¿Cuál es el rol que jugó Pablo Reinah en el montaje de la supuesta aprehensión de los presuntos líderes de la banda de secuestradores Los Zodiaco?, pregunta Alejandro Páez Varela a Emmanuelle Steels, autora de El teatro del engaño. Buscando a los Zodiaco, la banda que nunca existió (Grijalbo, 2015).
Reinah supo que era un montaje y participó en él. “Llegó al rancho Las Chinitas a las 6 de la mañana, aunque la transmisión en vivo por Televisa empezó hasta las 6:47 horas”, y tuvo tiempo de ensayar dos veces la entrada del comando policiaco.
“Reinah mismo reconoce que Luis Cárdenas Palomino lo despertó a las cuatro y media de la mañana, explicándole que se trataba de filmar la liberación de unos secuestrados. Pero ahora, como hace Carlos Loret de Mola, se aprovecha de que las imágenes originales no están disponibles” para decir que no estaba al tanto de lo que ocurría frente a sus ojos.
“Sin embargo, están en el expediente y yo pude ver los videos. Muchas de las imágenes de ese día fueron posteriormente editadas por Televisa y quitaron los momentos más embarazosos para el reportero y el conductor, quienes tienen prácticamente la misma responsabilidad en este caso”, dice Steels.
“Cuando se analizan detalladamente esas imágenes, se ve muy claro la manera que tienen Reinah y Loret de filmar e ir conduciendo al espectador sobre lo que está pasando. Y podemos llegar a la conclusión de que los dos saben que están presentando como si estuviera ocurriendo en vivo, algo que saben que no está ocurriendo en vivo”.
IMÁGENES EN DETALLE
En la emisión del 12 de septiembre de 2022 de Los Periodistas (https://www.youtube.com/watch?v=S8qevI0Xjl0), el noticiero que conducen Páez Varela y Álvaro Delgado en el canal de Sin Embargo al Aire en YouTube, la periodista belga que se acercó al caso Cassez-Vallarta en 2009 señala:
“Hay certeza en que Carlos y Pablo no sabían que Israel y Florence fueron detenidos un día antes en una carretera, y se les puede exculpar de saber que no había personas secuestradas en esa casa”, sino que fueron sembradas.
“Es posible que ellos desconocieran esa dimensión del montaje pero, como un montaje que abarca muchas dimensiones diferentes, hay una de esas dimensiones en particular que ellos dominan y, además, se ve perfectamente en pantalla: es cuando la gente de Televisa da la señal para que vayan entrando los agentes de la AFI al rancho.
“No puede tampoco Pablo Reinah diluir su responsabilidad citando a TV Azteca” que también hizo una cobertura en vivo y en directo, porque la periodista del Ajusco llegó al lugar después de que Carlos Loret de Mola diera la señal de ‘luces, cámara, acción’.
“Preguntarle a Reinah o a Loret si participaron o no en el montaje es una pregunta inútil, periodísticamente hablando, porque ese tema se resuelve viendo las imágenes con atención. Ellos se aprovechan de que nadie puede ver las imágenes originales para mantener esa ambigüedad, y decir: ‘Nosotros no sabíamos, no tuvimos nada que ver, fuimos engañados, somos las primeras víctimas de este montaje’. Pero no es así, ¡ellos dieron la señal!
“Pablo Reinah miente en el documental de Netflix cuando dice, por ejemplo, que le sorprendió cuando Luis Cárdenas Palomino le apretó el cuello a Israel Vallarta. Asegura que confrontó al investigador de la AFI porque estaba torturando, más que interrogando, al sospechoso. Pero es falso”, comenta Steels.
“Si se analizan en detalle las imágenes de TV Azteca (que complementan a las de Televisa porque muestran un ángulo diferente) podemos ver cómo en Primero Noticias disimulan el rostro de Luis Cárdenas Palomino. Hay clara voluntad de protegerlo. En el Ajusco, al parecer, no estaban enterados de que tenían que esconderlo, y dejan ver claramente cómo Pablo Reinah se molesta al no obtener la confesión que le habían prometido. De hecho, el reportero de Televisa le reclama a Israel.
“Vallarta después acusará a Reinah de haberlo agredido físicamente para obligarlo a confesar. La de Reinah no es una entrevista, es una acusación, el tono es inquisidor. ‘Usted negoció’, le dice. Y ahí se nota que hubo un acuerdo previo, lo que me lleva a afirmar que ellos participaron en el montaje”, resume Steels.
