El 19 de febrero, Día del Ejército, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio gracias a los integrantes de las fuerzas armadas por no olvidar su origen revolucionario y por defender la Constitución y la democracia. Agradeció a los soldados y marinos por no escuchar el canto de las sirenas, por ¡dar la espalda al golpismo!
¿Hemos estado en riesgo de un golpe militar o, simplemente, el Presidente hizo una referencia histórica al Ejército revolucionario que desconoció al usurpador Victoriano Huerta?
La pregunta la hace Julio Hernández López en su espacio de Julio Astillero en La Octava, el 19 de febrero de 2020 (https://www.youtube.com/watch?v=XhwK-T2T0t8), a los invitados a la mesa convocada para analizar un año de periodismo bajo la presidencia de López Obrador.
Acompañado de la periodista independiente y ex candidata del PRD a la gubernatura de Nuevo León en 2009, Martha Zamarripa, y del editor de Pie de Página, en otro tiempo productor para México y Centroamérica de la BBC y presidente de la Red de Periodistas de a Pie, Alberto Nájar, el primero en responder es el cronista de La Jornada, Arturo Cano:
Ojalá se refiera al asesinato de Madero y no a “algo que él sabe pero nosotros no”, en la línea del “famoso discurso” del general Carlos Gaytán Ochoa [el 22 de octubre pasado, en presencia del secretario de la Defensa] que motivó que “el Presidente nos contara una fábula” sobre quién manda en este país.
Martha Zamarripa considera que ese periodismo del viejo régimen que está cobrando fuerza con las críticas al mandatario, genera condiciones que algunos ven como un golpe blando porque buscan crear desestabilización.
“El golpe blando, de hecho, lo estamos viendo todos los días, porque la campaña es incesante”. Y aunque, en La Mañanera, López Obrador logra contrarrestarlo al menos en parte, vale preguntarse cuándo comenzará el desgaste. Sí lo afectan temas como los feminicidios. “Por más benditas que sean las redes sociales, todavía hay medios tradicionales que tienen un peso muy importante en la sociedad mexicana. Pero si en cierto modo el golpe blando está funcionando, obviamente no es solamente porque en él participan los medios de comunicación sino otros factores de poder económico que están apuntalando y patrocinando este golpe.
“En ese sentido, la campaña genera confusión en una parte de la sociedad, donde sí se cree la postura de Claudio X. González, Enrique Krauze o Gustavo de Hoyos.
“El golpe blando no busca tumbar al Presidente, porque también hay mecanismos en México que responderían a esa intentona pese a todas las carencias que tengamos desde el punto de vista democrático. Pero sí buscan impedir que continúe el proyecto lopezobradorista cuando concluya el sexenio.
La estrategia es convencer a la ciudadanía de que la 4T es un fracaso, que no sirve como gobierno y no cumplió las expectativas. Y entonces dejarlo débil para que en 2024 regrese Acción Nacional. Frente al PRI, el PAN es el partido menos golpeado de los que gobernaron antes, señala Zamarripa.
2021, EL OBJETIVO
En la opinión de Alberto Nájar, desde el 2 de julio de 2018 en la madrugada empezaron los intentos de desestabilizar al futuro presidente, de crear las condiciones para que, uno, no llegara a rendir protesta (“no sé por qué pensaron que podrían hacerlo”) y, dos, para no permitir que tuviera todo el control.
“Uno de los elementos que más llamó la atención fue ese intento para que al titular de la Fiscalía General de la República, ya independiente, no la nombrara el Senado sino directamente los ciudadanos. Pero quienes pedían eso eran, precisamente, quienes salieron, los opositores, aquellos que perdieron la elección.
“Desde ese momento, la oposición ha estado tratando de quedarse con las estructuras de gobierno o las del Estado para tratar de estorbar lo más posible al Presidente. Replicar el golpe en Brasil está medio complicado, porque Andrés Manuel es un presidente que tiene muchísima fuerza y la gente no lo va a permitir. Pero todos los días hay un esfuerzo por minar la imagen, por construir una memoria distinta de lo que pasó, por construir un país paralelo y tratar de convencer a la más gente posible de que, efectivamente, este gobierno ya fracasó.
“Todos los días, en redes sociales, vemos manifestarse dos países distintos: el real y el de las redes sociales. Pero mientras en internet López Obrador es según algunos un fracaso, las encuestas dicen otra cosa”.
