RECORDANDO A JOSETXO

Josetxo Zaldua Lasa fue un nombre legendario dentro de La Jornada. Quien fuera coordinador general del periódico cumplió, el 28 de septiembre de 2022, un año de muerto. Y, en el marco del 38º aniversario del diario, Pedro Miguel y Blanche Petrich recordaron en El Chamuco TV cuántas de las portadas de los últimos años llevan el sello del periodista vasco que se integró al diarismo mexicano a finales de los años setenta.

Invitados a la emisión del 2 de octubre del programa de Canal 22 que conducen los moneros [Rafael Barajas] El Fisgón, [José] Hernández y [Rafael Pineda] Rapé (https://www.youtube.com/watch?v=eoGYcSQluWY), el editorialista de La Jornada y la reportera de investigación mencionaron que, desde que se incorporó como editor en jefe, Josetxo prácticamente llevó el timón de la redacción.

Por estar siempre tras bambalinas, su nombre no era conocido por el público. Sin embargo, Josetxo tomaba las decisiones acerca de cómo redactar la cabeza y cómo jerarquizar la información. Además, “mantuvo la disciplina de trabajo en ese hormiguero que es un periódico. Fue el tronco de La Jornada”, dice Petrich. Tremendamente disciplinado, era también tremendamente riguroso y solidario, recuerda Pedro Miguel Arce. “Cuando había un compañero en dificultades, Josetxo se movía”.

“En su velorio, en medio de la consternación por su partida, empecé a sentir una incomodidad difícil de explicar que no entendí hasta que caí en la cuenta de que tenía que estar en casa porque me iba a llamar Josetxo para pedirme mi texto”, cuenta Pedro Miguel. Y Blanche acota: de hecho, los reporteros se fueron corriendo al aproximarse la hora del cierre porque, esa persona tendida, los iba a regañar por atrasar la edición.

Para El Fisgón, un periódico conforma una inteligencia colectiva y éstas suelen ser caóticas, dispersas y conflictivas. De ahí la importancia de tener una figura como Zaldua que centre a la redacción.

LOS PADRES FUNDADORES

Josetxo fue de los fundadores de La Jornada, aunque asumió la Coordinación General de Edición a partir de que la Asamblea General de Accionistas eligió a Carmen Lira como directora general, en junio de 1996. El trabajo como editor, lo combinaba Zaldua con la escritura de la columna Cosas de Futbol.

Antes, Josetxo había estado en la corresponsalía de La Jornada en Nicaragua. Fue del grupo de periodistas que, tras salir desilusionados de Unomasuno, lanzaron la convocatoria pública para lanzar La Jornada como un periódico sin dueño o, mejor dicho, con muchos dueños.

[Los trabajadores de La Jornada serían accionistas preferentes y, los lectores que desearan contribuir económicamente, tenedores de acciones comunes. Con donaciones en efectivo y en especie –los derechos de un texto de Gabriel García Márquez, así como caricaturas, fotografías, pinturas y esculturas de artistas reconocidos que fueron subastadas en un evento en el Hotel de México–, se capitalizó Demos: Desarrollo de Medios, S. A.

Se presentó un número cero que incluía los nombres de los convocantes, una guía para los futuros integrantes de la sociedad mercantil, la nota de la elección de Carlos Payán como director general, un cartón de El Fisgón y el anuncio del estreno mundial de Frida, la película de Paul Leduc estelarizada por Ofelia Medina.

Demos es la editora del diario y de todas las publicaciones impresas y digitales que vendrían con el tiempo. La empresa cuenta con una asamblea ordinaria y un consejo de administración a los que responde la dirección general, y tiene también un sindicato].

Zaldua fue el primer corresponsal que abandonó el télex y mandó su información por módem, recuerda Miguel. “El entonces director Carlos Payán estaba muy interesado en encontrar una forma eficiente de transmisión de datos y compramos una Tandy en RadioShack que tenía una pantallita como de calculadora, con espacio para cuatro renglones. Josetxo exigió que se le diera uno de esos equipos y empezó a mandar sus despachos desde Managua de módem a módem, ahorrándonos el trabajo de captura”.

“Decir módem es un eufemismo. Había que destripar el teléfono y, con unos caimancitos, conectar la computadora en una roseta de esas que todavía no tenían puerto. En una cobertura había que viajar con desarmador y, para hacer el envío, muchas veces arrancar la cabecera de la cama del hotel porque la caja estaba oculta”, evoca Pedro Miguel.

Entre cartonistas y articulistas, muchos lo odiaron porque si enviabas tarde Josetxo los dejaba fuera. No faltó quien lo acusara de censura, pero simplemente era disciplina. En descargo, tenía un gran sentido del humor que resultaba medicinal en la sala de juntas. La estricta puntualidad era necesaria. De irse atrasando la edición, los periódicos no llegarían a los puestos, coinciden los tertulianos.

Zaldúa no sólo era aficionado al futbol, sino a los deportes en general. Escribió de tenis y de beisbol, al que se aficionó estando en Nicaragua porque en Centroamérica el beis es el deporte más popular.

