La elección del 1 de julio en Colima fue no solo un tsunami, sino que tuvo tintes revolucionarios, en el sentido de que la lucha por el poder, a través de la voluntad popular electoral, de pronto barrió con los diques que impedían la democracia y la alternancia , e hicieron creer en el pueblo colimense en una enorme esperanza de transformación de su vida pública; y ello demanda una actuación de alta elaboración en la oposición que se constituyó tras el proceso electoral, donde se derrumbaron proyectos adversarios que rayaban en el cinismo y nadaban en la corrupción.
Pero no todo se ha ganado aún, y en el largo camino de aquí a que se tome posesión por parte de los congresos y el ejecutivo federal, se están viendo amenazas de resistencias que al calor de la euforia del triunfo de la Coalición Juntos Haremos Historia, no se visualizaron. Y ya empezamos con la sospecha de que no todo podría resultar como lo quisieron los ciudadanos.
Esto que digo aquí en la introducción de este artículo, es muy serio, así lo considero. Porque se están observando señales en Colima que nos advierten del enorme peligro, de que resulte, que se brincó para caer en el mismo suelo ¿Qué quiero decir? Al grano: que el centro de poder lo ubico en el Congreso Local, que es el que se supone manda en una democratización de las instituciones públicas, y en este Poder visualizo el riesgo, por lo que adelante señalaré.
Y es ahí donde salen a flote altos riesgos, de que la oposición que ha triunfado en el 1 de julio, no alcanza a ver por las cuestiones que ya sabemos, pues la mayoría de los candidatos carecen de formación política y llegaron por circunstancias donde influyó una familia: los Yáñez Centeno, otrora cabeza de oposición al Grupo Universidad mediante el liderazgo de uno de los miembros de esta familia, el notario Ismael ; pero que ahora da señas de que ha entrado en una etapa de cercanía con el gobierno y el grupo empoderado en él, al que antes combatía. No puede ser de otra manera si existen las siguientes señales, como ya existió una, que fue la de haber nominado, en oscuro procedimiento, a un junior de la familia Yáñez Centeno para consejero presidente del INFOCOL, oh paradoja, que se encarga de la transparencia.
Me enteré y me movió a escribir este artículo, cuyo espacio tenía destinado para otro tema; de que los miembros de lo que sería la fracción de MORENA en el Congreso del Estado de Colima están recibiendo capacitación –lo que a nadie debe asombrar, pues les espera un enorme trabajo y que la sociedad colimense desea que sea efectivo– pero por otro Poder. Y esta es una penosa aberración, porque están siendo ya adocenados, adiestrados a modo, por el equipo de otro Poder, el del Ejecutivo del Estado, o sea, cuyo titular es el gobernador Ignacio Peralta Sánchez.
Grave que en Colima la tribu de los Yáñez Centeno, esté haciendo tanto daño a MORENA y en particular a la imagen de Andrés Manuel López Obrador; pues los diputados de MORENA que asisten a los cursos de capacitación que les está dando adoctrinadamente personal de la Consejería Jurídica del Gobierno del Estado, con seguridad asisten por la gestión que ante el gobierno estatal seguramente hicieron los Yáñez Centeno a través de su incondicional y presidente estatal de MORENA, Sergio Jiménez Bojado, quien pastoreó una parte de su comité en una ruta de spring breakers en un ostentoso catamarán por las azuladas aguas de la bahía de Manzanillo, siguiendo un viejo deseo burgués, que contradice la austeridad republicana de AMLO.
El caso es que los diputados electos de MORENA, están siendo capacitados en las instalaciones del PT, y no precisamente junto a los también electos diputados que controla Joel Padilla; sino en forma segregada, lo que hace esto más sospechoso. Misterioso de que los diputados de MORENA hayan sido sorprendidos por el contubernio Yáñez Centeno-Nacho Peralta.
¿Qué les pueden enseñar los asesores de la Consejería Jurídica del Gobierno del Estado donde operan traidores de la oposición y ahora conversos pro priistas como Andrés García Noriega, quien renunciara al PAN en actitud de traidor? Habiendo tantos asesores libres, independientes que pueden en realidad orientar y aconsejar con eficiencia y sobre todo con apego a la agenda legislativa de MORENA. Es mucho el trabajo que les espera, es cierto, pero seguramente que un adoctrinamiento legislativo a modo, del Ejecutivo Estatal, es lo menos conveniente ahora que se festina el triunfo histórico con mayoría absoluta de la oposición en el Congreso.
Tengo noticias veraces de que quienes asesoraron o están asesorando aún a los diputados de MORENA por encargo del gobernador del Estado y por gestiones torpes del presidente de MORENA, con la anuencia de los Yáñez Centeno, es decir, el notario Ismael y la protagónica Claudia, su hermana- y ellos dos a su vez hermanos de Cesar del mismo apellido y quien se ostenta como el más cercano colaborador de AMLO; son los siguientes personajes: licenciados Jorge Rodolfo Arceo Rodríguez, Director Jurídico de Legislación; y Adrián Alejandro Hernández García, Jefe de Departamento de Leyes y Reglamentos de la Consejería jurídica del Gobierno del Estado de Colima.
Si de por sí acusan unos, infundadamente, de que los priistas se colaron; pero que lo acepten así los diputados de MOFENA, es un grave error, y deben desmarcarse de inmediato. Quizás tenga que venir una comisión nacional de MORENA a poner orden aquí y acotar el protagonismo de los Yáñez Centeno para que se aparten de su propósito cismático y de su ambición inconmensurable de poder, pues su pretensión de aislar a los legisladores de la Coalición Juntos Haremos Historia tiene un sentido político, y es de que desde el gobierno estatal se influya para que haya un coordinador de esta fracción que no represente peligro para los intereses de siempre, es decir, del gobernador, del grupo Universidad, etcétera.
Respecto a la influencia que dicen tener los Yáñez Centeno para decidir- como habrían decidido- en la mayoría de las designaciones de candidatos, y que mana de su hermano en el centro del país al lado de AMLO, pues qué grave que un personaje relevante en la cercanía con el presidente electo, esté siendo quemado por sus familiares aquí, y que quiere tener controlada a la oposición; y no solo eso, sino que quieren decidir en el Congreso y renovar la dirigencia de MORENA para tener la sucesión de la mesa directiva con miras al manejo de los recursos, o sea, las prerrogativas.
La sociedad colimense, plural, espera mucho del próximo Congreso, de ahí que de ahora en adelante y de aquí a la instalación de la próxima legislatura, hay que observar con detenimiento las señales políticas que se den en esta esfera. Y denunciar estas señales que nos advierten del peligro de que sea una legislatura fracasada como la muy vergonzosa actual, que irresponsablemente está nombrando en cargos importantes a traidores, Juniors y sujetos de poca capacidad y confianza institucional.
PUNTO Y RAYA
Otra vez el grito de la muerte. Fue una tregua solamente la que nos ofrecieron los grupos en pugna que se disputan a balazos el territorio de Colima, nuevamente, el fragor de las llamas que despiden las pistolas conocidas como mata policías, este potente artefacto, que deja inermes los cuerpos sin vida en casi todos los municipios del estado, ya no es un día, sino horas las que separan en que cae un cuerpo humano abatido por las balas asesinas, estos ejecutados que dejan huérfanos, viudas, hermanos y padres de familias con su dolor inconsolable. Y a las autoridades, ni calor les llega. ¡Hasta la próxima!