Se fue La Superba

El pasado sábado amanecimos con la mala nueva: Montserrat Caballé, La Superba, se había ido a los 85 años de edad. Su muerte se produjo en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau en Barcelona, a un lado de una de las joyas de esa ciudad, La Sagrada Familia (que es Patrimonio Mundial desde 1984), obra de Antoni Gaudi i Cornet (1852-1926).

Catalana, había nacido en la Ciudad Condal, cuna también de otros muchos grandes del canto como Victoria de los Ángeles (1923-2005), Josep Carreras (1946-) o Jaume Aragall (1939-). Y estas voces y otras catalanas se unen a un amplísimo abanico de españoles que tantas satisfacciones nos han dado. Se fue quien quizás haya sido la mejor Norma, o la mejor Salomé o la mejor Isolda. Su voz era única y conquistó las audiencias más importantes en los más prestigiosos escenarios; pero fue un símbolo y distintivo, sobre todo, para el Gran Teatro del Liceu.

María de Monserrat Bibiana Concepción Caballé i Folch (La Superba) había venido al Mundo el 12 de abril de 1933 y en su larga y exitosa carrera se había distinguido como una de las grandes sopranos de su época, siendo particularmente admirada por su depurada técnica vocal que producía pianísimos etéreos y sus interpretaciones de óperas del período del Bel Canto, aunque exploró con éxito con obras de otros períodos y de otros géneros. Su repertorio fue muy amplio (llegó a representar más de 80 roles operísticos diferentes) y seguramente, su fusión con el rock, al lado del afamado Freddie Mercury (1946-1991, la cara más conocida de Queen) al interpretar Barcelona, que se convirtió en el himno oficial de los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992, fue su éxito más conocido y más vendido. Este éxito había sido estrenado en una discoteca de Ibiza el 29 de mayo de 1987 y no fue posible que se presentaran en la Ceremonia Inaugural de los Juegos Olímpicos como llegó a preverse, pues Freddie Mercury murió en 1991. Freddie Mercury la admiraba y buscó esa colaboración, después se hicieron grandes amigos y se hizo famoso que Mercury le llamaba (Monsterfat Caballé). Fue tan escuchada, que hasta en Comala se le podía oír.

Su éxito internacional había arrancado en 1965 cuando sustituyó de emergencia a Marilyn Horne (1934-) en una representación de concierto de Lucrezia Borgia en el mítico Carnegie Hall de Nueva York y fue premiada con una gran ovación por un público particularmente exigente. Al día siguiente un periódico de aquella ciudad, cabeceó Callas + Tebaldi = Caballé. Después, se sucedieron presentaciones en todos los teatros importantes. Ganó la admiración del público, pero también de otros cantantes: Josep Carreras ha dicho que nadie le impresionó tanto como Caballé y María Callas (1923-1977 famosa, sobre todo, por su papel de Norma, que Caballé cantó por primera vez en 1972 en el Teatro alla Scala de Milán) gustó tanto de la interpretación de Montserrat, que le entregó sus pendientes y tiempo después, al preguntársele quién podría sucederle, dijo tajante: Only Caballé (Solo Caballé).

Empezó a cosechar medallas en 1954 y su actividad fue desarrollada de 1955 a 2015. Después de debutar en Reus (con La Serva Padrona de Pergolesi), fue a Basilea y después a Bremen, para regresar a Barcelona donde debutó en el Liceu en 1962 como Arabella. Y como la propia Montserrat decía, nunca dejó de crecer, pues dicho en sus propias palabras, cuando ya no pudo crecer pa’ arriba, creció pa’ los lados; haciendo gala de su gran sentido del humor, que siempre aderezaba con sus famosas y contagiosas carcajadas.

Entre los muchos premios que recibió, destaca el Príncipe de Asturias de las Artes en 1991, compartido con un puñado de las grandes voces españolas (además de la propia Caballé, Victoria de los Ángeles, Teresa Berganza (1933-), Josep Carreras, Pilar Lorengar (1928-1966), Alfredo Kraus (1927-1999) y Plácido Domingo (1941-). Su enorme pecho, luciría como el de un general afamado si hubiera querido lucir todas las medallas que llegó a recibir.

Se casó con el tenor aragonés Bernabé Martí (1928-) y de esa unión, surgieron otras dos voces para la ópera: Bernabé Jr. (1966- tenor) y Montserrat Martí (1972- soprano).

Resumir, siempre es difícil, pero por el que junta estas letras, lo hizo un tuit de la Casa Real Española: Era la Caballé, la gran señora de la ópera, leyenda de la cultura universal, la mejor entre los mejores y capaz de descubrir nuevos espacios de creación con los más grandes. Su personalidad y su inigualable voz nos acompañarán siempre. Sentimos mucho su pérdida.

Su voz se extinguió, pero no en las múltiples grabaciones que nos dejó. CON SAL Y LIMÓN, por supuesto, recomienda escuchar y disfrutar su gran legado.

Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.

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