Una “chica Almodóvar”

“Yo quiero ser una Chica Almodóvar”, cantaba el español Joaquín Sabina en la canción con ese título incluida en su álbum “Física y Química” de 1992: “Como la Maura, como Victoria Abril… Como Bibí, como Miguel Bosé”.

Una chica que rompiera el estereotipo de mujer guapa, como Carmen Maura, protagonista de Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988), o que lo confirmara como Victoria Abril, la estrella de Átame (1990) y Tacones lejanos (1991).

Y dos chicas que lo enrevesaran todo, como la transgénero Bibí Andersen, luego rebautizada como Bibiana Fernández cuando completó su proceso de reasignación sexual, o Miguel Bosé, travestido como mujer en Tacones lejanos, a quien podríamos poner en la misma lista de bellezas almodovorianas con Gabriel García Bernal en La mala educación (2004).

En esa letra Sabina aparentemente describe la frivolidad femenina. Pero al juntarlas en una mofa que es en realidad un homenaje, equipara a las mujeres con todos aquellos se les asemejan.

La España del siglo XXI le dio la razón al cantautor andaluz al coronar a Ángela Ponce -nacido Ángel Ponce en Sevilla el 18 de enero de 1991- como reina de belleza, otorgándole el derecho a representar a su país en el certamen Miss Universo.

En 2015 Ángela se había presentado a Miss Mundo Cádiz pero fue descalificada porque esa franquicia no permite la participación de transexuales, a diferencia del Miss Universo que cambió sus reglas en 2012 cuando el presidente de ese certamen era nada menos que Donald Trump.

De hecho, este año serán dos las transexuales que participarán en el concurso a celebrarse el 17 de diciembre en Tailandia: la reina de belleza española y Belguun Batsukh, Miss Mongolia.

No nacieron mujeres

La apariencia femenina y el cumplimiento de los cánones de belleza estaban acreditados en la carrera como modelo de esta transexual de 27 años: sus medidas corporales son 90-61-90, aunque los memes añaden otros 19 centímetros a manera de burla para un miembro que Ángela Ponce perdió a los 24 años cuando se sometió a una vaginoplastia.

Haber nacido hombre e iniciar su transformación a los 13 años no le impidió desfilar en pasarelas ni aparecer en portadas de revistas de moda. En el negocio de la alta costura desde hace tiempo participan chicas y chicos andróginos que lo mismo exhiben ropa de hombre que de mujer.

Sin embargo, la noticia de que Ángela Ponce competirá con mujeres biológicas molestó a otras concursantes, como Valeria Morales, Señorita Colombia, y -en la que ha sido la declaración más sonada- Lupita Jones, Miss Universo 1991 y actual gerente de la franquicia en México de ese concurso.

Morales dijo: “Un reinado de belleza, como es Miss Universo, es para mujeres que nacimos mujeres y creo que para ella también sería una desventaja, entonces por eso hay que respetar la idea, pero no compartirla”.

Tras la polémica, la colombiana matizó sus declaraciones adelantando que: “Si Miss Universo la acepta, yo la voy a recibir con todo el amor, el respeto y la tolerancia que se merece”. Si bien dejó en claro que, en sentido estricto, ella y Ponce “debemos estar en caminos diferentes”.

Miss Universo permite la participación de mujeres trans desde 2012, luego que la canadiense Jenna Talackova, entonces de 23 años, fue inicialmente rechazada para participar en el certamen.

Al final, la organización se retractó al reconocer que Talackova “cumple con los requisitos de reconocimiento de género en Canadá y con los estándares [¿de belleza, cultura y simpatía?] establecidos por otras competencias internacionales”.

El diablo en Miss Jones

Ángela Ponce fue electa Miss España entre otras 20 participantes el 29 de junio de este año. Pero la noticia entonces no cobró tanto vuelo en nuestro país sino hasta que Lupita Jones se pronunció en contra:

“No considero tener nada en común con un transgénero. Yo no estoy de acuerdo. Como directora de Miss Universo en México tengo que acatar las reglas de la organización, pero a nivel personal no estoy de acuerdo porque no creo que sea una competencia que se esté dando bajo las mismas condiciones”, declaró la ex reina de belleza.

“Una mujer nacida mujer jamás va ser igual a un transgénero, biológicamente no son iguales. Creo que hay plataformas para cada uno de los temas y deben ser utilizadas para eso, entonces, yo no considero tener nada en común con un transgénero, como mujer”, agregó.

Por estas declaraciones, Jones fue verbalmente agredida en las redes sociales, pero no se retractó. El linchamiento cibernético se basaba en la idea de que la exMiss Universo se oponía a la participación de Miss España no por una cuestión técnica sino moral, negándose a reconocer los derechos de las minorías sexuales.

Ante el agobio de diversos medios por el suicidio de una transexual en Zacatecas, quien previamente cuestionó a Lupita sobre sus primeras declaraciones, Jones decidió emitir una opinión “desde su posición de mujer” a través de un video y comunicado de prensa.

Señaló que ella “también merece respeto y tiene derecho a ser escuchada sin ofender, agraviar, lastimar, etiquetar y sin agredir a persona alguna”.

Al respecto del suicidio, la exorganizadora de Nuestra Belleza afirmó que ella no puede ser responsable de las decisiones que terceras personas tomen respecto a su vida, ya que cada quien decide cómo vivirla y cómo enfrentar los problemas.

“La vida no es fácil para nadie, en la medida en la que estés feliz contigo mismo y seguro de quién eres y lo que haces, lo que suceda alrededor no debe moverte ni de tus objetivos, ni de tus posturas”, indicó Jones.

Reiteró su “absoluto respeto y trato digno a todas las personas”. Negó haber hecho nunca “distinción de ideologías ni de preferencias”.

No sólo acepta las diferencias, dijo, sino que las celebra porque considera que es lo que da equilibrio y hace crecer en todo.

“No soy dueña de la verdad”, reconoció, pero reclamó su derecho a “tener una opinión” y a “ejercer mi derecho de libre expresión como individuo, como mujer y como ser humano”.

Quienes exigen inclusión, consideró, “deben estar dispuestos a incluir opiniones distintas a las suyas, la cuales no significan estar en contra, ni menos que sean un discurso de odio o rechazo”.

En México todavía no se aceptan a los trans como concursantes en los certámenes de belleza. Sin embargo, Jones entiende que esa regla tendrá que cambiar, señaló entre otros temas.

¿Son realmente iguales?

Quienes defienden la participación de transexuales en un certamen de belleza femenino, parten del principio de que la transformación de un hombre en mujer debe ser reconocida social, legal, cultural y, en este caso, hasta estéticamente.

Sin embargo, desde el sentido común se pueden objetar cuestiones sobre la disparidad entre un tipo de concursantes y otras. De eso hablaremos en una siguiente entrega.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com

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