TERMINALES Y OPERADORAS

Lo que iba a ser el anuncio de la puesta en marcha del convenio de colaboración suscrito a fines de agosto pasado entre Astom y la Universidad de Colima para la preparación académica de los trabajadores del sector portuario en Manzanillo, derivó en un recuento de los pasos que la casa de estudios dará en cumplimiento del compromiso que su rector, Christian Torres, hizo con la gobernadora Indira Vizcaíno y con el titular de la SEP, Mario Delgado, para participar en los proyectos estratégicos de la 4T.

Uno de ellos es, por supuesto, la ampliación del puerto de Manzanillo en el vaso II de la laguna de Cuyutlán. Y a este proyecto obedece la vinculación entre la UdeC con el Centro de Formación Astom, una iniciativa de la Asociación de Terminales y Operadores Manzanillo que es pionera en la capacitación y actualización de conocimientos de los trabajadores del sistema nacional de puertos.

                En la rueda de prensa que este miércoles 5 de febrero dio Torres Zermeño junto al CEO de Contecon y presidente de Astom, José Antonio Contreras, y el coordinador de Recursos Humanos de dicha Asociación, Juan Salas, el rector mencionó las carreras que la institución educativa enfocará o de plano creará para dotar de mano y mente de obra calificada a las empresas que operan en el puerto de Manzanillo.

                Directamente relacionadas con la formación de cuadros profesionales para cubrir las áreas de oportunidad que se están abriendo en Manzanillo, señaló Christian Torres, están las licenciaturas en Comercio Exterior y en Aduanas que ofrece la Facomex en Las Garzas, a las que habría que sumar la licenciatura en Negocios Internacionales en la Facultad de Economía que está en Villa de Álvarez.

                Otra carrera que el rector incluyó entre las formadoras de profesionales demandados por las empresas portuarias es ingeniería Electromecánica. Pero también ingeniería en Sistemas Computacionales está vocacionada o avocada a resolver los problemas del sector logístico. Además, un grupo de diez académicos de la Ucol trabajan ya en el diseño de la nueva ingeniería en Semiconductores, que muy pocas universidades ofrecen en este momento y de cuyos egresados hay una necesidad apremiante en el país.

                Semiconductor es como se denomina en español al chip (‘placa diminuta de material semiconductor que incluye un circuito integrado’, según la RAE), y el ingeniero en esta rama es el profesional competente “en el diseño y síntesis de materiales semiconductores, componentes electrónicos y circuitos integrados a través de la investigación y desarrollo tecnológico”, que coadyuva al fortalecimiento de tan estratégica industria y propicia el crecimiento de la cadena de valor, reza el perfil del egresado en el Tecnológico Nacional de México (TecNM).

…TAN CERCA DE EEUU

A menos que dejemos pasar la oportunidad, Colima tiene todo para insertarse naturalmente en la actividad industrial y comercial que traerá el nearshoring, como se llama en inglés al proceso de acercar la producción al territorio de consumo. Y como el mayor territorio de consumo es Estados Unidos, la apertura del puerto Manzanillo II será clave para traer insumos vía marítima y llevar productos terminados fuera del país.

Para todo ese potencial manufacturero, ensamblador o ya de perdida maquilador, necesitamos ingenieros. Y en este momento el número de estos profesionales es deficitario. Por eso la presidenta Sheinbaum ha insistido en el apoyo al Instituto Politécnico Nacional (IPN) y al TecNM, donde la mayoría de las formaciones son ingenierías, enfatizó el rector.

                Evidentemente, en Manzanillo hay oportunidades laborales para otros perfiles egresados de la UdeC, no sólo de sus tres facultades de Contabilidad y Administración sino también de Economía y Finanzas; incluso para licenciados en Derecho y otras profesiones que –literalmente– ocupan “las burocracias” de toda empresa.

De hecho, como en el puerto es tanta la demanda de profesionales en ciencias de la salud, en agosto pasado “movimos la escuela técnica de Enfermería de San Pedrito a El Naranjo, dijo Torres Zermeño. Y en un año vamos a poder ofrecer en Manzanillo la licenciatura en Enfermería” que hoy se concentra en Colima.

Además de las áreas afines, la Ucol se prepara para generar el recurso humano que demanda Manzanillo y los otros municipios del estado. Por ejemplo Tecomán, para su desarrollo agroindustrial y en materia logística. En el tema del campo, “nuestros egresados en agronomía y veterinaria son insuficientes” siquiera para atender el mercado laboral en el valle.

