+ En estas primeras dos semanas de gobierno municipal, muy pocos de los 467 basificados del trienio pasado se salvaron de la guillotina laboral, relatan a «carvajalberber.com».
Vía redes sociales, uno de los múltiples basificados que han sido despedidos en las recientes semanas por el edil capitalino, Leoncio Morán Sánchez, nos relata el desasosiego y la incertidumbre que se vive dentro de las instalaciones municipales, en prácticamente todas las áreas.
“Se apareció el Diablo, fueron las primeras palabras como alcalde de la capital por parte del ciudadano Leoncio Morán, quien dentro de su discurso inicial utilizaba esta metáfora para referirse al inicio de un cambio en beneficio de Colima; esa noche se comprometió a hacer equipo con los trabajadores, ayudándoles a mejorar sus condiciones laborales; sin embargo, no habían transcurrido ni veinticuatro horas del evento cuando comenzó a despedir a cientos de trabajadores de todas las áreas del Ayuntamiento”, nos relata un trabajador de quien mantendremos el anonimato.
“Son 467 trabajadores de base despedidos en la capital, luego de una semana de iniciar operaciones”; se empezaron a ejecutar “despidos a diestra y siniestra, atropellando conquistas laborales, abocándose sobre todo a una buena parte de la plantilla laboral a quienes se les dio una oportunidad de sustento en la administración pasada, así como empleados que ya tenían años en la institución”, prosigue.
Detalla que “en su mayoría, contaban con percepciones no superiores a los 6 mil pesos mensuales y que su único pecado fue haber obtenido una oportunidad de trabajo en la administración de Héctor Insúa, quien además reconoció los años de servicio de todo el personal, incluso de aquellos que tenían décadas esperando una regularización y la inamovilidad”.
De igual manera, explica que “la nueva administración anula y reprime los derechos de todo aquel trabajador que ingresó a partir del 16 de octubre del año 2015, provocando un distingo entre el personal, como si ese periodo del gobierno municipal y los derechos generados en el mismo fueran inexistentes y no es casualidad, es solo una acción insensata para suprimir cualquier rastro de la administración pasada, así sea en detrimento de una gran cantidad de familias”.
Desde su punto de vista, “no sólo queda claro que el alcalde de Colima es insensible a las necesidades de cientos de trabajadores municipales, que sólo quieren, igual que usted y yo, llevar un ingreso a sus hogares y sobre todo ahora que estamos entrando en la última parte del año, es de imaginar la situación en la que nuestro venerable presidente municipal pone a todas esas familias en las que hay hijos pequeños de por medio, padres enfermos, deudas con bancos, gastos escolares, etcétera, todo a causa de una revancha política”.
Este trabajador despedido hace una advertencia, “con vista al 2021; si este personaje que el día de hoy les dará una amarga navidad y una todavía más complicada cuesta de enero a 467 familias, llega a la gubernatura, como es su intención, es de tener cuidado por que llegará a atropellar derechos laborales igual que lo está haciendo en su primera semana al frente de la comuna capitalina”.