En la batalla por los corazones, la izquierda latinoamericana no debe ser tan aburridamente racionalcomo ha sido en Europa, sentenció el politólogo español Abraham Mendieta en los Diálogos por la Democracia con John Ackermanque transmitió TV UNAM el 26 de abril de 2020 (https://www.youtube.com/watch?v=9vAjMKiGw-Y).
Ackerman apunta que los racionalistas en México siempre han sido de derecha,desde los científicos de Porfirio Díaz a los neoliberales de hoy todos reducen la política a la administración de los problemas. En cambio Andrés Manuel, incluso desde que era dirigente del PRI en Tabasco, siempre le impuso pasión a la política y no le perdonan que haya logrado poner los corazones en movimiento.
El problema, sigue diciendo el anfitrión, es que al llegar al Palacio Nacional si no hay movimientos sociales independientes que lo acompañen y un partido político fuerte que logre arropar a López Obrador,quién sabe cuánto futuro tenga la Cuarta Transformación.
Aun siendo simpatizante de Morena, Mendieta coincide en que Andrés Manuel ha sido por momentos un presidente sin partido. “Morena ha tenido dificultades internas que parece que ya quedaron en el pasado, pero necesita apostarle todo a la capacitación de la militancia y al acompañamiento del gobierno. La militancia es el corazón de cualquier proceso político, López Obrador no hubiera llegado si no hubiera recorrido el país rodeándose del pueblo y articulando a la militancia”.
…TE LA HACEN
Esa fuerza ya está apoyando, pero “ahora hay que capacitar a esa militancia como verdaderos cuadros políticos, comunicacionales y administrativo, porque si no las élites se renuevan de inmediato. No hay nada con más capacidad de renovación que la élite y, en política, los vacíos se llenan de inmediato”.
El primer eslogan de Podemos –el partido en el que milita Mendieta en España– “cuando nos presentamos a las elecciones europeas”, fue: ‘Si no haces política, te la hacen’.
“No se hace política por la pretensión inmediata e infantil de tener poder, sino porque de otra manera la van a hacer quienes tienen unos intereses completamente contrarios a lo social.
“Si Morena no capacita a sus cuadros políticos, administrativos y comunicacionales, vendrála élite a ocupar esas vacantes. Las élites tienen la capacidad de meterse en cualquier secta, no le importan los colores”, sostiene Mendieta.
PEDAGOGÍA POLÍTICA
Para Ackerman, organizar al partido no es algo que le toca al jefe de Estado, sino a los ciudadanos y a los líderes del partido. Y Mendieta añade que es el colmo que le estén dejando al Presidente hasta el trabajo de combatir las fakenews y la desinformación:
“Eso quiere decir que hay una parte de la militancia y de la ciudadanía comprometida que no está haciendo correctamente su chamba. Frente a las mentiras, las insidias y los ataques de los conservadores, hay que activar cada vez más a la sociedad.
“El Presidente es también el principal pedagogo: tiene que explicar permanentemente lo que son los conservadores, cuál es su doctrina (la hipocresía). Pero al resto de la sociedad también nos toca esa pedagogía.
“Goethe definía a los conservadores como aquel que prefiere la injusticia antes que el desorden.Y me gusta aún más la frase de Arturo Rial, para quien los conservadores en Argentina dieron su golpe contra Perón en 1955 para que el hijo del barrendero muriera siendo barrendero.
“Vamos a hacer ese trabajo de pedagogía social y organizarnos en la cotidianidad. Morena llega al poder con una sola promesa: regenerar la vida pública nacional. Y eso pasa por el debate, por la conversación,por las benditas redes sociales, por todos los espacios de lo público. Hay que ver qué nos está faltando, qué puertas se cerraron, porque no se abrió por completo el debate público nacional pese a la cuarta transformación de la vida pública”.
REFORMA Y REVOLUCIÓN
Los zapatistas dirán que es porque se trata de un proyecto reformista y no revolucionario –acota Ackerman– o porque la 4T, aparte de complaciente con el neoliberalismo, es pura propaganda.
Y Mendieta que se dice respetuoso de la ultra, reconoce que la izquierda ha tenido pocos resultados políticos a la hora de transformar la vida de la gente. Él militó en las Juventudes Comunistas desde los 13 hasta los 17 años. Y luego pasó años estudiando por qué el marxismo leninismo no logró transformar la vida de la gente:
“Las herramientas teóricas son fundamentales pero si como marxista te limitas a tu espacio de confort y a hacer política por ego, a ser más puro que nadie, eso no sirve para transformar la vida la gente. Los procesos latinoamericanos demostraron que no hay ninguna contradicción entre reforma y revolución.
“En la izquierda tenemos muchas contradicciones, pero hacer política es cabalgar contradicciones. Y menos de cinco contradicciones al día John, es dogmatismo”, bromea Mendieta.
