Por lo que vi y los testimonios que recogí, a Mario Anguiano este año lo abuchearon menos y le aplaudieron más.
La indignación que se expresa en las redes sociales respecto al “cinismo”, “poca vergüenza”, “impunidad” y “reto al gobierno de Nacho Peralta” que supuso su participación en la cabalgata nocturna, la verdad, no se percibió en la calle.
El año pasado, el ex gobernador fue increpado por más de algún ciudadano que le reprochaba en voz alta haberse enriquecido en el cargo, y como reseñamos en su momento Mario aguantó el desprecio, firme sobre la montura. Pero esta vez, uno de los que reclamaron en 2019 se acercó a saludarlo, y efusivamente.
¿Qué cambió? No es que a ese ciudadano se le haya bajado el coraje, pero sí es uno de los despedidos en el último recorte de personal de Nacho Peralta.
A estas horas del día no me ha tocado ver en las redes sociales un video donde ofendan a Anguiano Moreno a su paso. Por el contrario, abundan los que muestran cómo lo festejan.
Es claro que a Mario no le preocupa la sanción impuesta. Y no pocos colimenses le reconocen que dé la cara. Como le escuché decir a uno de los afectados con la descapitalización de Pensiones, Nacho debe más de 300 millones al Ipecol y ni la cabeza asoma.
BASTA DE TEATRO
Con malicia política, el presidente de la Comisión de Gobierno Interno en el Congreso local, Vladimir Parra, promovió un exhorto para que la administración de Ignacio Peralta proceda a cobrar los 515 millones de pesos que el ex gobernador debe resarcir al erario, según el decreto de la Legislatura anterior que también inhabilitó a Mario Anguiano para volver a ejercer un cargo público en el estado.
Como la justicia federal negó a MAM el amparo que solicitaba para no reintegrar los 515 millones presuntamente desviados, Vladimir aprovechó la circunstancia para comprometer a la administración de Peralta a cobrárselos.
JIPS ha querido usar el tema de Mario Anguiano como un “estate quieto”, buscando equilibrar las presiones que recibe de los ex gobernadores, ya que está atrapado entre las fuerzas políticas al servicio de Fernando Moreno y las que son leales a Mario Anguiano. Vladimir lo que busca es impedir que el decreto se vuelva letra muerta.
Entre los líderes de las otras bancadas que votaron el exhorto, alguno hubo que creía estar apoyando al mandatario actual a concretar el juicio político contra su antecesor, el mismo golpe que operó Nicolás Contreras al frente de la pasada Legislatura.
No se puede decir que el juicio político a Mario Anguiano fuera algo que se le salió de control al Legislativo, como se dijo en su momento de las sanciones contra los entonces alcaldes de Cuauhtémoc y Tecomán, Rafael Mendoza y Lupillo García Negrete.
Cuando los diputados votaron juicio político contra esos ediles por haber participado en actos de campaña del candidato del PAN, Jorge Luis Preciado, en la elección extraordinaria de Gobernador, no imaginaron que la única salida posible para un juicio de esa naturaleza era la inhabilitación.
Lo de Mario no fue un error de los panistas. La Legislatura ya había cambiado de color cuando comenzó el juicio político a Anguiano Moreno. Por la fuerza de la política, la razón y el dinero, la mayoría que originalmente había conseguido el PAN en las urnas quedó, bajo el supuesto de una bancada independiente, en manos de Contreras que no disimuló nunca ser un operador del Ejecutivo, tanto que hoy es director de la Ciapacov.
El juicio político contra MAM se pensó como una forma de explicar el faltante en tesorería que dificultaba el arranque de la administración de Peralta, a pesar de que los funcionarios del gabinete sabían que, el monto del préstamo en cuestión, lo había gastado el interinato de Ramón Pérez Díaz en la campaña electoral de Nacho.
DEVOLVER LO ROBADO
Con su exhorto, Vladimir quiso quitarle los alfileres que sostienen apenas el acuerdo político entre Nacho y Mario. La primera reacción del actual mandatario fue decir que se activarían los mecanismos jurídicos para recuperar el dinero que Anguiano “debe”, pero al día siguiente hubo una declaración más realista que aclara que, si no hay bienes cuyo valor garanticen el adeudo, no se podría saldar la deuda embargando propiedades de MAM.
