El Ingeniero Arquitecto Rodolfo Chávez Carrillo, gobernador constitucional de nuestro estado, con la debida anticipación invitó a la primera dama del país, la Maestra Eva Sámano de López Mateos, para que fuera ella quien inaugurara las nuevas instalaciones de la feria de Colima, que se celebraría en terrenos de la explanada ubicada frente a la 20 Zona Militar, abandonando el jardín Núñez, que durante muchos años fue sede oficial de nuestro máximo festejo anual, la Feria de Todos los Santos.
La señora estaría en Colima, precisamente el día 01 de noviembre del año de 1959, posteriormente recorrería diferentes municipios para supervisar el funcionamiento de los centros de elaboración y distribución de los desayunos escolares patrocinados por el Instituto Nacional de Protección a la Infancia (INPI), institución creada durante el sexenio del presidente de la república Adolfo López Mateos.
Así las cosas en Colima, los días 27 y 28 de octubre, torrenciales lluvias con vientos huracanados, amenazaban con fuerza a nuestra ciudad y con mayor intensidad a los municipios costeros como Tecomán, Armería, Manzanillo y Minatitlán, originando el más fuerte ciclón que registra la historia contemporánea, con un saldo aproximado de más de mil víctimas que murieron concretamente en Manzanillo y Minatitlán.
Frente a este triste suceso, el señor gobernador Chávez Carrillo, pudo entablar contacto con la señora de López Mateos, informándole de lo sucedido, solicitándole aceptara posponer para mejores tiempos su visita a Colima.
La respuesta de la primera dama, fue textualmente: “Hoy más que nunca deseo trasladarme a Colima para ofrecerle a ese gran pueblo mi solidaridad y ayuda que sea posible”.
Antes de partir de Guadalajara, ciudad en donde realizaba una visita de trabajo, la primera dama le solicitó al presidente de la república le autorizara ser la coordinadora general en la toma de decisiones, considerando las opiniones y puntos de vista del señor gobernador del estado, de los alcaldes de los municipios dañados, así como de los comandantes de la Secretaría de Marina y de la Zona Militar.
El ciclón de 1959 acaparó la atención mundial y fueron impresionantes las fotografías de la primera dama del país, recorriendo las zonas afectadas desde Armería, con su uniforme de Protección Civil, botas blancas hasta las rodillas y los impermeables amarillos, algunas veces a pie, cuando cruzó el puente del ferrocarril del río Armería, debido a que el puente de material construido recientemente, la corriente lo destruyó, y el camino rumbo a Manzanillo, quedó interferido por el derrumbe de los cerros que impedían el paso. El selecto grupo que la acompañaba, diligentemente abría brecha para hacer más ágil el paso de la primera dama, y en otros tramos, vehículos militares la auxiliaban para seguir adelante.
Nuestro pequeño aeropuerto construido en terrenos propiedad del señor Don Francisco Zaragoza, al sureste de esta ciudad, se convirtió en el lugar de aterrizaje de aviones cargados de medicinas, ropa, cobijas, agua potable y el traslado de médicos y pasantes de esa profesión. En un área de ese aeropuerto se construyeron pequeños cubículos donde despachaban los secretarios de Salud, Comunicaciones y Transportes, Defensa y Marina Nacional, así mismo el Jefe del Estado Mayor presidencial.
Fue muy satisfactorio y recordamos con orgullo, la solidaridad del pueblo de Colima y de los grupos organizados de migrantes radicados principalmente en Estados Unidos, por el envío de recursos económicos para mitigar los sufrimientos de las familias de los compatriotas que perecieron en este terrible ciclón.
Por nuestra parte, los jóvenes que en ese tiempo estudiábamos en la secundaria nocturna número 2, al ofrecernos como voluntarios, se nos asignó la tarea de elaborar casas de campaña de lona de gran resistencia, material donado por un prominente empresario de la Ciudad de México, así como de diez máquinas de uso industrial en calidad de préstamo.
Nuestra tarea la realizamos en unión con las maestras de corte y confección de ropa, la mayoría proveniente de los centros de economía doméstica, dependientes de la Dirección de Educación Pública del Gobierno del Estado.
Para los colimenses de ayer, la figura de la ex primera dama de nuestro país, Maestra Eva Sámano de López Mateos, es recordada con gratitud por la solidaridad patriótica que nos brindó en esos momentos aciagos que padecimos.
Anexo al presente una fotografía tomada en el año de 1966, cuando la distinguida dama regresó a Colima, invitada como madrina de la generación 1963-1966 de la Escuela Normal de Educadoras, en un recorrido que realizó por la Universidad de Colima, ubicada entonces en los terrenos que hoy ocupa el Instituto Universitario de Bellas Artes, acompañada del Rector de la Universidad, el Lic. Ángel Reyes Navarro y del Presidente de la Federación de Estudiantes Colimenses, Rodrigo Rosales Escobar.
