“Son dos las característica de la televisión pública exitosa: tienes que ponerle el dinero suficiente e irreductible año con año, y por otro lado tienes que generar un margen de autonomía”, dice Gabriel Torres, director del Canal 44 y del sistema de medios de la Universidad de Guadalajara.
“Esa autonomía es para que quienes ejerzan un cargo directivo tengan libertad para hacer una selección de perfiles adecuados. Porque ésa es otra: no hay que improvisar, mandar a dirigir la televisión a alguien que nada sabe o que nada tiene que ver con la televisión.
“Mientras esas dos características no se cumplan de entrada en el modelo de televisión de Estado, en México no vamos a tener una BBC, una Televisión Española (RTVE), una Deutsche Welle (DW) y ningún tipo de televisión pública que pueda ser exitoso”.
Entrevistado junto a Torres por Jacaranda Correa, en la emisión de Debate 22 dedicada a responder la pregunta: ‘¿Es posible una BBC a la mexicana?’ (Publicado el 21 de junio de 2019; https://www.youtube.com/watch?v=L9AMFplphr0), el productor audiovisual argentino Damián Kirzner refiere el ejemplo del británico Channel Four como un referente interesante para el sistema de sustentabilidad de la televisión pública en México.
“Channel 4 no depende sólo de aportes del Estado sino que se articula con el sector privado y con el sector privado, pero el sector privado independiente y pequeño. Son otras voces, no las voces de las grandes compañías sino pequeñas productoras. El canal no tiene una gran estructura, no es una fábrica de televisión gigante sino que produce con productores delegados que van siguiendo la calidad de producción a pequeñas casas que tienen un perfil innovador, y eso motoriza a toda la industria.
“Son las pequeñas y medianas empresas, seguidas por el canal público, las que van generando contenidos innovadores y las que van motorizando la industria. La articulación de esos sectores también puede ser un modelo diferente de televisión pública.
“Siempre hacen falta recursos y hay diferentes maneras de obtenerlos. Estoy absolutamente de acuerdo que si no hay recursos no puede haber voces múltiples ni calidad. Entonces, hay que encontrar otro modelo. Por ello lo traigo a la mesa como uno de los grandes temas”, comenta Kirzner, especialista en transmedia.
MEDIAMORPHOSIS MÉXICO
Uno de los grandes problemas al que nos enfrentamos quienes insistimos en la televisión pública como un espacio natural de innovación y de experimentación, es que probablemente no logramos comprender todas las posibilidades que se dan.
Jacaranda piensa, por ejemplo, en las experiencias que se presentaron en Mediamorphosis México que se celebró del 28 al 30 de junio en el Centro Cultural ‘Roberto Cantoral’ de la Ciudad de México: contenidos inmersivos, realidades aumentadas, contenidos en realidad virtual 360, etcétera. Eso pareciera lejano para una televisión tradicional.
“Pero no lo es –replica Kirzner, director del evento–. Cuando nosotros nacimos el cine ya estaba, pero fue una invención tecnológica la que hizo que una filmina, atravesada por la luz a una velocidad determinada, permitiera reproducir una imagen en movimiento.
“Hoy ya están inventando otras formas de contar historias que no son ni mejores ni peores, sino distintas y algunas son hermosas. Hay formas de contar historias en las realidades inmersivas mixtas, donde se empieza a mezclar lo analógico con lo digital: realidades inmersivas que mezclan el teatro inmersivo con la realidad virtual o con la realidad aumentada, que empiezan a proponer nuevas posibilidades que son muy interesantes.
“En Mediamorfosis México se habló no sólo de esto sino también de los medios tradicionales evolucionando, de la prensa evolucionando, vinieron profesionales de todo el mundo, de The Guardian, de Infobae, de Fox News, a analizar cómo están evolucionando los medios y a presentar nuevas formas de contar historias.
CREATIVIDAD, LA CLAVE
¿Cómo podemos imaginar una televisión innovadora? Cuando estamos hablando de este tipo de contenidos, cómo podemos presentarla a una audiencia tradicional una historia inmersiva?
“Con creatividad, en principio –responde Gabriel Torres–. Eso es lo que es lo que nos están enseñando las formas disruptivas de producir y de consumir de los prosumidores (y produsuarios), como los llama Carlos Scolari.
“El elemento esencial de la era digital audiovisual es la creatividad. Antes eran los monopolios, las antenas, los transmisores, las potencias radiales; hoy es la creatividad.
“Las pantallas son múltiples y puedes tener acceso al público de diferentes maneras, todas muy exitosas. Ahí está el fenómeno de los youtubers: son chavos que con un dispositivo móvil logran tres, cuatro, cinco millones de reproducciones, a veces dándole dos o tres vueltas al rating en horario Triple A de una televisión convencional.
“Eso te dice que hay público, hay audiencia y hay canales para llegar a esa audiencia, siempre y cuando tengas una propuesta creativa, que sea atractiva para ellos”, resume Torres.
MURIÓ LA TV CUADRADA
¿La televisión ha muerto?, pregunta finalmente Jacaranda Correa.
“La análoga sí, totalmente”, contesta Torres. “La televisión de cinescopio, la cuadrada, esa murió con el apagón analógico en 2015. La televisión digital no, y se va a seguir transformando”.
Para Damián Kirzner, “el desafío de las televisiones públicas es entender que lo que se cuentan son historias, y si contamos una historia tenemos que elegir en qué pantalla o en qué plataforma lo ponemos.
“No hay una más importante que la otra. Importa que la televisión pública hable, y se ocupe de hablar de lo que no van a hablar las televisiones comerciales, que se ocupe de eso y que lo haga de una manera creativa, entendiendo dónde está su público.
“Si su público está en Instagram, después a la noche está en la tele y durante determinado momento del día está en un libro o en una película, que la televisión pública pueda producir para todas esas plataformas, no necesariamente para la televisión cuadrada tradicional”.
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