El Remudadero es una bellísima población del municipio de Comala, quizás la más bonita, y vaya que tiene competidores. Se ubica al norte de la cabecera municipal en el Camino Circular de Comala, ese que transcurre desde el pueblo de Comala a Suchitlán, La Nogalera, Cofradía de Suchitlán, Los Colomos, El Remudadero, El Remate, La Caja, Los Mezcales y desde allí, regresa a la cabecera municipal. Es un recorrido que cruza paisajes envidiables e inolvidables, sobre todo a gusto del juntador de letras, el que se ubica entre El Remate y El Remudadero y que se aprecia mejor, precisamente en esta dirección.
Allí existe una imagen de la Virgen que ha ganado fama de ser milagrosa y se le venera los días 12 de cada mes. Pero toda esto viene a cuenta no para que el escribidor presuma las bellezas comaltecas a sus escasos lectores de otras latitudes, sino porque a El Remudadero fue un autobús del Ayuntamiento de Comala con, aparentemente, 32 ó 40 personas (varían los dichos del pueblo) de la tercera edad de Comala y La Caja, para que asistieran a una ceremonia religiosa. Y al regresar, ese vehículo quedó sin frenos y se produjo un infortunado accidente con graves, aunque no desastrosas consecuencias hasta el momento. Las redes sociales señalan, además, que no todos los lesionados se encuentran hospitalizados sino sólo los que cuentan con posibilidades de acceso al IMSS o institución similar, para ahorrar recursos.
Los rumores como siempre sucede en estos casos, son muchos. Todo parece indicar que el chófer hizo maniobras afortunadas que impidieron que la desgracia fuera mayor, aunque hubo contusiones, raspones y huesos rotos, no hay una muerte que lamentar, aunque sí, heridos de cierta gravedad. CON SAL Y LIMÓN no es un tribunal y no pretende juzgar a nadie y menos por especulaciones. No cuento con información detallada que me permita formarme una convicción en un sentido o en otro. Lo más sencillo es culpar al chófer, pero en descargo, me han dicho que se trata de alguien capacitado y que, en más de una ocasión, a sus íntimos, había comentado haber realizado peticiones y trámites infructuosos para proporcionar mantenimiento al vehículo y que como respuesta había recibido negativas justificadas en una supuesta insuficiencia presupuestal. Sin embargo, la situación, me lleva a hacer algunas reflexiones para compartir con los pocos seguidores de la Columna:
El Ayuntamiento debe investigar muy puntualmente los hechos para informar con veracidad lo sucedido y evitar que existan dudas o especulaciones al respecto y para evitarlas, lo mejor sería constituir una comisión investigadora con personas respetables y respetadas de nuestra comunidad (y, preferentemente que no sean cercanas a la autoridad) que tuviera acceso a toda la información que fuera requerida y no solamente a los informes de los peritos a modo (que convendría por eso, que fueran expertos independientes y si hubiera como participantes algunos de los integrantes del Cabildo, que fueran de oposición). Tendrían que revisarse las condiciones mecánicas del autobús y su bitácora de mantenimiento y verificar que el mantenimiento de la unidad no sólo haya sido presupuestal sino también, real. Ya sabemos que presupuestalmente los vehículos del sector público, se encuentran generalmente bien atendidos, sino que incluso, están sobre atendidos, pero eso no necesariamente se refleja en la realidad. También tendrá que asegurarse y no por dichos que antes de iniciar su recorrido, el chófer haya realizado la verificación de niveles y puntos de seguridad.
Tendrá que estudiar el seguro del vehículo, sus coberturas que han de ser las recomendables y su correcta vigencia, así como dar seguimiento a las capacidades y habilidades del chófer encargado de su operación y por supuesto, establecer las maniobras realizadas y en su caso, no realizadas en el momento del percance. Pero también deberán observarse la suficiencia y uso de las partidas presupuestales y delimitar la posible responsabilidad de áreas administrativas. Y aprovechando el impulso, vigilar las demás unidades del ayuntamiento, pues parece, a simple vista, que no funcionan de manera óptima. Lo más sencillo resultaría echar la culpa al chófer y pareciera que en este caso, sería injusto.
Una vez que la Comisión terminara su investigación, debiera organizarse la primera dominguera para dar a conocer su dictamen. Si fue un accidente real, para que lo sepamos y si hay responsabilidades, para darlas a conocer y que el Ayuntamiento se comprometa a ejercer las acciones legales que correspondan. Otra ventaja de constituir la Comisión sería que DonAldo podría continuar su seguimiento a los Toros de la Villa, que según acusan muchos comaltecos, es ahora su preocupación más importante.
Es Todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.