RECUENTO DE LOS DAÑOS

El análisis de “los contenidos” y de “la actitud de los columnistas y articulistas de los periódicos” que no han querido hacer los observatorios de medios, lo realizó el presidente Andrés Manuel López Obrador en la mañanera del 25 de septiembre de 2020.

De acuerdo a la transcripción que hace la Coordinación General de Comunicación Social (https://www.gob.mx/presidencia/articulos/version-estenografica-conferencia-de-prensa-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-del-25-de-septiembre-de-2020?idiom=es), ese análisis demuestra cuantitativamente que en nuestro país “se ejerce la libertad de expresión”.

Porque “ni siquiera en eso hay honestidad intelectual”, reprocha el mandatario. Se dice que “no hay libertad de expresión, que no se garantiza la libertad de prensa, que está amenazada”. Y eso es “una falsedad” aunque la repita el director de El Universal, Juan Franciso Ealy Ortiz, quien se acaba de comprometer a defender la libertad de prensa.

La verdad es que “nunca se había atacado tanto, desde el tiempo del presidente Madero, a un presidente como ahora. Y nunca se había garantizado a plenitud la libertad de expresión”, sostiene AMLO.

Insistió el presidente que en este sexenio “no ha habido censura, ninguna represalia en contra de nadie, no se ha perseguido a nadie de los medios de información”. Algo que pasó anteriormente, con José Gutiérrez Vivó, Carmen Aristegui y muchos otros.

“Por convicción, nosotros nunca, jamás limitaríamos la libertad de expresión, ninguna de las libertades”. Entonces, ¿por qué esa insistencia de los 650 abajofirmantes en decir que la Presidencia de la República ha puesto bajo asedio a la libertad de expresión? “¿Qué es realmente lo que está pasando?”, se pregunta el jefe de Estado:

“Pues es lo contrario, un ejercicio pleno de la libertad. Los que antes callaban como momias ante el saqueo, ante las atrocidades cometidas por los gobiernos anteriores, ahora gritan como pregoneros y ejercen a sus anchas la libertad”, señala López Obrador.

“Por eso es importante tener datos, argumentos”. Y para ello pidió a Jessica Ramírez, quien le ayuda a llevar sus redes sociales, “a colocar mis textos en Facebook, en Twitter”, que hiciera un análisis de los artículos y de las columnas publicadas el 24 de septiembre en ocho periódicos de circulación nacional.

El mandatario advierte que esa metodología se podría aplicar en adelante, “no para limitar la libertad sino para actuar con profesionalismo y con objetividad”; no para mentir sino para “saber que estamos viviendo un momento estelar en la vida pública de México, porque parte de la transformación es garantizar a plenitud las libertades”.

LO QUE LEE EL QUE HABLA

Tras reconocer que la difusión de ese “análisis sobre el comportamiento de los medios de información en el país, en particular de la prensa escrita”, se hizo en la mañanera “de manera espontánea”, López Obrador emitió un mensaje desde el despacho presidencial donde precisó los datos que arrojó el estudio (https://www.youtube.com/watch?v=mA4cJfKXT-g).

Insistió en que se ve obligado a hacerlo “porque los que estaban al servicio del régimen autoritario y corrupto, los periodistas y dueños de los medios, ahora se quejan de que no hay libertad de expresión”. Y resulta que es “el mundo al revés”.

Dice el Ejecutivo: ahora ejercen más la libertad, “nada más que ya no pueden negociar” con ella, y “se han dedicado a atacarnos” como “nunca habían atacado a un presidente” desde Francisco I. Madero, el apóstol de la democracia.

Jessica Ramírez, la misma colaboradora que en ese momento estaba grabando el mensaje, analizó las columnas y artículos de opinión en El Financiero, El Universal, El Economista, La Jornada, Excélsior, El Heraldo, Reforma y Milenio “para conocer qué escribían sobre nosotros”.

Desglosando columna, autor, título y tema, López Obrador descubrió “que todas las notas, artículos, columnas, están dedicadas a criticarnos, a atacarnos sin fundamento. En muchos casos, viles calumnias”. E hizo ante la cámara el recuento de cuatro de esos medios:

– El Financiero: una columna a favor, tres neutrales y nueve en contra.

– El Universal, donde “están muy enojados” y cuyo director general (que López Obrador insiste en llamar “fundador”) asegura que “va a defender la libertad de expresión con todo vigor”: “cero positivas, es decir nada les gusta de lo que estamos haciendo, dos neutrales y diez en contra”.

Antes, abundó el mandatario, Ealy Ortiz “se llevaba muy bien con el gobierno, con todos los presidentes. Pero ahora, por algo será, tiene mucho enojo. No suena lógico, más bien suena metálico. Es un asunto de otra naturaleza”.

– Milenio: una a favor (Jorge Zepeda Patterson, había revelado en la mañanera: “garbanzo de a libra, por eso lo menciono”), dos neutrales, 12 en contra.

En Milenio “escriben Aguilar Camín y otros personajes que forman parte de lo que yo llamo los intelectuales orgánicos”. Ellos siempre tuvieron “muy buen trato con los presidentes, desde Salinas hasta Peña Nieto”.

– Reforma, “estos son los campeones”: cero a favor, ya sean notas o artículos “ninguno es positivo”.

Y ennumera: “la columna del periódico que se llama Templo Mayor, en contra de nosotros; Sergio Sarmiento en contra; Catón, el de los chistes, en contra; Manuel J. Jáuregui en contra, Jorge Suárez Vélez en contra, Carlos Bravo Regidor en contra, Salvador Kalifa en contra.