En entrevista con Max Cortés, el diputado Carlos César Farías, líder de la bancada del PT, sorprendió a propios y extraños con una cátedra de Derecho solidario.
Obviando que todos esos argumentos legales debieron presentarlos los abogados de Mario durante el juicio político y en el trámite de las apelaciones y amparos, Farías dijo que como el dinero que le reclaman a Mario lo gastó el gobierno de Nacho, esta administración debe ser solidaria con la anterior y, literalmente, ayudar a MAM a pagar absorbiendo una parte de la deuda.
A Vladimir, el exhorto le permite plantear la necesidad de crear un instituto estatal para devolver al pueblo lo robado, que sería la punta de lanza para una campaña destinada a exhibir y perseguir otros asuntos de corrupción, tanto del pasado reciente como el mediato.
Por lo demás, si la administración de Nacho Peralta pretendía curarse en salud ante la previsible aparición de Mario Anguiano en la cabalgata nocturna, el tiro una vez más le salió por la culata en la medida que el ex mandatario se ha ido convirtiendo en un catalizador del enojo de los colimenses por el fallido gobierno de Nacho.
PASARELA POLÍTICA
En la cabalgata con la que arrancan los festejos charro-taurinos en Villa de Álvarez, se muestran el Colima profundo y el Colima público.
Junto a la exhibición de costosos caballos, lujosas monturas y grandes inversiones en vestuario y cirugías plásticas, se ve a la clase política aprovechando la pasarela con miras al siguiente proceso electoral.
Por delante del alcalde Felipe Cruz, iba la síndica Karina Heredia en el arranque de lo que podría ser una campaña por una diputación local o, incluso, la Alcaldía en caso que el munícipe en funciones se postule a la diputación federal por Movimiento Ciudadano.
En el mismo contingente oficial venía el diputado federal Mario Delgado Carrillo, coordinador de Morena en San Lázaro y, por lo visto, ahora sí aspirante a la gubernatura de Colima.
Le hacía falta a este otro Mario el baño de pueblo, aunque fuera bien arropado entre la clase dirigente. Y le hacía falta salir a la calle: cuando alguien entre la multitud lo señalaba, a la mayoría de la gente le costaba trabajo asociar el nombre a la persona. Todavía Delgado puede ir tranquilamente a las paletas de la Villa sin que nadie lo reconozca.
Mario Anguiano fue retrasando la cabalgata porque se detenía a saludar a viejos amigos, a todos los cuales identificaba por nombre de pila. Los espectadores se tomaban fotos con él y, como lo muestran los videos, lo retaban a tomar un trago a pico. Eso hizo que, al llegar al centro de la Villa, el contingente oficial le sacara una buena distancia al de Rancho Betania, donde marchaba Mario.
Otro que se empeñaba en retrasar la cabalgata es José Manuel Romero Coello. Como él mismo dijo a un grupo al que se acercó a saludar: “Ahora sí va la nuestra, nos tuvieron seis años marginados, pero ahora va la nuestra”.
El sexenio de ostracismo fue, en todo caso, el estatal. Durante la presidencia de Peña Nieto, José Manuel fue titular de una institución nacional, con rango de subsecretario de Estado, y pudo rozarse con los personajes más poderosos del gabinete, como Rosario Robles, cuya sombra ahora le pesa y lastra cualquier aspiración.
Aunque lo siguen incluyendo en las quinielas del PRI para la candidatura a Gobernador, el ex director del Instituto Mexicano de la Juventud tendría que plantearse la posibilidad de jugar con otra marca, una que no sea la del partido de Peña ni la del partido de Nacho.
Cabe agregar que a Romero Coello le dieron en el curso de la cabalgata el mismo trato que al actor comalteco Ferdinando Valencia: las muchachas celebran su apostura pero no aplauden necesariamente sus logros profesionales.
Valencia ya fue protagonista de una telenovela y Romero ya jugó en las grandes ligas de la política nacional, pero los colimenses todavía no acaban de reconocerlos como un primer actor, a Ferdinando, ni como un actor importante de la política local a José Manuel.
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