CONFUNDEN LAS VOCES
“Cuando en un reportaje de la revista Gatopardo, ‘El otro montaje’, publicado en 2013, cité esta acusación de Vallarta a Pablo, Reinah dijo que me demandaría por sembrar mentiras sobre él.
“Es excesivamente cínico ya que era una de las primeras veces que se le daba la palabra a Israel. Había tenido que permanecer callado. Fue silenciado todos estos años. Y el único periodista que, hasta entonces, había podido ‘entrevistarlo’ era Reinah. En realidad, lo interrogó mientras estaba siendo torturado. Por eso, cuando yo le di voz a Israel, Reinah no podía a admitir que Vallarta pudiera hablar libremente con una periodista y denunciar lo que le había pasado.
“Reinah únicamente acepta que, en efecto, su entrevista a Israel Vallarta se dio bajo tortura. Pero quiso silenciarlo cuando junto con otras dos corresponsales de medios franceses, Anne Vigna y Léonore Mahieux, fuimos las primeras en tener llamadas con el detenido. Como es muy difícil conseguir una visita al penal del Altiplano, yo fui a verlo al finalizar las audiencias. E Israel me explicó ahí que Pablo Reinah sí lo interrogó.
“Es muy fácil confundir en los testimonios a Luis Cárdenas con el reportero. Incluso, en el proyecto del ministro de la Suprema Corte, Arturo Saldívar, algunas de las preguntas que hace Cárdenas Palomino durante el interrogatorio a Israel Vallarta, se las atribuyen erróneamente a Pablo Reinah. Sin embargo yo hice ese trabajo de ver los videos, plano por plano y durante varios días, hasta distinguir las voces. La de Luis Cárdenas Palomino la conozco muy bien, porque lo entrevisté durante dos horas y tengo la grabación.”
REINAH TAMBIÉN GOLPEÓ
“Vallarta me declaró que Pablo Reinah y el equipo de Televisa llegaron a las seis de la mañana, y que ensayaron dos veces antes de la transmisión en vivo. Ya en los ensayos le iban haciendo preguntas y, como Israel se resistía a confesar, Cárdenas Palomino lo golpeó varias veces.
“Florence Cassez también recibió varias bofetadas por parte del policía, pero de Reinah no tiene ningún recuerdo. Sin embargo, se acuerda perfectamente que en uno de esos ensayos Pablo se exasperó, mostrando tal impaciencia que hasta le reclamó a Luis Cárdenas que Israel no confesara como habían quedado.
“También recuerda Florence que Cárdenas Palomino animó al reportero a golpear a Israel. Y que, desde el estudio, Carlos Loret de Mola estuvo alentando igualmente a Reinah a golpear a Vallarta, sostiene Israel.
“Me dice Pablo Reinah en su libro (El caso Florence Cassez: Mi testimonio. Aguilar, 2021) que esto no lo puedo demostrar. Obviamente, no. Pero lo que sí puedo hacer como periodista es dar voz a una persona que ha sido silenciada tantos años buscando que no diera su versión de los hechos.
“Por otro lado, Reinah imprime en su libro que yo nunca lo contacté para tener su versión, que nunca le pedí una entrevista. Pero aunque me mandó un mail prohibiéndome revelar su contenido, sí puedo decir que en ese mensaje, a mí como a otros periodistas, nos niega la entrevista. Rechazó toda posibilidad.
“No obstante que yo sí lo contacté y que fue decisión de él no hablar, en su libro me pone como un mal ejemplo de ética periodística. Reinah dice que yo violé la más elemental regla del trabajo periodístico al no contrastar la versión de Vallarta con la suya. Pero lo que no dice es que él rechazó la entrevista. Sí lo contacté y después de eso busqué a varios de sus amigos periodistas para ver, si por esa intermediación, lograba obtener la versión de Pablo”, remata la periodista belga.
FUE POR CHANTAJE
Hasta dónde Emmanuelle Steels investigó para su libro, ¿cuál es el papel que en toda esta trama jugó Eduardo Margolis?, ¿cuál, la vinculación del empresario con Israel Vallarta, Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino?, pregunta Delgado.