Nájar no vería el objetivo de estorbar al Presidente en el contexto de la sucesión en 2024, sino de la elección del próximo año: “Están tratando de construir un dique a partir de la Cámara de Diputados”. Además de eliminar la estabilidad y la imagen del Presidente, el objetivo es arrebatarle San Lázaro porque, a partir de ahí, ellos podrían empezar a ser efectivos como oposición.
Arturo Cano piensa que, para hablar de una competencia en 2021, “primero deberíamos tener una oposición. Por su número de militantes, el PAN estuvo a punto de perder el registro porque apenas alcanza el número mínimo de ciudadanos afiliados que exige la ley. Y si ese es el partido que puede competir con el lopezobradorismo, cómo estará la cosa para el PRI y el Verde que perdieron más del 70 por ciento de sus afiliados de un jalón.
“Más allá de los partidos, el principal problema de los opositores a López Obrador camino al 21 es que, mientras no cambien esa actitud soberbia de tratar a los electores de Andrés Manuel como imbéciles, no van a tener manera de competir”.
LAS LÁGRIMAS DE CIRO
¿Se acabó el chayote, de veras?, pregunta finalmente Julio Astillero a sus invitados.
Para Martha Zamarripa, el chayote está llegando de otro lado: del poder económico que está muy interesado en que fracase este gobierno. A los periodistas chayoteros ya no les pagan para que elogien al actual régimen como antes ocurría, ahora les dan dinero para que estén denostando todo el tiempo a López Obrador.
El chayote desde la Presidencia era inmoral en dos sentidos: por un lado, se estaban utilizando recursos públicos que fluían bajo la mesa, era una forma de corrupción; y, por otro lado, hay un engaño a los lectores, radioescuchas o televidentes porque les hacen creer que es información lo que realmente es propaganda.
Este juego perverso de emitir propaganda disfrazada de noticias continúa, pero desde otra trinchera. Los patrocinadores tienen un gran poder económico y están utilizando a los medios que antes se prestaban al chayote gubernamental, para colocar en la agenda una opinión diversa a la de la 4T, resume Zamarripa.
Arturo Cano nos recuerda que el chayote no era una función exclusiva del gobierno federal, eran múltiples las fuentes de dinero: los gobiernos estatales, los gremios, los sindicatos, las cámaras empresariales.
“Y no era solamente el sobre, sino las relaciones con los distintos nichos del poder. De ahí les viene el acceso a ciertos círculos que conforma a la aristocracia periodística, y que lleva por ejemplo a que Ciro Gómez Leyva suelte una lágrima cuando da la noticia de que Emilio Lozoya fue aprehendido en España.
LA ESTAFA MEDIÁTICA
Finalmente, Alberto Nájar señala que en el imaginario pareciera que el dinero solamente lo entregaba la Presidencia. Peña Nieto entregaba una parte muy jugosa, pero otra venía de gobiernos estatales y todavía vemos en algunas televisoras infomerciales del Estado de México o Coahuila.
Sin embargo, una de las razones por las cuales se quejan tanto esos columnistas que se creen santones del periodismo, es porque se acabó la fuente sustancial de sus ingresos: no la entrega de un sobre, sino la contratación de sus empresas para servicios de asesoría.
Es el mismo modus operandi de la Estafa Maestra: creas una empresa, recibes contratos y das un servicio de asesoría que, eventualmente, si hubiera que presentar algún informe difícilmente se corroboraría. Es la estafa mediática.
Por lo demás, dice Nájar, los potenciales patrocinadores no están muy interesados en pagar, son agarrados. Hay algunos a los que sí y eso quedará claro conforme nos acerquemos al 2021. Cuando vean que la maquinaria electoral de López Obrador sigue funcionando, querrán hacer una inversión importante para frenarla.
En las conclusiones, Alberto Nájar considera que el periodismo crítico está construyéndose. Falta sacudir muchos de esos viejos esquemas y construir nuevos, partiendo del hecho de que no cualquiera que tiene un celular es periodista o que el rigor no puede perderse en el oficio.
Para Martha Zamarripa, el tipo de periodista que queremos tener en México es, como decía Kapuscinski, básicamente un buen ser humano.
Mientras que Arturo Cano llama a las cabezas y a los seguidores de la 4T a aceptar e, incluso, pedir la crítica. Como decía Jesús Reyes Heroles: ‘Lo que resiste, apoya’.