UN SABER LATENTE

En la transformación que se está dando en México, Chile o Argentina, ¿cuál es el equivalente de las victorias comunicacionales que se dieron durante la revolución mexicana o con los movimientos populares en Latinoamérica?

¿Quiénes serían los poetas o los periodistas que están escribiendo las frases demoledoras con las que se ganarán las guerras semióticas de las que ha estado hablando Fernando Buen Abad?, le preguntan los moneros de El Chamuco TV al director del Instituto de Información y Comunicación ‘Sean MacBride’, de la Universidad de Lanús, Argentina.

El académico y documentalista mexicano responde: “Los líderes de las bases”. Y ejemplifica la frase con lo que ha estado ocurriendo en el país sudamericano donde reside desde hace varios años:

La sociedad argentina se organizó para atender a los sectores más vulnerables. Luego que la crisis económica generada por el macrismo dejara en quiebra al Estado, se reveló que el régimen derechista se robó 45,000 millones de dólares. Se los dieron al entonces presidente Mauricio Macri directamente, sin pasar por la Cámara de Diputados.

“Es una deuda odiosa, una violación a la historia que compromete el gasto público por los próximos 100 años y condena a los argentinos a pagar al Fondo Monetario Internacional fortunas mensuales por los intereses, no obstante que Macri prometió no endeudarse.

“Como millones se ahogan en la pobreza, en un barrio profundo (el partido de La Matanza, dentro del área conurbada de Buenos Aires) se abrieron comedores comunitarios para que los niños se puedan ir a la cama con algo en la panza: una polenta o un espagueti, un vaso de leche.

“Como los organizadores se percataron que nadie en el barrio sabía dónde estaba el comedor, hicimos un taller de semiótica de base para discutir con los compañeros qué símbolos teníamos que producir para enterar al barrio de que, ahí mismo, había un lugar donde se puede comer algo por lo menos una vez al día.

“Hubo buenas propuestas en ese taller. Los niños dibujaron con crayones mapas con instrucciones para llegar al comedor. Los pegamos en los postes cerca de la parada del camión o frente a la tiendita. Así incidimos simbólicamente y logramos, en una semana, nutrir la asistencia al espacio comunitario.

“Todo aquel que ha participado en una lucha de barrio entiende que hay un saber latente, y debemos reivindicarlo con método. Con esa misma metodología, los compañeros que están dando la batalla en el cerro de San Pedro en San Luis Potosí pueden construir un proyecto comunicacional. Y sus aliados en el continente debemos ser capaces de dar resonancia a su lucha, para convertirla en un clamor”, sostiene Buen Abad.

RENOVAR EL RELATO

Estamos ante una emergencia y necesitamos estrategias para combatir las guerras mediáticas. Lo más eficaz es comenzar por advertir que estamos librando una guerra híbrida, porque mucha gente lo ignora, apunta [Rafael Barajas] El Fisgón, quien acompañado de [Rafael Pineda] Rapé y [José] Hernández, conversó con Buen Abad en la emisión del 27 de febrero de El Chamuco TV por Canal 22 (https://www.youtube.com/watch?v=P8G1i9rhwt0&t=1293s).

Para el monero y escritor, lo que se debe hacer después es entender cómo esas guerras mediáticas se fundan en narrativas específicas que se pueden leer e incluso anticipar. Si nos adelantamos a contar qué es lo que van a ir diciendo en su propaganda, podemos contrarrestar en buena medida el golpe mediático.

“Y podemos agregar a eso el esfuerzo de renovar el relato –acota Buen Abad–. Tenemos muchas frases hechas, conceptos tan manoseados que han perdido su riqueza. Debemos trabajar en la formación de cuadros. Y redactar textos donde no sólo se describa a las figuras que son agresoras en esta guerra, sino que consigan incluir en los comunicados la descripción de los pueblos que están en pie de lucha.

“Hay episodios que no hemos acabado de estudiar, tan maravillosos como los de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) que, en tres días, se hizo de un doble poder en la ciudad. No sólo formuló un sistema de vigilancia en las calles sino que, entendiendo que de nada iba a servir ésta sin una teorización sobre la situación y una estrategia comunicacional, la APPO se propuso tomar Radio Universidad.

“Estábamos escuchando Opus 23 de Johann Sebastian Bach con la Orquesta Sinfónica de Berlín y, dos minutos después, empezó a sonar Violeta Parra. Fue un salto en la agenda, comandado por la fuerza de movilización.

“Hasta ese momento los compañeros no alcanzaban a explicarse qué pensaba la gente del movimiento. Entre otras cosas, los oaxaqueños se preguntaban ¿por qué nos tardamos tanto en conseguir que el poder del pueblo se ejerza de esta manera? Entre otras razones, porque está faltando comunicación entre nosotros.

“En los próximos tres años vamos a ver en México más ofensivas que en la primera mitad del sexenio, más ataques virulentos. No somos ingenuos, sabemos que eso va a pasar. La pregunta es con qué estrategia vamos a responder.

“Ya podemos empezar a escribir el horóscopo de las canalladas porque hay además una agenda, unas efemérides de las brutalidades para los próximos tres años, con las que buscarán impedir la continuidad del proyecto de país que armó esta revolución de la voluntad democrática con López Obrador a la cabeza.

