No cabe duda que Vladimir Parra, el diputado cuatroteísta, es un terrorista. Aunque nada haga o diga causa terror al más distinguido representante y beneficiario del tresteísmo en Colima. Aunque el gobernador Moreno dejó formalmente ese puesto ¡hace 17 años! Se aferra al mismo y no permite que alguien ose poner fin a su era.
Vladimir es, como bien se sabe, presidente de la Comisión de Gobierno Interno del Congreso local y es líder de la fracción de los diputados morenos, que constituyen la más numerosa de cuantas integran la Cámara. Muchos de los diputados cuatroteíostas son fardos que muy poco aportan a la causa de la 4T y algunos, definitivamente no han entendido qué significa esa transformación por cuyo motivo son diputados y, debido a intereses políticos personales o de otros grupos (a los que realmente representan), juegan contras a la 4T. Los votos obtenidos por ellos, responden a un llamado realizado por aquel Andrés Manuel, que cuando era candidato a la Presidencia de la República, solicitó el voto de los mexicanos a favor de todos los candidatos de la coalición que lo apoyaba, para que, como en este caso, se constituyeran en congreso local, y desde allí, apoyaran la causa de la transformación que planeaba encabezar. Y ese fue el mandato que recibieron cuando los elegimos como nuestros representantes. Los intereses de algunos de ellos, les impiden, sin embargo, entenderlo de ese modo.
Parra sí ha entendido cuál es su papel en el Congreso y ha actuado en consecuencia. Eso lo ha convertido en terrorista. Algunas de sus iniciativas han buscado incidir en la vida pública colimota y lo han logrado. Las iniciativas que ha propuesto, se han constituido en una pérdida de poder para el grupo político que lidera Moreno, al buscar un nuevo balance en la política local. Pero no se piense que eso es manifestación de un capricho del diputado cuatroteísta, es el mandato que recibió en las urnas, cómo lo es también el que recibieron los otros diputados que fueron candidatos de la coalición que también llevó al poder al actual Presidente. Y es también el que recibieron los actuales diputados federales y senadores de la República o los presidentes municipales morenos. Entre quienes lo han entendido bien, debemos anotar a Griselda Martínez, la presidente de Manzanillo, que cuenta ya, como reacción, con un atentado a su vida.
Y esa misma jornada electoral fue la que significó el derrumbe de los candidatos de los partidos tradicionales y, por supuesto, de sus candidatos, entre los cuales se encontraba el gobernador Moreno que no pudo alzarse con la victoria y constituirse en Senador. El pueblo les dijo ya basta, queremos el cambio. Y ese cambio ha de materializarse, entre otros sitios, en el Congreso local, que debe modificar o destruir todo aquello que pueda significar o constituir un soporte ilegal o extralegal que ayude a sostener a esos antiguos líderes (que en varios sentidos son sólo líderes virtuales o líderes de casi nada y de casi nadie) para ubicarlos en la dimensión justa que el pueblo, democráticamente, les confirió. Conviene tener presente que el PRI a nivel nacional tiene la fortaleza de los Robles (Rosario y Narro) y a nivel local, tiene la estatura de su líder.
Se oponen estos líderes tradicionales al cambio, porque es un cambio que les despoja de los privilegios que durante muchos años han disfrutado o bien a aquéllos que querían disfrutarlos, para lo cual, se encontraban formados en la fila de espera. La 4T llegó para eliminar los privilegios y bien lo saben, tanto, que las medidas que pudiera tomar Vladmir les aterran y eso, lo convierte en terrorista. Y de allí también, la urgencia de removerlo de la posición de liderazgo que ocupa; como que con ello pudieran terminar las amenazas de la 4T. El diputado Toscano se dejó utilizar porque es parte de ese grupo, añora el poder que nunca ha tenido, pero desea tener. Es como el pobre que se siente fifí sin serlo y se siente así porque carece de conciencia de clase, es decir, forma parte del lumpen proletariado; igual que el diputado Toscano.
No triunfaron en esta ocasión, pero lo seguirán intentando, de eso no puede cabernos duda. La iniciativa de Parra para reformar el balance de la vida universitaria (que no es la primera, pues ya le disminuyó poder a la FEC), motiva reacciones como esa cuya cabeza visible fue el diputado Toscano; o bien, esa conferencia magistral de Moreno para defender la autonomía universitaria. Es mucho lo que nos falta por ver todavía, pues el Congreso local se encuentra a la mitad de su gestión. Diría el Quijote: Con la iglesia hemos topado, Sancho. La autonomía universitaria no debe tocarse ni con el pétalo de una rosa, como si la Universidad se rigiera con leyes distintas al resto de los demás mexicanos. Sin embargo, si puede entrometerse un viejo líder priísta como el citado gobernador Moreno (y digo gobernador, porque pareciera que continúa siéndolo).
Vladimir y Fernando juegan a las vencidas. El juego será ganado por Vladimir si cuenta con el respaldo de los cuatroteístas del Congreso. Moreno ya es cobijado por los suyos, Parra, no. Uno agrupa al pasado, el otro representa al futuro. Uno está leyendo la elección de 1997, otro, la del 2018. Uno ve haca atrás mientras que el otro, mira hacia adelante No en vano, muchas veces se ha referido Andrés Manuel a esos grupos políticos con base en las universidades públicas, que han dominado el quehacer político de algunas de las entidades federadas. No es poca cosa lo que está en juego y la física, necia otra vez, se impone como siempre para decirnos que la fuerza de la acción es respondida con la misma fuerza de la reacción (pero siempre, en sentido contrario).
Para finalizar, algo grato. Desde el viernes hay un nuevo comalteco, el tercer hijo de Gabriel Martínez y Guadalupe Galicia. Para el recién alumbrado, mis mejores deseos; mamará de buenos padres y será un hombre de bien; tenrá una vida plena de realizaciones. Para los padres digo que enhorabuena y que el afecto que sentía por los cuatro, desde hoy, lo siento por los cinco. ¡Felicidades!
Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.