VINCULACIÓN UNIVERSITARIA:

Del segundo reto que le lanzó el secretario de Educación Pública al rector aparte de ampliar la cobertura en media superior con la apertura de un bachillerato en línea que arranca en agosto de este año, ese otro en el que lo desafía a ampliar la oferta educativa en el nivel superior (lo que implica abrir posgrados con especialidades, maestrías y doctorados enfocados a resolver la problemática local), se puede afirmar que la UdeC está en condiciones de asumir el liderazgo académico en la región:

“Tenemos más de 350 profesores-investigadores de tiempo completo, 311 de ellos en el SIN (Sistema Nacional de Investigadores). Este capital humano le otorga a la casa de estudios “una enorme fortaleza porque prácticamente del tema que sea tenemos especialista de primer nivel”, presumió Torres Zermeño.

El rector es consciente de que las funciones sustantivas de la Universidad obligan a la comunidad académica a vincularse con el entorno social. En el rectorado de Humberto Silva se creó una coordinación general de Vinculación Social, de la cual dependían los centros que extendían la formación universitaria más allá de las aulas y de los procesos escolarizados.

Con el Centro Universitario de Educación Obrera (CEU) y otro similar enfocado a la Capacitación, Asesoría y Adiestramiento Técnico (Ceucaat), la Universidad reconocía en la vinculación social una función tan sustantiva como la docencia, la investigación científica o la extensión de la cultura universitaria.

Para este segundo periodo rectoral, Christian Torres devolvió a Vinculación el rango de coordinación general, para diferenciarla de las otras actividades relacionadas con la tarea de Extensión. Y le encomendó a quien fue director general de Educación Continua la delegación de Coquimatlán, pues en ese campus precisamente “están la mayoría de las ingenierías” de la UdeC.

CAPACITACIÓN Y ADIESTRAMIENTO:

                Es claro que la Universidad no puede ir satisfaciendo el mercado laboral al ritmo que este lo demanda. Formar un licenciado se lleva mínimo cuatro años, cuando no nueve semestres. Y el plan de estudios de una ingeniería se cubre en un quinquenio. Por ello, la de Colima y el resto de las universidades públicas que hay en la entidad tienen que darse prisa para modificar o presentar programas académicos en disciplinas en las que hoy tenemos déficit, comenzando por las ingenierías.

                La opción a corto plazo para atender la demanda es el esquema de Educación Continua. Tanto los cursos presenciales como el que se está impartiendo del 25 de enero al 1 de marzo con el tema de Supervisión Portuaria Efectiva o los que se ofertarán en línea, tienen un enfoque pedagógico que responde a los requerimientos del entorno. La capacitación tiene una base teórica, pero busca el desarrollo de competencias reales a partir del estudio de casos prácticos. Eso permitirá un aprendizajes más ágil y en tiempo corto, explicó Torres-Ortiz.

                El español Juan José Contreras, considerado por tercer año consecutivo uno de los ‘100+ Influyentes del Transporte y la Logística en México’, señaló que la intención es arrancar un curso de manera mensual en temas como Seguridad en Terminales, además de un diplomado en Seguridad e Higiene o la capacitación de operarios de maquinaria y equipo. A la brevedad iniciará la escuela virtual, con la que se podrían capacitar unas 4,800 personas que ya trabajan en el sector.

EDUCACIÓN EN LÍNEA

                Aun cuando el modelo de universidad en línea permite la masificación de las profesiones que el neoliberalismo desalentó (y no para cuidar la calidad del currículo, sino para allanar el camino a las universidades privadas que hicieron grandes fortunas abriendo grupos en las carreras más demandadas), lo cierto es que la universidad pública no va a poder llenar a corto plazo esas vacantes.

                Sin duda, los puestos de trabajo que se vayan creando en Manzanillo se cubrirán con egresados universitarios de otras partes de la república. El estado de Colima se prepara para recibir una nueva ola de inmigrantes, aunque para tranquilidad de las mentalidades conservadoras no se trata de jornaleros del campo o de obreros poco calificados, sino de profesionales altamente especializados.

                Como lo pueden constatar muchos manzanillenses, el nivel de vida de estos directores, gerentes, jefes de operación y demás cargos jerárquicos en el negocio portuario, logístico o de comercio mundial, rebasa las expectativas que se pueden tener con los salarios que reciben los empleados de los ramos más convencionales de la industria, el sector mercantil y los servicios.

                Por lo demás, los profesionales con cierta experiencia que ya trabajan en Colima tendrán que actualizar sus conocimientos y desarrollar nuevas habilidades. Antes, los profesionistas que se han establecido en la zona metropolitana capitalina tendrán que hacerse a la idea de mudarse a Manzanillo para aprovechar todas esas nuevas oportunidades de empleo o emprendimiento.

Formar cuadros para cubrir la demanda laboral creciente, no es sólo responsabilidad de la UdeC o de las instituciones de educación superior en el estado. “El tema es nacional, regional y [finalmente] estatal porque, aun cuando abramos nuevos grupos y carreras, hasta dentro de cinco años estaremos viendo a jóvenes ya formados”, sentenció el rector.