“Habrá que definir las herramientas y prepararnos para que, llegada esa fecha próxima, podamos asumir las responsabilidades que nos tocan a cada uno, pero esta vez mejor organizados”, apunta Buen Abad.

ESCUELA DE POLÍTICA

Las canalladas de los medios de comunicación corporativos abarcan toda clase de mentiras flagrantes, comentan los moneros. Hace unos días, Antena 3 de España no dudó en ilustrar una nota sobre la situación en Ucrania con la imagen de una explosión en China de 2015. Y otros medios usaron como imágenes de la invasión rusa, escenas de un videojuego.

“Nuestra capacidad de asombro todavía no ha visto lo peor. Y hay que prepararnos para eso –advierte el invitado–, revisar cómo la vieron los grandes líderes de la región: Hugo Chávez vislumbró que había gente preparando su asesinato, y Evo Morales calculó que el proyecto político del socialismo bolivariano enfrentaría terribles demonios. La lógica del presidente de Bolivia fue lograr un punto de no retorno, así lo escribió en el Plan de la Patria.”

¿Es más difícil engañar a un pueblo que, con información, ya adquirió conciencia de los procesos?, preguntan los anfitriones.

Fernando Buen Abad “quisiera creer eso, pero hay algunos casos en los que un esfuerzo enorme como el que realiza Telesur para crear una televisora de los pueblos, de la patria, cuya estética es la ética y cuya belleza radica en la verdad de su información, no basta. Pese a ese portento, Telesur –de cuyo consejo consultivo es miembro este comunicólogo, semiólogo y doctor en Filosofía– no logra todavía la codificación ni la decodificación de los hechos.

“Es un reto a asumir de inmediato. Y un buen consejo es seguirle los pasos a López Obrador: el presidente mexicano sabe qué está haciendo, su mañanera es una escuela de política, pero no alcanza, hay que transferir esas enseñanzas a los barrios y las fábricas, hay que empezar a hacer asambleas de discusión comunicacional de base.

“El pueblo también está usando las redes sociales. Algunos son robots pero, en términos generales, son expresiones de una voluntad que tiene base social. Y mientras con los usuarios reales se dialoga, de los robots sólo recibes agresiones e insultos.

“En Argentina, dentro de dos años el presidente Alberto Fernández tendrá que entregar el mandato o reelegirse. Si no consigue la continuidad, vendrá la derecha a hacer de las suyas. ¿Ya nos preparamos para eso? Urge porque tienes al Fondo Monetario Internacional que es un vampiro.

“Están en marcha golpes de Estado en Bolivia y en Perú. ¿Y cómo explicar que esa también es nuestra lucha? Si llegan a incendiar Venezuela o Cuba, arde el continente. No es amarillismo, el problema es diseñar las herramientas que nos ayuden a formar conciencia”, sentencia Buen Abad.

HACER AUTOCRÍTICA

“Tenemos un serio déficit académico e intelectual, la autocrítica debe ser una herramienta de construcción de camaradería. Incluso, a veces hay que hacer crítica de la autocrítica, hay mucho golpe de pecho inútil. “Necesitamos una autocrítica que nos permita reconstruir los modos de hacer campaña política. Estoy esperando ansiosamente el día en que un político empiece su campaña haciendo una autocrítica severa de todas las metidas de pata, de todo lo que se debió haber hecho y no se hizo porque no se quiso o no se pudo. Una campaña se basa tanto en la falibilidad como en la posibilidad de concretar éxitos.

“México está urgido hoy de esto más que de discursos en el sentido viejo recitatorio priista. Más que esa construcción del relato que es autotreferencial y mesiánica, hace falta adoptar esa lógica con la que López Obrador dialoga todos los días. Reconocer si la regamos, tanto como celebrar que acertamos y avanzamos. Que esa sea la dinámica metodológica para todos.

“Apelo a la revisión de las universidades, a ese muchacherío fenomenal que hay en las mil licenciaturas en Comunicación de este continente, a tanta gente ansiosa de intervenir pero con muy pocas herramientas para hacerlo”, señala Buen Abad.

CUMBRE COMUNICACIONAL

Para los moneros, el problema es que en muchas facultades de comunicación del país solamente preparan a los alumnos para mover palancas, es decir, para usar cámaras y micrófonos. No los preparan igual de bien para analizar, diseccionar y diseñar discursos o mensajes periodísticos en las diferentes plataformas.

¿Se pueda trabajar en un proyecto comunicativo progresista en donde se analice, en tiempo real, estas andanadas de la guerra híbrida y se informe a la población? Una especie de Telesur mexicano, de las 5 de la mañana hasta las 12 de la noche, ¿podría funcionar?, preguntan los moneros.

“Sí, pero en un proyecto, en un plan maestro, para no reducir la solución a un asunto instrumental. Eso sería un brazo, una base. Hay otras muchas cosas que resolver, que van de lo simple a lo complejo: desde tener acceso a la réplica en un periódico, hasta tener periódicos nuestros por todos lados, que abran espacio para construir una masa de opinión transformadora. Pero quizá uno de los desafíos mayores sea convocar a una cumbre de presidentes en materia de comunicación.

“Se la propuse a Rafael Correa [Ecuador], a Hugo Chávez [Venezuela] y a Evo Morales [Bolivia]. Hubo las mejores condiciones para hacerlo, pero ese momento se fue. Ahora parece que estamos poquito a poquito volviendo a la posibilidad de desarrollar la idea.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com

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