“La cultura es el ejercicio profundo de la identidad”. Julio Cortázar
Hace unos días, nuestra compañera candidata a la gubernatura, Indira Vizcaíno, anunció un plan para eficientar todas las actividades de la administración pública estatal, con el propósito central reducir el gasto en la alta burocracia, además de eliminar a los aviadores, una vieja práctica del régimen de corrupción de los malos gobiernos que hemos tenido.
Así pues, en ese nuevo paradigma, se plantea fusionar algunas de las secretarías del Estado. En el caso de la fusión de la Secretaría de Cultura y la de Educación, no implica que la primera se subordine a la segunda, sino que irán en un mismo nivel de importancia y jerarquía.
En ese plan, se explicó que, en el gobierno de la esperanza, la cultura será una pieza fundamental, es decir, la comunidad artística y cultural será protagonista de la transformación porque, como lo dijo nuestra próxima gobernadora, se llevará el arte y la cultura a todas las comunidades para combatir la violencia y para formar a las nuevas generaciones, que en ellas encuentren las oportunidades que les permitan tener una vida mejor.
Es importante que la cultura se descentralice, que el acceso al arte y a todas las manifestaciones culturales deje de ser para unos cuántos. Además, debemos pugnar para que deje de ser solamente una secretaría mediante la cual se desviaban recursos. Ya no será una caja chica, ni será un muro para la comunidad artística y por fin tendrá la prioridad que nunca ha tenido.
Como ya lo hizo Paco Ignacio Taibo 2 al frente del Fondo de Cultura Económica con la campaña nacional de lectura, en la que hizo llegar libros y actividades culturales a casi todos los rincones del país, con el libro bus, acercando de manera intensa y masiva la lectura a la niñez, la adolescencia, jóvenes y personas adultas. Ese ejemplo lo debemos replicar en el estado.
A las y los artistas y creadores locales, debemos brindarle todas las garantías laborales, busca que tengan seguridad social, dignificar su labor transformadora y tomárseles en cuenta para esta tarea histórica que tendremos en Colima con el nuevo gobierno de la Cuarta Transformación: hacer una revolución de las conciencias y lograr la regeneración de la vida pública, con paz, seguridad y cultura.
Debemos terminar con esa dinámica a la que estaba sometida la comunidad artística: malos tratos, pagos a destiempo que a veces podían tardar meses o hasta un año, poca disposición y nula voluntad de las instituciones para apoyar proyectos culturales y la utilización de talleristas, creadores y artistas en actos de proselitismo del aparato gubernamental. Eso es lo que buscamos erradicar.
Debemos dejar bien claro que con este nuevo esquema propuesto por nuestra candidata Indira Vizcaíno, no se busca afectar a la comunidad artística, sino todo lo contrario: el arte y la cultura serán por primera vez en décadas, el centro y motor de la transformación en Colima.
Por eso nosotros decimos:
SÍ a una cultura sin burocracia dorada y altos costos operativos.
Sí a una cultura sin aviadores y ni nóminas secretas, donde ésta ya no sea la caja chica del gobierno.
Sí a una cultura en donde los apoyos lleguen directo a los artistas, sin privilegios, y en condiciones de igualdad.
Sí a una cultura descentralizada de la capital, que llegue a cada rincón del estado, a los barrios, como política pública esencial de la 4T.
Sí a una cultura que dignifique la labor de los artistas y la seguridad social a la comunidad artística.