UNIVERSIDADES DEL ESTADO:

Como universidad de Estado, la Ucol no es la única universidad del estado. En ese sentido, tan inevitable como que en los próximos años se dé una migración importante de jóvenes egresados de instituciones de educación superior fuera de Colima, es que en el campo laboral del estado los egresados de la UdeC convivan (y compitan) con los exalumnos de otros planteles de la entidad.

En el municipio porteño funciona la Universidad Tecnológica de Manzanillo que tiene como razón de ser contribuir directamente a la consolidación de las vocaciones productivas de la zona: la portuaria, la logística y la aduanal, pero también la turística y la energética. Este es el momento para hacer crecer a la UTM y de copiar su modelo de educación dual, donde los estudiantes aprenden tanto en el aula como en la práctica.

Es hora también de replicar en otras universidades las facilidades que este modelo de educación tecnológica ofrece para ir sumando títulos: técnico superior en, profesional asociado en, licenciado o ingeniero en, diplomado en, especialista en, maestro en y doctor en…

                Ahora que ya es una sola institución a nivel federal, el Tecnológico Nacional de México debe sumar a los planteles que ya tiene en la región (no sólo Villa de Álvarez, sino también Ciudad Guzmán, Tlajomulco y La Huerta, Jalisco, o Coalcomán y hasta Jiquilpan, Michoacán) un campus en Manzanillo donde el instituto pueda albergar la población estudiantil que ya no le permite el espacio en el antiguo Tecnológico de Colima, acotado por los vestigios arqueológicos de La Campana.

                El modelo de la Universidad ‘Rosario Castellanos’ plantea la descentralización de los estudios superiores, pero ya la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Politécnico han abierto campus en otros estados fuera del valle de Anáhuac. No hay excusa para que Colima no cuente con una extensión de esas universidades nacionales.

PLIEGUE EPICÁNTICO

De hecho, el jueves 6, en la mañanera la presidenta Claudia Sheinbaum anunció la creación del Centro Nacional de Diseño de Semiconductores “Kutsari”, donde científicos mexicanos de instituciones públicas de educación superior podrán desarrollar nuevos diseños de este tipo de dispositivos, los cuales se podrán patentar de acuerdo con estándares internacionales que protegen la innovación gracias a las modificaciones que se hagan a la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial (LFPPI).

Las sedes del Proyecto “Kutsari” —que significa “arena” en purépecha— estarán ubicadas en Puebla, Jalisco y Sonora, y serán coordinados por el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) y el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Politécnico, con la participación de la UNAM y del propio IPN.

Sin embargo, como explicó la mandataria, para diseñar microchips no se requiere una gran nave industrial sino apenas salas suficientemente amplias como para albergar al talento humano y los equipos de cómputo adecuados.

Y contra lo que piensa Sergio Sarmiento, no hay que tener los ojos rasgados (pliegue epicántico) para innovar en materia de semiconductores. Es más un proceso de creación artesanal que de producción industrial.

Así pues, Colima puede sumarse a ese corredor tecnológico, y ser una extensión del silicon valley de Atemajac.

ESTUDIAR INGENIERÍA

                Hasta hace algunos años, la UdeC era una mega facultad de Ciencias Económico-Administrativas. Incluso en Ciencias Políticas, antes de la apertura de Relaciones Internacionales la carrera más buscada era Administración Pública. Y el reto de convertir a la universidad en un gran laboratorio de ideas, tiene que coincidir con la determinación de los estudiantes de bachillerato para cambiar hacia las ingenierías una marcada vocación por las ciencias de las organizaciones, las ciencias sociales o las humanidades.

Pese a la flojera que nos dan las matemáticas, la intuición general de los colimenses es que el futuro está en el puerto. No por nada, Negocios Internacionales y Comercio Exterior están entre las 12 carreras más demandadas de la Ucol. Los jóvenes ya identifican un área de oportunidad de dimensiones insospechadas. Y cabe decir que los egresados completos de esas dos carreras (más los licenciados en Aduanas) serían insuficientes para llenar las vacantes en el puerto, señala Christian Torres.

                “Donde tenemos que hacer un trabajo más fino es en las ingenierías. Salvo en algunas como ingeniería en Software e ingeniería civil, las otras no son tan demandadas por los estudiantes, por esa inercia cultural hacia formaciones tradicionales. Tenemos que trabajar en media superior especialmente”. Ahí la UdeC tiene 15 mil alumnos, cuyas vocaciones hay que reorientar para que incluso las mujeres identifiquen la ingeniería como un “área de desarrollo profesional”.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com

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