REPÚBLICA DE TWITTER
Aparte de moverse en los círculos académicos de España y México, a sus 25 años Abraham Mendieta ha tenido una carrera meteórica en las redes sociales y los medios de comunicación: participa en mesas de debate en Milenio TV, escribe en Milenio Diario y en el periódico digital El Soberano. Por eso, Ackerman le pregunta: ¿qué es lo bueno, lo malo y lo feo de los medios mexicanos?
“Lo bueno es el convencimiento de que uno tiene que dar la batalla desde los espacios en los que está la gente, y todavía por suerte o por desgracia los medios de comunicación tradicionales siguen teniendo un espectro fundamental del público, de la audiencia; siguen siendo básicos para constituir el sentido común de la gente.
“Lo malo es que no son neutrales.
“Y lo feo es que por supuesto esconden trampas.En la mayoría de las mesas de debate siempre son cinco contra uno. Curiosamente, ese uno representa el 53 por ciento de la población y los otros cuatro no representan a nadie.No hay equilibrios en los medios, son interesados porque tienen propietarios que imponen su línea y tienen su propia agenda.
“Mas no por eso hay que renunciar a estar en los medios.Por la televisión te metes en la casa de mucha gente que no tiene la posibilidad o las ganas de estar perdiendo el tiempo, como uno, 17 horas al día en Twitter.
“Por cierto, esa red me fascina porque es el círculo rojo de la población, ahí está el 3% activo la vida pública nacional, de ahí salen las líneas argumentales que luego se reproducen en el resto de las redes sociales y en los grandes medios de comunicación.
“Twitter es importante porque hay una disputa inmediata, rápida por el sentido común de los temas, de la agenda, de los argumentos.Pero la batalla real es un poquito más grande. El mundo no es Twittery, además, también está muy manipulado.Ahí vives una guerra psicológica enorme:desde miles de cuentas falsas me gritan ‘¡lárgate a tu país!’, y eso nunca me lo ha dicho nadie en la calle”.
NO SON NEUTRALES
Por lo demás, abunda Mendieta, “mientras la gente les siga dando un espacio en su casa a los medios de comunicación tradicionales, no hay que abandonarlos. Incluso sabiendo que no son neutrales y tienen sus trampas. Por eso hay que prepararse bien: yo estudio más antes de ir a un debate en un medio de comunicación que cuando hacía exámenes en la carrera”.
“Son trampas con determinados moderadores y con determinados participantes en el debate, pero hay que ir con todo el cariño del mundo a defender democráticamente una postura que tiene derecho a estar ahí.Y porque, además, cuando uno representa una posturano necesariamente se representa sólo a sí mismo.
“También hay que ser generoso e intentar que no nos jodan luego.Los medios de comunicación tradicionales son muy tramposos en ese sentido, porque generan personajes”: héroes y villanos, observa Mendieta.
Ackerman, quien regresó a la televisión hasta después del triunfo electoral de López Obrador, luego de10 años de estar vetado como conductor y como entrevistado, reconoce que lo siguen tratando como a un opositor al que, paradójicamente, descalifican porque su esposa es la secretaria de la Función Pública o porque, además de TV UNAM, ahora tiene programas en Canal 11. No le permiten olvidar que esde la oposición y, simultánea y explícitamente,lo acusan de ser del poder.
VOCES AUTORIZADAS
Mendieta detecta también esas contradicciones en la mayoría de los medios de comunicación: “al final, eres un outsider, el último al que maquillan y le llevan la botellita de agua, al que menos tiempo le conceden en el debate,pese a que debe responder a los argumentos en contra de todos los demás” contertulios.
“Encima te dicen que tú eres del poder. ¡Pero qué poder tan poco poderoso en el que uno siempre es minoría,aunque estés representando a una mayoría!Si yo estoy de acuerdo en la mayoría de los temas con el Presidente y él tuvo más de la mitad del voto a su favor, ¿por qué tengo una mesa con un 80 por ciento en contra? Si el PRI y el PAN tienen apenas un 30 por ciento del legislativo, ¿por qué les otorgan un 80 por ciento en la mesa dedebate?
“Está claro que los medios no son un poder democrático, ni la economía lo es. La pregunta es ¿cómo hacemos para democratizar cada vez más las esferas de lo social?
“Como sea, hemos avanzado mucho. Ya se pueden tocar temas como democracia, corrupción y seguridad sin que tengan que estar presentes, necesariamente, voces autorizadas como la doctora Denise Dresser o Isabel Miranda de Wallace, a quien el principal violador de los derechos humanos de este país en ese tiempo, Felipe Calderón, le otorgó una medalla.
“Muchas cosas han cambiado en este país. Cuando llegué a México, hace poco más de dos años, todavía en el sexenio Enrique Peña Nieto, elementos del Instituto Nacional de Migración me encerraron en una sala por horas para pedirme un soborno.
“Y en cuanto a Denise Dresser, cuando quiere poner su sello personal como autoridad del tema en una mesa, ahora ya hay quien la cuestione, como cuando Gibrán Ramírez la confrontó porque lo quiso juvenear.
“De eso se trata, de abrir los medios de comunicación al debate público, nomás para poder tener visiones distintas en un diálogo estable”, concluye Abraham Mendieta.
Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.