociales que no tienen tarjeta bancaria para depositarles sus apoyos, Morán Sánchez anunció que enviaría mensajeros a entregar el recurso directamente en el domicilio de los adultos mayores. Lo que debió hacer era no desactivar la estructura de asistencia social del DIF municipal.
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