Hasta el colega que le puso nombre al cartel mediático @nachocolumnistas, se sumó sin querer al plan “manos libres” para sacar al Ejecutivo de la ecuación y limpiar las huellas de los operadores de la Secretaría General de Gobierno en el Congreso.
Funcionarios de esa dependencia fueron los que hicieron el trabajo sucio entre los diputados locales para impedir la designación de Adriana Ruiz Visfocri como presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
El “nado sincronizado” en las columnas políticas para exculpar al Gobernador de la maniobra legislativa, pronto mostró ser parte de una agenda futurista para golpear a Indira Vizcaíno Silva.
La lógica del régimen de la 4T convierte a la delegada del gobierno federal en Colima en aspirante natural a la Gubernatura que se disputará en 2021 y, con ello, en blanco de ataques.
Contra la versión de esos columnistas alineados, los 16 diputados que votaron por la ex presidente del Tribunal Electoral del Estado para ombudsperson (10 de Morena, tres del PAN, una del PT y las representantes de MC y Panal) acusaron a Nacho Peralta de intromisión en el proceso.
En voz de Vladimir Parra, los diputados explicaron que Nacho tiró línea no a favor de alguien sino en contra de una de las integrantes de la terna.
Pero a la acusación contra el Ejecutivo respondieron cinco congresistas, a quienes supuestamente quisieron convencer de dar el voto faltante para alcanzar la mayoría calificada con una tentadora oferta de 300 mil pesos.
LOS DIPUTADOS DEL NO
Para una Legislatura que, al tiempo que se bajó el sueldo, redujo su cotización a tal grado que hubo un diputado que pidió 10 mil pesos por dar su voto para Ruiz Visfocri, la cantidad que denuncian los diputados del No resulta desmesurada.
Los ofendidos con la tentadora oferta son los verdecologistas Martha Alicia Meza Oregón, Luis Fernando Escamilla Velazco y Miguel Ángel Sánchez Verduzco, el petista Carlos César Farías Ramos y la morenista Alma Lizeth Anaya Mejía.
El dinero, dicen esos diputados, habría salido de la delegación federal. Lo cual suena sorprendente en medio de la austeridad que se vive en el gobierno de la república.
Es inverosímil que a Indira le autorizaran erogar semejante cantidad para una maniobra política en la que, además, tenía un interés estrictamente personal.
El austericidio ha hecho que varios funcionarios de la administración federal, incluidas figuras del gabinete o del gabinete ampliado, renuncien precisamente porque no les dejaban gastar.
Si se trataba de suplir como representante de López Obrador en Colima las deficiencias de Vladimir –a quien no todos sus compañeros le obedecen luego del derrocamiento de dos coordinadores de la fracción de Morena que encabezó Parra–, Indira tenía mejores argumentos que el efectivo.
Podía haberles recordado a los diputados traidores que no ganaron la curul por su linda cara, sino gracias al arrastre del candidato presidencial. Y que los diputados que no se alineen con la Cuarta Transformación no podrán aspirar a reelegirse ni a buscar otro cargo con los colores de Morena.
En ese contexto, para un diputado sin futuro político 300 mil pesos por voto resulta una justa retribución. Pero si no le aceptaron ese dinero a la gente que los llevó al Poder Legislativo como dicen, ¿es porque el Poder Ejecutivo les dio más?
EL CONGRESO TIENE DUEÑO
El lopezobradorismo consiguió 15 distritos uninominales y una diputación por el principio de representación proporcional en las elecciones de 2018. Luego de deserciones, adiciones y enroques entre las bancadas que integraron la coalición ‘Juntos haremos historia’ (Morena, PT y Encuentro Social, en un reparto al que se sumó después el PVEM), la mayoría que se consiguió mediante una alianza con la bancada del PAN se desmoronó.
Se dio entonces una asociación con el PRI que parece haber funcionado bien para sacar los asuntos que le interesaban al gobernador Peralta, pero con la que resultaba impensable acordar la designación de alguien como Ruiz Visfocri, considerada enemiga mortal del Revolucionario Institucional.
Estaba claro que los diputados priistas no votarían por Adriana, pero en lugar de hacerse a un lado el aparato del gobierno estatal operó para sabotear su arribo a la CEDH.
En cuanto a los diputados de casa, apelar a la disciplina partidista valía para la diputada Anaya Mejía que no ha abandonado la fracción morenista. Pero con los diputados del Verde y del PT que pertenecen a partidos que son aliados de Morena a nivel nacional, Indira habría encontrado resortes a nivel central para disciplinarlos. ¿Por qué gastar en cualquiera de ellos 300 mil pesos?
Claro, la situación era desesperada. Vladimir tenía aparentemente asegurados los 17 votos, pero ese día la petista Ana María Sánchez Landa se accidentó viniendo de Manzanillo. Y en teoría la diputada por el XII distrito iba a votar por Adriana Ruiz Visfocri.
VENDE SER ANTIPRI
El gobierno priista aborrece a Ruiz Visfocri y no le van a perdonar nunca el proyecto de resolución que habría cambiado el resultado de la elección extraordinaria de 2003, dándole el gane al abanderado de la coalición PAN-PRD Antonio Morales de la Peña.
Ese expediente del Tribunal Electoral del Estado fue usado años después por el representante del PRI ante el IFE como argumento para impugnar la designación de Adriana como consejera local.
Pero si la ponencia de la entonces presidente del TEE contra Gustavo Vázquez fue tan malintencionada como para, supuestamente, convencer al entonces Instituto Federal Electoral de que Ruiz Visfocri carece de imparcialidad, ¿por qué no argumentaron eso los diputados priistas ni sus aliados en la ronda de presentaciones de los candidatos o durante la discusión de la terna para la CEDH?
Probablemente, porque luchar contra “la dictadura” priista convierte a cualquiera en un mártir de la democracia.
Fue más sencillo señalar un potencial conflicto de interés. Como abogada litigante, Adriana Ruiz Visfocri defendió a Arnoldo Vizcaíno Rodríguez de la acusación federal por bloquear la API de Manzanillo, de la cual una juez de control decidió no vincular a proceso al papá de Indira.
Sin duda, da bonos políticos ser antisistema. Por eso no cuestionará el gobierno estatal la vocación opositora de Ruiz Visfocri hasta que vuelva a sonar su nombre para la integración de una nueva terna. Por lo pronto, prefieren apuntar las baterías a la delegación federal.
EL JUEGO SUCESORIO
El gobierno de Nacho Peralta está decidido a inmiscuirse en la contienda interna de Morena de la que saldrá el o la candidata a la gubernatura, porque ya perdió la esperanza de entregarle el poder a otro priista.
El grupo gobernante tomó partido por Mario Delgado, aun cuando éste no acaba de resolver si buscará la dirigencia nacional de Morena. E Indira Vizcaíno es un obstáculo para quienes buscan un pacto de impunidad como el que hicieron Peña Nieto y López Obrador.
La delegada federal es la precandidata a vencer porque quien maneje los programas sociales capitalizará las clientelas que Morena genere otorgando becas y apoyos.
Desmantelar esas estructuras antes de que cuajen es prioritario para un gobierno estatal que, en caso de que no pueda controlar la nominación de Morena, intentará conservar la gubernatura con el escaso voto duro que le quede al tricolor cuando este sexenio desastroso termine.
Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.