“Es un señor que está tratando de generar ambigüedad respecto a su turbia participación en esta trama”, responde la invitada.
“Ha venido dando versiones diferentes acerca de como él se involucró en este caso. La que nos dio en 2009 a quienes fuimos las primeras periodistas en ir a entrevistarlo, es que él no tenía absolutamente nada que ver, que era una casualidad que él conociera tanto a los detenidos como a los que ordenaron el montaje.
“Mas, por otro lado, reconoce el conflicto que tiene con Sebastian Cassez. Y varios años después, cuando Florance sale de la cárcel, él le dice que efectivamente solicitó la detención de Israel a sus amigos Luis Cárdenas Palomino y Genaro García Luna, si bien niega haber autorizado, como lo repite en el documental, la detención de ella.
“De lo que no hay duda es que Margolis está en el origen de la detención de Florence Cassez e Israel Vallarta. Eduardo tenía un conflicto por negocios con Sebastian, hermano de Florance y amigo de Israel. Para vengarse de su exsocio, primero trama secuestrarlos y, finalmente, solicita su detención por parte de la AFI para utilizar a la pareja como moneda de cambio con Sebastián Cassez.
“Es mi hipótesis, Margolis quiere obtener dinero o chantajear a Sebastian para que éste no revele información confidencial. Estoy especulando, pero cabe pensar que había armas o no sabemos qué” escondido en los vehículos de Eduardo que Cassez retuvo cuando decidió cobrarse a lo chino.
“De lo que no hay duda es que Eduardo Margolis pidió la detención. Incluso, él se encuentra físicamente en la SIEDO (Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada) el 9 de diciembre porque sabe que ahí están detenidos Florence e Israel.
“Durante años, Margolis colaboró frecuentemente con Genaro García Luna, Luis Cárdenas Palomino, Javier Garza Palacios e Israel Zaragoza Rico, quienes actuaron muchas veces bajo sus órdenes. Eso lo cuenta en entrevistas Margolis, como para presumir. Es un particular, pero tiene una empresa de resolución de secuestros.
“Donde no interviene Margolis, según mi hipótesis, es el montaje mediático”, aclara Steels.
FALTAN MUCHOS
Además de García Luna y Cárdenas Palomino, con la intuición periodística de Emmanuelle Steels ¿quiénes más deberían estar detenidos por este caso?, pregunta Alejandro Páez.
“Muchos altos funcionarios de la administración de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. La base de la lista, que no es la lista completa, la elaboró la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) después de la liberación de Florence Cassez en enero de 2013, e incluye a altos funcionarios involucrados en el montaje. Pero esa lista debería incluir también a quien era en ese momento presidente de la CNDH, Luis González Placencia.”
Obviamente, el ombudsman no se iba a anotar en la lista, aunque actuó para encubrir la tortura durante muchos años. En el momento de la detención, González Placencia llevaba la primera Visitaduría de la CNDH y fue responsable de recabar las pruebas de la tortura contra Israel Vallarta, expone la periodista.
NO FUE MANIPULADO
¿Cree Emmanuelle Steels, como opina el expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, que Felipe Calderón, en ese como en muchos otros casos en su sexenio, fue manipulado por su poderoso secretario de Seguridad, Genaro García Luna?
“No le puedo dar la razón a un personaje como Nicolas Sarkozy que se involucró en este caso por cuestiones de ego y prestigio político. Y tampoco puedo coincidir del todo con esa opinión: Felipe Calderón estaba totalmente manipulado pero, a la vez, enterado de lo que estaba pasando con el caso porque hubo suficientes revelaciones periodísticas, aunque fueran minoría entre lo que se publicaba.
“Hubo revelaciones periodísticas, en particular, de la revista Proceso con información de Anabel Hernández. Yo misma y mis compañeros hicimos varias publicaciones en la época sobre la realidad del caso [Está el reportaje ‘La historia de Florence Cassez ¿Una secuestradora improbable?’, en la revista Gente, firmado por Steels, Vigna y Mahieux]. Pero no hubo esa voluntad en el entonces presidente mexicano de conocer la verdad.
“Calderón no fue, en sentido estricto, manipulado por García Luna. Se sometía a los montajes de su secretario de Seguridad, sin duda, pero no creo que haya sido engañado”, concluye Emmanuelle Steels.
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