En la mañanera de ese mismo día había hecho el desglose de los otros cuatro periódicos:

– El Economista: una positiva (“Marco A. Mares, no lo conozco”), una neutral y siete negativas.

– La Jornada: cinco positivas (“ahí nos tratan bien), tres neutrales y cero negativas.

– Excélsior: dos positivas; cinco neutrales y 11 negativas.

– El Heraldo: una positiva, cinco neutrales y siete negativas.

NO HAY MUJERES EN LOS DIARIOS

En el resumen final, “de todas las columnas y todos los artículos de estos periódicos”, el 64% tienen que ver con la 4T. De ese porcentaje, 10 son opiniones positivas, 23 neutrales y 66.3% negativas. “¿Cómo es que dicen que no hay libertad?”

“Es un timbre de orgullo que esté sucediendo esto en nuestro país. Es parte de la transformación. No soy masoquista, aclaro. Pero cuando se transforma, como decía el liberal Ponciano Arriaga, ‘entre más me golpean, más digno me siento’. Si ellos están reaccionando de esta manera es porque vamos hacia adelante, es decir, se va transformando al país.

“Que se sepa, nunca jamás vamos a restringir las libertades. No va a haber censura ni persecución a nadie. Se va a garantizar a plenitud la libre manifestación de las ideas, la libertad de expresión y la libertad de prensa. Este es el nuevo México, la patria nueva por la que estamos luchando salud”.

En la mañanera había dicho que, “de todos los articulistas, sólo el 10 por ciento son mujeres. Esto nada más es para mostrar otra contradicción: se envuelven en la bandera del feminismo y en sus diarios no tienen participación las mujeres”.

Reiteró AMLO que “esto no había pasado en mucho tiempo: los medios, la prensa siempre estaba vendida o alquilada al régimen”. Esta situación nueva es “excepcional, algo para celebrar”. Adelantó que será invariable su respeto a la libertad de expresión, “pero quise señalarlo para que no confundan, para que no manipulen”.

AQUELLA PRENSA HEROICA

Aparte del ataque de la vieja prensa porfirista a Madero, López Obrador encontró otro simil en la historia del siglo XX respecto a la relación de los medios con el presidente en turno:

Cuando el general Cárdenas toma la decisión de mandar al exilio al expresidente Calles –quien durante mucho tiempo dominó la vida pública como jefe máximo de la Revolución, en un periodo al que por el control casi absoluto que de la política en México tenía don Plutarco se le conoce como el maximato–, los periódicos callistas se alinearon de inmediato.

“Así ha actuado siempre la prensa. Las excepciones son, desde luego, el periodismo libre e inteligente”. Estamos hablando de “los mejores periodistas que ha habido en la historia”: los de la época de la Reforma y la República Restaurada, los contemporáneos de Francisco Zarco. “Ese es el mejor periodismo, completamente libre; además, con debates interesantísimos. El periodismo era una escuela para la formación política en aquel entonces”.

“Luego viene la decadencia, la persecución de los periodistas durante el porfiriato. Es la época del periodismo heroico, el de los Flores Magón y Daniel Cabrera, periodistas que enfrentan al régimen. Y luego de nuevo la decadencia con Huerta, tanto intelectuales que yo llamo orgánicos como periodistas [mostraron] posturas de subordinación al régimen autoritario, el mismo que le había quitado la vida al apóstol de la democracia”.

Antes del cuartelazo, “la campaña contra el presidente Madero en la prensa también fue infame: todos en contra para crear las condiciones del golpe de Huerta. Y, posteriormente, una prensa completamente alineada al régimen”.

Del mismo modo, ni Reforma ni El Universal estaban “así en el sexenio pasado”, mucho menos con Salinas. “Es con nosotros, pero qué bien porque estamos viviendo un momento estelar en cuanto a las libertades”.

ESPERAR EL MILAGRO

Lo que dijo en esa mañanera del 25 de septiembre el presidente, es un buen ejemplo de su narrativa sobre el papel histórico de los medios tradicionales y sus vínculos con el régimen neoliberal:

Hay que separar el poder económico del poder político, para que el gobierno no esté al servicio de grupos de intereses creados sino del pueblo, afirmó López Obrador.

En el viejo régimen, “el gobierno estaba al servicio de una minoría rapaz. Era un comité al servicio de unos cuantos, que hacían lo que querían y pisoteaban la dignidad del pueblo. Eso se acabó, aunque haya protestas y resistencias, molestias e insultos. Y no vamos a responder con autoritarismo, somos demócratas”.

Va a separar al gobierno del dinero, con el “apoyo del pueblo” porque el que no tiene respaldo popular no tiene autoridad moral ni política. “No tendría ningún sentido, sería una pérdida de tiempo llegar aquí después de tanto tiempo de lucha, para hacer lo mismo”: ponerse al servicio de los “potentados, de los que se creían dueños de México o de los medios de comunicación que sometían a los servidores públicos si no se les cumplían sus caprichos”.

Así como hay que romper “la asociación delictuosa que se daba entre autoridades y el crimen organizado”, se debe también “mencionar cómo están sesgados los periódicos, su falta de equilibrio y de objetividad, cómo están –se diría coloquialmente– ladeados”.

Para López Obrador, “hay un despertar ciudadano, un cambio de mentalidad”. Es algo que “no han querido entender los del círculo rojo, porque no le tienen amor al pueblo ni respeto”. Piensan que es fácil de manipular con reportajes falsos, con mentiras que la gente va a aceptar. “Ya no. Y no debería estarles diciendo que cambien pero, en una de esas, se logra el milagro. ¡Hasta las piedras cambian!”

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.

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