LAS COSAS COMO SON

La sandinista fue la última revolución triunfante de un ciclo de movimientos sociales en América Latina, independientemente de lo que pasa ahora con Daniel Ortega. Josetxo ya había estado como corresponsal de Unomasuno en Nicaragua, y le tocó vivir todo el proceso desde 1980. Ir allá fue una decisión profesional, pero también política. Zaldua era un militante de las causas de los pueblos y, como tal, fue trashumante. Anduvo por el mundo antes de llegar a México. Quería ir a donde estaban ocurriendo las transformaciones más importantes del continente en ese momento, mencionan los invitados.

Para la generación de Blanche y Pedro Miguel, a la que también pertenecía Josetxo quien habría cumplido 71 años este 2022, la revolución cubana fue inspiradora. Sentíamos gran entusiasmo por las revoluciones centroamericanas que no fueron. Pero Nicaragua nos deja ver un rasgo de Zaldua: pese al compromiso con las causas, nunca desistió del espíritu crítico del periodismo.

Hacia 1989, cuando ya había muchos rasgos de corrupción del proceso sandinista, ese talante crítico de Josetxo le permitió decir que Ortega iba a perder las elecciones presidenciales en manos de Violeta Chamorro. No le ganaba la simpatía. En la redacción nos daba verdaderos sermones sobre la obligación de ser objetivos al ver la realidad. No le ganaba la militancia y, más que crítico, era un hombre guiado por la verdad –señala Petrich.

Como editor en jefe, Josetxo podía decir: esto no va. Era una contención –añade Pedro Miguel–, te recordaba que tienes una responsabilidad al publicar algo. Lo que malamente se entiende como autocensura es un elemento indispensable de cualquier ejercicio periodístico, se llama criterio editorial. Cómo vas a ser tan irresponsable de dar por bueno un email o un mensaje de WhatsApp y aventarlo así nomás.

Siempre hay que preguntarse: ¿para qué vamos a publicar esto?, ¿cuál es el sentido?, ¿tiene fundamento?, ¿ya lo investigaste?, ¿estás seguro?, ¿a quién estás afectando?, ¿estás cometiendo una injusticia?, ¿a quién estás apoyando? Para eso, Josetxo tenía un olfato y una inteligencia admirables, resume el invitado.

Blanche coincide en que se siente su ausencia en el diario, pero se mantienen sus criterios editoriales e hizo escuela sobre todo en los reporteros. Para Pedro Miguel, Josetxo fue fundamental, junto con Carlos Payán y Carmen Lira, en el enriquecimiento, la consolidación y el estilo de trabajo de La Jornada.

LA ESCUELA JORNALERA

Antes de venir a México, Josexto Zaldua había trabajado como fotógrafo y reportero del Diario de Navarra, en su natal país Vasco. Casi de inmediato se integró al Unomasuno, inicialmente como redactor en la sección de economía. Y “poco tiempo después del asesinato en San Salvador de nuestro corresponsal Ignacio Rodríguez Terrazas, en agosto de 1980, fue asignado corresponsal en Managua”, recordó Blanche en la nota necrológica que escribió hace un año (https://www.jornada.com.mx/notas/2021/09/28/politica/fallece-jostexo-zaldua-coordinador-general-de-edicion-de-la-jornada/).

Con la fractura del Unomasuno, Zaldua se comprometió con el grupo de periodistas que formaron La Jornada. “Permaneció cubriendo años cruciales en la historia nicaragüense hasta poco después de la derrota electoral de Daniel Ortega en 1990”.

“De regreso a México cubrió asignaturas en Haití, Brasil, Colombia, Venezuela, El Salvador, Guatemala, Cuba y Perú. Después, por razones familiares, se trasladó a Caracas, donde también fue corresponsal.” Ya como editor, “fue maestro de una generación de reporteros y fotógrafos que se formaron en la escuela jornalera en las últimas décadas”.

“Durante los meses de la pandemia le fue detectado un proceso cancerígeno”. Sin embargo, “se mantuvo al pie del cañón hasta sus últimas fuerzas”.

Él murió el 28 de septiembre y, justo el 19 de ese mes, el periódico había cumplido 37 años de existencia. Josetxo compartió en sus redes sociales lo siguiente, a propósito del aniversario del diario:

‘Decir 37 no dice nada, salvo que los numeritos estén ligados a un hecho digno de atención. Es el caso: hoy cumplimos 37 años trabajando sin reservas para La Jornada.

‘Antes del mítico número 0, vaticinaron que nacíamos en urgencias, y así fue. A fuerza de golpes de riñón salimos a terapia intermedia coincidiendo con una avalancha de acontecimientos que cimbraron al mundo político y financiero. Por no hablar de los militares.

‘Ya La Jornada había superado la fase crítica y, con la mente abierta y las plumas como estiletes, nos lanzamos a contar a la gente lo que veíamos.

‘Internamente no fue un camino de rosas, consustancial a los periódicos, pero la gente leal nunca dejo que nos dañaran. Hubo deserciones empujadas por la ambición y resistimos. Nos levantaron bulos imposibles de probar; en suma, trataron de rompernos éticamente.

‘Pero aquí estamos con nuestros 37 fantásticos años hablando por nosotros. Pero nosotros somos nada sin ustedes. Nos comprometemos a seguir peleando y a seguir dando la voz a quienes se la niegan.

‘Gracias infinitas por su lealtad y larga y hermosa vida para todos’, escribió Zaldua, en lo que bien se puede leer como una carta de despedida.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com

Comentarios

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *